Espectáculos
Publicado el martes, 10 de noviembre del 2015 a las 01:15
Saltillo, Coah.- Esta semana quiero compartirte un libro que los puede llevar a sus más profundos placeres y deseos, sueños y felicidad… o puede que le tengan miedo a las ratas y al ir en su barquito por las alcantarillas, capaz que se encuentran con una rata que está toda gigante y te lanza un chillido y te haces pipí en los pantalones o algo, no sé (digo, la vida de marinero no es sencilla)… Pero yo sé que ustedes no son nada miedosos, así que ¡levanten anclas, todos listos para zarpar!
Como ustedes saben, hacer un barco de papel es muy fácil y sencillo. Solamente necesitas tomar una hoja de papel, hacer unos cuantos dobleces aquí y allá y ¡presto! Tienes un barquito de papel, con el que puedes hacerte un bonito sombrero o puedes ponerlo a navegar (al fin y al cabo es un barquito, para eso están hechos).
Lo que ya no es tan fácil y que no cualquiera puede hacer es subirse a él y zarpar. Tal vez estén pensando ahora mismo: “¿Pero cómo diablos vamos a trepar a un barquito de papel? ¡es minúsculo! ¡Ni siquiera mi hermanita recién nacida puede caber en uno!”, y cosas por el estilo ¿verdad? Pues bien… tal vez tengan razón.
Como dije anteriormente no es fácil, pero de que es posible, es posible. Pero tienes que sentir que de verdad puedes meterte en ese barquito. ¿Suena raro? Sí. Pero funciona. Sólo dejen que yo, con mis dulces palabras (o escritura, más bien) los guíe paso a paso. ¡Usen su imaginación! Patos y Sirenas Así que te detienes en el muelle de la casa de los amigos y te anuncias con voz fuerte y potente (porque tiene que ser fuerte y potente tu voz, si no, ¿cómo te va oír? O tal vez puedas utilizar un megáfono).
¿No suena maravilloso ir en barquito de papel? (Digo, olvidando la parte que dije al principio… “cough”, ratas gigantes, “cough”… ¡Vaya tos! Con este clima que tenemos, uno ya no puede andar sin el moco suelto o algo de tos por ahí…).
Este libro me gusta mucho, además de ser bastante poético con la idea del barquito de papel, también las ilustraciones nos dicen exactamente qué pasa en el momento, nos da esa sensación peculiar que no tendríamos solamente con el texto; se complementan entre ellos.
La historia es protagonizada por una niña que no tiene miedo a las tormentas o a las grandes olas, o mojarse hasta empaparse. Y es que, ¡no hay que temerle a la aventura!
¿Y si hacemos un barquito…?
ij☺
(Fondo de Cultura Económica)
Autor: Jorge Luján / Ilustraciones: Julia Friese

Imagínate con todas tus ganas de que un día puedes subirte a tu barquito y tomarlo en un día lluvioso, bajar por los rápidos de alcantarilla, ir en los riachuelos que hay al lado de las banquetas… Y ¡no tienes que ir tú solo! Nop, tus amigos pueden acompañarte (si tienen las mismas ganas e imaginación que tú, y pues ¡claro que la tienen!).
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