Washington, D.C.– Estados Unidos llevó a cabo una doble jornada de ejecuciones este martes, aplicando la inyección letal a dos condenados a muerte en Florida y Misuri, respectivamente. Estos casos se suman a la cifra más alta de ejecuciones en el país desde 2013.

En Florida, Samuel Smithers, de 72 años, fue ejecutado a las 18:15 horas locales. Smithers fue condenado en 1999 por los asesinatos de Christy Cowan y Denise Roach, dos mujeres a las que había contratado para tener relaciones sexuales en 1996 en Tampa, y cuyos cuerpos fueron hallados golpeados y estrangulados en un estanque.

Con esta ejecución, Florida eleva a 14 su número de aplicaciones de la pena capital en lo que va de 2025, la cifra más alta registrada por ese estado.

Casi simultáneamente, en Misuri, fue ejecutado Lance Shockley, de 48 años, por el asesinato en 2005 del sargento de policía Carl Graham. Shockley abatió a tiros al oficial en una emboscada en su casa. El gobernador de Misuri, Mike Kehoe, había rechazado la solicitud de clemencia de Shockley el lunes.

Aumento de la pena de muerte y nuevos métodos

Las ejecuciones de este martes se enmarcan en un repunte significativo de la pena de muerte en Estados Unidos. En lo que va de 2025, se han registrado 37 ejecuciones, superando las 25 de todo el año anterior y siendo la cifra más alta desde 2013.

Este incremento se concentra en pocos estados: Florida (14), Texas (5), Carolina del Sur (4) y Alabama (4) concentran la mayoría.

Próximas ejecuciones programadas para la semana:

– Misisipi: Charles Crawford, de 59 años, será ejecutado el miércoles por la violación y asesinato de la estudiante universitaria Kristy Ray en 1994.

– Arizona: Richard Djerf, de 55 años, será ejecutado el viernes por los asesinatos de cuatro miembros de una familia de Phoenix en 1993.

La inyección letal sigue siendo el método dominante (31 de 37 ejecuciones). No obstante, la diversificación de métodos ha generado controversia, con la aplicación de la hipoxia por nitrógeno y el fusilamiento en algunos casos.

Florida, además, ha avivado el debate legal y ético al aprobar una ley que amplía los métodos de ejecución a “cualquier método no considerado inconstitucional”. Actualmente, la pena de muerte está abolida en 23 estados, con tres más manteniendo moratorias.