“La violencia es el último recurso de los incompetentes.” I. Asimov
Alejandro Moreno es por mucho el peor Presidente que ha tenido el PRI con la pérdida de 10 gubernaturas, 5 millones menos de militantes, y el número de senadores más bajo en la historia del partido, que por primera vez no tendrá una vicepresidencia en esa cámara. A esto se le agrega su reelección a puerta cerrada, tan cerrada, como la camarilla que lo aupa entre los que medra Rubén Moreira.
Desde su Constitución en 1929 el entonces PNR encontró mecanismos autoritarios que permitieron la consolidación del aparato estatal. A través de la construcción del mito de la revolución institucionalizada y se impidió la instauración de prácticas democráticas.
Con la llegada del neoliberalismo, se declaró agotada esta construcción histórica y en lugar de reinventarse fue sustituida por el cinismo.
La idea de la violencia política fue desarrollada por George Sorel del cual el fascismo reinterpretó elementos, como la primacía de lo irracional, el poder del “mito” revolucionario y la importancia de la acción violenta para la movilización de masas, pero desplazando su base de la lucha de clases proletaria a la comunidad nacional.
Luego de la agresión del dirigente nacional del PRI, en contra del presidente de la mesa directiva del Senado, dentro del recinto legislativo se hablaba de una falta de control de la ira y una debilidad emocional, por parte de Alejandro Moreno. No hay tal, la violencia política es una manifestación de dominio utilizada para imponer y obstaculizar el ejercicio de derechos políticos. Este acto contra una persona es en realidad contra las instituciones democráticas y la confianza pública.
El viernes, la bancada priista, como los señoritingos aspirantes a la escuela militar, que torturaban y asesinaban a Gustavo Madero, mientras le gritaban, llorón, chillaban los mismos mientras el senador Noroña hacía uso de la tribuna.
…
La violencia del dirigente no es ira ciega, es odio de hielo y muerte.
Desaparece la palabra
Para recordar el final del mito
Toda la historia fue para nadie.
Solemne envoltura de la nada.
Cuento de una golondrina que impuso alguna vez infierno.
Hoy agita sus alas en el polvo.
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