Saltillo, Coah.- Si la reacción política que vivió la Facultad de Jurisprudencia de la UAdeC se aplicara en Coahuila, ya no habría autoridades. Lo evidente resultó de un motivo: mientras alumnos estudiaban en salones mal acondicionados, el director Luis Efrén Ríos Vega remodeló su oficina con 271 mil pesos.

Bastó evidenciar las cifras del despilfarro a favor de unos cuantos para que más de 400 alumnos firmaran un referéndum solicitando la renuncia del director, y con ella llegó también la de su secretario Académico, Carlos Arredondo Sibaja, otro de los beneficiados de su gestión.

Los números son indignantes. Ríos Vega ganaba 99 mil pesos, sueldo por encima de cualquier secretario en el Gobierno del Estado; tenía una puerta electrónica de 19 mil pesos para entrar a su oficina, más cara que lo que gana un regidor en Arteaga. Mientras que Carlos Arredondo recibía 49 mil pesos, 13 mil más que el Alcalde de Monclova, quien percibe 36 mil pesos al mes.

Entre la remodelación de las oficinas de Carlos Arredondo, Irene Spigno y Maleni López suman 332 mil pesos, que es mucho más de lo que recaba la Facultad por ingresos propios, que según el presupuesto en su página de transparencia, son 239 mil 907 pesos.

Dos días de protesta terminaron con un grupo en el poder de la Facultad que incuba a los políticos, diputados, alcaldes y gobernadores de Coahuila. Habrá que ver si esos 400 alumnos indagan también la corrupción y el despilfarro de los gobiernos municipales y estatales.

Hace falta que observen que hay más Luis Efrenes y Carlos Arredondos; que apliquen la grilla que usaron para hacer renunciar a otros que evidentemente se están sirviendo con la cuchara grande mientras disfrutan del poder. Si eso pasara, ya no quedarían autoridades en Coahuila.