Ciudad de México.- Las papas fritas comienzan a doblegarse entre el limón y la inundación de salsa roja y espesa que le cae encima. Este espectáculo callejero es uno de los más deliciosos en la Ciudad de México.

Durante la década de los 90, uno o dos pesos eran muy codiciados por los niños y niñas, pues afuera de las escuelas quienes vendían este manjar de papas en bolsita ofrecían la cantidad de salsa Valentina por ese precio, pues sabían que si dejaban la botella por ahí, ésta se vaciaría en segundos.

Esta salsa, terror de la gastritis y colitis, es una de las más populares en México. Forma parte de la empresa de Salsa Tamazula, la cual comenzó a producir sabores picantes en 1960 y con los años lanzó al mercado nacional la Valentina y la Costa Brava.

Hoy tiene varias presentaciones, pero las que las más consumidas son las clásicas de etiqueta negra, para los que no se enchilan tan fácilmente; y amarilla, menos picante.

En su etiqueta, el producto con etiqueta negra anuncia que está compuesto por agua, chile seco de árbol, ácido acético, sal yodada, condimentos, especias y 0.1% de benzoato de sodio como conservador.

Mientras que en su etiqueta amarilla anuncia los mismos ingredientes y además de los secos agrega chiles puyas.

El ingrediente que saca brillo al metal

Uno de sus componentes más controvertidos es el ácido acético, el cual reacciona al contacto con los metales.

Entre sus polémicas se reveló que en el 2013, en Ciudad Juárez, Chihuahua, usaron salsa Valentina para sacar brillo a estatuas de metal.

Debido al ácido acético, el vinagre y el sodio, si se consume en exceso, es posible que esta salsa contribuya a daños al organismo por el aumento de los jugos gástricos, por ello su uso debe ser moderado.

Mucho sodio

En la Revista del Consumidor de julio de 2021 analizaron productos que tienen gran cantidad de sodio y la Valentina fue mencionada.

Según dicha publicación, este producto contiene 487 miligramos de sodio por cada 30 gramos de salsa. Además, se debe considerar la cantidad del alimento con el que se sirve.

En un Estudio de Calidad de Papas Fritas se detalló que una bolsa de 100 gramos de papas tiene 770 mg de sodio, si se suman los 30 gramos de salsa, se estarían consumiendo mil 257 mg de sodio, cerca del 70 por ciento de la cantidad que la Organización Mundial de la Salud recomienda al día.

Una receta casera

El sabor de la salsa Valentina se puede replicar en cualquier cocina, sólo se necesitan 40 gramos de chile de árbol, 40 gramos de chile piquín en polvo, 2 tazas de agua, media taza de vinagre de manzana, cinco cucharadas soperas de maicena o fécula de maíz y 3 cucharadas de sal.

Los chiles se limpian, desvenan y tateman en un comal.

Mientras tanto, se hierve el agua y agrega la fécula de maíz cuando se encuentra en ebullición. Todo debe retirarse del fuego.

Esta mezcla se lleva a la licuadora con los chiles y se muele con el resto de los ingredientes. ¡Eso es todo! Lista para bañar cualquier botana.