Monclova, Coah.- Con un minuto de aplausos y el ulular de sirenas, ayer fue despedido por sus compañeros del departamento de Bomberos de Monclova, familiares y amigos, el capitán Miguel Domínguez Guzmán, quien falleció el lunes como consecuencia de un accidente en motocicleta.

La despedida se realizó en la Central de Bomberos, donde en primera instancia el sacerdote José Trinidad Pulido Muro, del Santuario de Guadalupe, ofició una misa de cuerpo presente en la que estuvo la totalidad de la familia de quien era conocido con el apodo de ‘El Capi’, además del alcalde Mario Dávila Delgado; la primera Dama Leticia Carrillo y el regidor de Seguridad Pública, Carlos Herrera Pinales.

Posteriormente se llevó a cabo una ceremonia de honores y último pase de lista de Domínguez.

El alcalde Mario Alberto Dávila Delgado emitió un discurso, en el que destacó que el capitán del departamento de Bomberos de Monclova era un hombre servicial, comprometido y cumplido, con 35 años al servicio de la comunidad.

“ “Para ser bombero se requiere de muchas cosas, querer servir, ser valiente, arriesgar la vida, sufrir algunos accidentes, incluso en algunas ocasiones la muerte. Mi reconocimiento para Miguel Domínguez, descanse en paz”,

expresó.

Aunque normalmente se pide un minuto de silencio, el Presidente de Monclova pidió a los presentes un minuto de aplausos para ‘El Capi’, y después anunció a su familia que ya se tenía programado un reconocimiento para él por su labor de 35 años, invitándolos a estar presentes en la ceremonia que se celebrará el 22 de agosto, Día de los Bomberos, para que reciban el reconocimiento que se le iba a entregar en vida.

Julio Ríos Cortés, director del Protección Civil y Bomberos, fue el encargado de realizar el último pase de lista de Miguel Domínguez Guzmán, cuyo nombre pronunció tres veces con voz entrecortada, y todos los apagafuegos respondieron

“ “presente, presente, presente”.

De inmediato empezó el ulular de las sirenas de las unidades del departamento de Bomberos, en una de las cuales se subió el ataúd en el que se encontraba Miguel Domínguez para acompañarlo en su última morada en el panteón Sagrado Corazón de Estancias de Santa Ana.