Estados Unidos.- El productor cinematográfico Kevin Francis presentó una demanda contra la recreación digital del Grand Moff Tarking de Peter Cushing que hizo Disney en Rogue One: A Star Wars Story.

Según informó el Times un viejo amigo del fallecido Peter Cushing entabla juicio contra Lucasfilm y Lunak Heavy Industries por recrear digitalmente la imagen del actor en Rogue One: A Star Wars Story.

Según el informe, el productor Kevin Francis, que hizo varias películas con Cushing incluyendo The Ghoul, Legend of the Wereworlf y The Masks of Death, afirma que “el actor acordó no otorgar permiso a nadie para reproducir su imagen por medio de efectos especiales sin su autorización”. Supuestamente Cushing “firmó el acuerdo para no permitir que se usara su imagen sin el permiso de Francis en 1993, durante los preparativos para una película de TV llamada A Heritage of Horror, que nunca se terminó de hacer”.

Aunque la demanda de Francis pareciera ser endeble en un principio, se informa que “El grupo Disney que hizo Rogue One no presentó el lunes la declaración de Francis de ‘enriquecimiento injusto’ que la Corte Suprema de Londres descartó”. Luego de la apelación de Disney, el juez Tom Mitcheson declaró que “no estaba convencido” de que Francis pudiera ganar su juicio, aunque añadió: “Tampoco estoy convencido de que no se pueda argumentar este caso al punto requerido como para un juicio abreviado o para falta de mérito”.

Menos de medio millón de libras

La compañía die Francis, Tyburn Film Productions, supuestamente reclama menos de 500.000 libras esterlinas por perjuicio, y “demanda a los ejecutores de la herencia de Cushing, ya fallecidos, y a Associated International Management, la agencia que representó a Cushing hasta su muerte”. En la corte, Disney se defendió afirmando que “no creía que hiciera falta permiso para recrear a Cushing debido a los términos de su contrato en la película original y a la naturaleza de los efectos especiales”, es decir, una reconstrucción digital del actor sobre un doble de cuerpo que interpretó el actor Guy Henry, desarrollo de efectos especiales que en 1993 apenas podía imaginarse. Con todo, Disney acordó pagarle a los herederos del actor “unas 28.000 libras esterlinas” por el uso de su aparición en Rogue One. Y debido a esto la compañía cree que no hay argumento de “enriquecimiento injusto”, ya que Disney atestigua ser “comprador bona fide del valor” de los derechos a la imagen de Cushing y al derecho a resucitar digitalmente a Gran Moff Tarking de Star Wars: A New Hope.

Aunque parezca extraño que Francis tuviera la visión de futuro de considerar el uso de la imagen póstuma de Cushing en películas futuras, se informa que la muerte de Brandon Lee en el set de The Crow también tuvo algo parecido en 1993 (el mismo año en que se dice que el actor y el productor llegaron a un acuerdo) y de cómo se completó y estrenó la película con el uso de “dobles de cuerpo y efectos especiales”.