Guadalupe, Nuevo León.– Funcionarios anónimos del Centro Canino y Felino del municipio de Guadalupe han denunciado una práctica alarmante: el sacrificio regular de decenas de perros en las instalaciones. Según los testimonios, esta acción se ha convertido en un método habitual para manejar a los animales que no son reclamados.

La denuncia, proveniente de personal de la administración, llega en un momento de alta sensibilidad, ya que coincide con acusaciones similares de presuntos sacrificios en el municipio de Santa Catarina, hechas por la administración estatal.

El procedimiento y el destino de los cuerpos

Los denunciantes, que documentaron la práctica con imágenes tomadas hace aproximadamente dos semanas, explican que el sacrificio se aplica a perros recogidos de la calle o entregados por ciudadanos. Una vez muertos, los cuerpos son colocados en filas para ser fotografiados y registrados ante los superiores.

Posteriormente, los animales son embolsados y transportados en vehículos del municipio para ser desechados. Según los testimonios, los cuerpos son depositados en basureros clandestinos en el municipio de Cadereyta y en el Sistema Metropolitano para el Procesamiento de Desechos de Nuevo León (Simeprode). La zona donde se realizan estos actos es, irónicamente, el espacio más grande del centro canino.