La Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) alberga tres hospitales: El Hospital Universitario de Saltillo (HUS), el Hospital Universitario de Torreón y el Hospital Infantil Universitario de Torreón. Nuestra universidad pública es la única que tiene en su estructura tres nosocomios. De éstos, el HUS siempre ha estado sumido en la corrupción, a tal grado que su funcionamiento ha sido considerado una carga para las finanzas universitarias, debido a que a ningún rector le ha importado terminar con ese flagelo, al contrario, al parecer la han fomentado nombrado de director a personajes que la promueven, y cuyos equipos directivos se convirtieron en pandillas depredadoras.
Producto de la corrupción, se sabe que la pasada Administración municipal, la de José María Fraustro Siller, quien ocupó sus servicios hospitalarios en darle atención de salud a los empleados municipales, le adeuda al HUS 27 millones de pesos que la actual administración no reconoce, pero al negarse a pagar el adeudo dieron por terminada su relación con el HUS y le giraron instrucciones al personal municipal de que se atendieran en el Hospital General, pero este servicio no es para todos, sino para los empleados de bajo salario, pues a los funcionarios de altos sueldos y a los “compromisos” o recomendados los seguirán enviando a la Clínica Bosco, propiedad del dirigente nacional del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, quien casualmente es un precandidato gubernamental por Morena.
A la Clínica Bosco, según se dice, le pagaban 5 o más millones de pesos mensuales, pero muchos de los servicios de salud que facturaron en la clínica particular eran de los “compromisos” o recomendados por cirugías estéticas. Además de los 27 millones de pesos que el municipio de Saltillo le debe al HUS, también se dice que el HUS tiene un adeudo de 19 millones de pesos con HISA Farmacéutica, S. A. de C. V.
El HUS tiene una larga historia de corrupción. A mediados de enero de 1995, las trabajadoras del HUS denunciaron al director Miguel Ángel Talamás Dieck, debido a que al inicio de año incrementó las tarifas de los servicios hospitalarios, les quitó el servicio médico a los trabajadores y a sus parientes directos, y prescindió de los suplentes que cubrían vacaciones, incapacidades y permisos de las trabajadoras de base.
Ante la sordera del director, las empleadas bloquearon el acceso a las oficinas administrativas y elaboraron un pliego petitorio que incluía: la destitución del director y el subdirector, la eliminación de compensaciones para los favoritos de la dirección, la reducción de las tarifas hospitalarias y la reinstalación de los trabajadores despedidos injustamente.
Desde su inicio, el movimiento laboral tuvo en contra al rector Alejandro Dávila Flores y al entonces Gobernador, Rogelio Montemayor Seguy, quienes hostigaron, amedrentaron y denunciaron penalmente a 28 trabajadoras, las querían encarcelar y utilizaron todo el poder del estado para lograrlo, debido a que el Gobernador con la complicidad del rector, quería privatizar el HUS, y el pretexto era, que constituía una enorme carga financiera para la universidad. Lo que las trabajadoras deseaban era que el HUS continuara siendo el Hospital Civil de Saltillo, tal y como lo había sido por décadas.
Las trabajadoras lograron ser escuchadas, debido a que acudieron a plantear su problema al secretario de Gobernación, Esteban Moctezuma Barragán, quien apoyó sus demandas, y ordenó la forma en que se resolvería el asunto, dándole la razón a las trabajadoras del HUS.
Pero ésta no fue la única vez que las trabajadoras defendieron al HUS de la corrupción. Al inicio del rectorado de Óscar Villegas Rico (1978-1984) tomaron las oficinas administrativas del nosocomio, exigiendo la destitución del director, Dr. Jorge Fuentes Aguirre, el subdirector Dr. Raymundo Verduzco Rosán y la jefa de enfermeras Sofía Ríos Salazar, a quienes acusaban de prepotentes, arbitrarios y de mantener una gran corrupción en el HUS.
Las trabajadoras lograron la destitución de los funcionarios, pues se recolectaron muchas evidencias de la corrupción imperante, en donde se encontró de todo: facturas con precios elevados, trabajadores pagados por el hospital que prestaban servicio en las casas de los funcionarios del HUS y de la UAdeC, moches por adquisición de insumos y medicamentos y todo tipo de gastos pagados con recursos hospitalarios. La lista de corruptelas se le entregó al rector Villegas Rico, quien la guardó “para no politizar el asunto”. Lo cierto es que en la corrupción del HUS estaban involucrados personajes afines al rector. Se recibió el HUS con trabajadores pagados por el hospital que servían de sirvientas, cocineras, vigilantes, jardineros y choferes en las casas de algunos funcionarios villeguistas, entre ellos, los hermanos Valdés Valdés: Valeriano, Francisco y Sergio.
Se nombró director al exrector Dr. Arnoldo Villarreal Zertuche, quien estuvo al frente del HUS los siguientes tres años, en cuyo periodo de tiempo se consiguió que el hospital funcionara con números negros y sin corrupción, siendo la única etapa de salud contable que experimentó el nosocomio en toda su historia universitaria, pero la corrupción nunca fue erradicada, desde entonces cada director ha sido señalado por sus corruptelas en perjuicio de las finanzas del HUS.
Del actual director, Lauro Cortés, se cuentan muchas historias, aunque bastaría con el adeudo del municipio de Saltillo de 27 millones de pesos, los 19 millones que se adeudan a HISA Farmacéutica y las cirugías estéticas de los “compromisos” y recomendados, atendidos en la Clínica Bosco, para que fuera llamado a rendir cuentas. Quizás por eso, ahora tienen hurgando en la contabilidad del HUS a los auditores de la federación y del estado.
Mientras tanto, el HUS continuará sobreviviendo a la corrupción, que se instaló en la UAdeC para nunca abandonarla. Si no, que le pregunten a los exrectores y exgobernadores que tomaron a la universidad como su caja chica.
Preguntas huérfanas
¿Hasta cuándo se dará cuenta Claudia Sheinbaum que México está a la deriva por la inseguridad, la corrupción, la enorme deuda pública, su alianza con el crimen organizado y la incapacidad de gobernar de los obradoristas?
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