Ramos Arizpe, Coah.- Para el octogenario Javier Frías, la sequía que azota a la zona rural de Ramos Arizpe es devastadora y la califica como la más crítica en los últimos 20 años en este punto de Coahuila, que registra pérdidas económicas por 14 millones de pesos solo en 2022, según un informe de la Dirección de Desarrollo Rural municipal.

La falta de agua de lluvia ha matado 977 cabezas de ganado mayor, bovino y caprino, en el primer semestre del año, y 500 hectáreas en donde se siembra maíz y sorgo por temporal están en riesgo de perderse si no llueve en las próximas semanas. Su producción está a 10 por ciento.

De los 200 abrevaderos que hay en zona rural del municipio, 170 ya se secaron y el panorama para los pequeños productores de ganado, como Javier Frías, ya es un problema que no lo deja dormir desde hace semanas, pues las pérdidas económicas son de hasta 90 mil pesos por la muerte de 10 vacas.

Los alrededores de los abrevadores comienzan a agrietarse por falta de humedad. Los zopilotes y aguilillas rondan las comunidades en espera de que un animal de ganado caiga muerto.

San Martín de las Vacas, Las Encinas, Las Imágenes, La Agüita del Rosario, San Miguel, Santo Domingo, La Campana, Acatita, Rancho Nuevo, El Realito, Santa Cruz, San Felipe, El Barril y Fraustro, son algunas de las congregaciones ubicadas por la carretera antigua a Monclova, en donde sus pobladores alzan alabanzas a todos los santos para que llueva y no perder sus cosechas.

Una imagen común

Desde hace tres meses, transitar por los caminos y brechas de estas comunidades es común ver vacas, burros y cabras muertas por falta de agua. Los dueños de estos animales gastaron sus ahorros y no tienen dinero para comprar pacas de alimento.

“ Desde hace 20 o 25 años no habíamos visto una sequía como la que vivimos actualmente. Está crítica la situación, porque hemos gastado mucho en forrajes y por la pérdida de los animales, yo llevo entre 80 y 90 mil pesos y hay que seguir gastando mientras esperamos que llueva”, dijo Javier Frías, quien vive desde hace 30 años en Las Encinas.

El hombre de la tercera edad reconoció que ha gastado parte de sus ahorros y resaltó el apoyo de sus hijos en esta difícil situación que enfrenta desde hace meses.

“ Es necesario que las autoridades de los tres niveles de Gobierno nos den un apoyo o un subsidio para comprar alimento o forraje. Recuerdo que allá por el año 92 y 94 daban la paca en 20 pesos y nos la vendían en 10 pesos. El Estado sí nos ha apoyado, solo que no lo hemos solicitado por la sequía actual”, dijo.

No completan con el agua

Los hermanos Gerardo y Juan Ramos, así como Pablo Cerda, quienes viven en la comunidad de San Miguel desde hace años, manifestaron que surten cada uno un tótem con capacidad de 1000 litros cada dos días, debido a que ya no completan con el sistema de agua que abastece su comunidad.

“ La sequía ya nos afectó, y apenas el pasado viernes varios compañeros tuvieron contacto con personas de Desarrollo Rural y ya planean instalar un equipo de rebombeo para más agua”, dijo Juan Ramos, quien reveló que llenar el tótem les cuesta 50 pesos con un señor que vive en Palo Blanco.

Hay un censo cada 25 días

Humberto García Zertuche informó que la sequía es devastadora en el municipio, porque se han duplicado las pérdidas en comunidades como en el ejido Cosme, donde murieron 86 cabezas de ganado; La Paloma registra 60; Las Coloradas, 90; La Reata, 50, y Nuevo Yucatán, 70.

El director de Desarrollo Rural municipal indicó que cada cabeza de ganado cuesta entre los 10 y 12 mil pesos, lo que representa una cifra estimada superior a los 14 millones de pesos en pérdidas tan solo de enero a junio.

“ Hacemos un censo cada 25 días sobre los efectos de la sequía en la ganadería y la agricultura, solo que en forma lamentable se duplicó del mes de abril para acá. Había un registro de 400 cabezas de ganado mayor y 100 de bovinos y caprinos, ahorita tenemos 977 cabezas de ganado muertas por la sequía”, dijo.

Manifestó que son muy necesarios los recursos del Gobierno federal para la ejecución de obras que permitan la captación de agua de lluvia con el fin de evitar que empeore la crisis en el campo.

“ Es lamentable que este año estén así las cosas y tenemos que hacer algo para prevenir el siguiente año una tragedia, captar y aprovechar la poca agua de lluvia que caiga, porque no tenemos obras que almacenen ese vital líquido, es algo muy costoso”, dijo García Zertuche, quien resaltó que sí se ocupa el recurso de la Federación.