México.- Las mujeres tienden a manifestar de mejor manera sus emociones, en tanto que los hombres son menos expresivos porque el contexto y las costumbres así lo determinan, indicó Rozzana Sánchez Aragón, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM.

Detalló que ellas se quejan de maridos poco cariñosos y sensibles debido a que desde tiempos pasados la cultura no otorga la condición para que sean afectuosos o muestren sus miedos; tradicionalmente, un varón es un ser fuerte, alguien en quien la figura femenina puede apoyarse.

En un comunicado, la especialista explicó que en una cultura como la mexicana, los varones no demuestran su tristeza y, en forma tradicional, no pueden externar, aprender ni desarrollar sus capacidades emocionales, aún cuando puedan hacerlo.

En ese sentido las mujeres son las encargadas de la crianza de los niños y a ellas corresponde hacerlos sensibles con la capacidad de exteriorizar emociones, puntualizó la académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Apuntó que la inteligencia emocional puede definirse como la capacidad, en mayor o menor medida, de percibir los sentimientos de los demás y los propios, así como la destreza para expresarlos y facilitar la interacción.

Sánchez Aragón mencionó que entre esas destrezas se encuentran las estrategias para manejar emociones, es decir, las reacciones de cada individuo ante sentimientos como el enojo, la alegría o la tristeza.

En la medida que los humanos sean capaces de desarrollar esas habilidades mejor será su vínculo en los ámbitos de la familia, la pareja y el trabajo, destacó la académica.

El enojo es un sentimiento rechazado en una cultura como la nuestra, porque facilita descargas de emoción que derivan en conflictos y discusiones; es una sensación que nos confronta con los demás y quebranta la armonía, expuso.

La inteligencia emocional tiene que ver con la forma en que se expresan ciertos sentimientos y cómo son percibidos; en una relación de pareja si la mujer siente enojo y no sabe expresarlo, el varón podría confundirlo con tristeza y actuar en consecuencia, lo que causaría un conflicto.

La habilidad para manejar las emociones en las interacciones sociales, principalmente las negativas, puede hacer que las personas y sus relaciones se mantengan óptimas, explicó.