Tarragona.- La Policía ha resuelto en España un asesinato cometido en 2004 que estaba a punto de prescribir penalmente, con la detención de uno de los supuestos autores y la identificación de otro ya fallecido.

Según informaron este viernes la Policía española y los Mossos d’Esquadra, la Policía regional de Cataluña, en tres meses iba a prescribir el asesinato de un hombre que desapareció en 2004 en la ciudad de Reus, en la provincia de Tarragona.

La investigación se remonta a septiembre de 2004, cuando la familia de la víctima denunció su desaparición ante la Policía española, después de que el hombre saliera precipitadamente de su domicilio y no volviera a dar señales de vida.

Según la Policía, para desviar la atención, los autores del crimen simularon la marcha voluntaria del hombre al extranjero, pues aparcaron su coche cerca de la estación de tren de Tarragona y realizaron llamadas con información falsa.

En 2021 fue hallado el cuerpo de un hombre enterrado en una finca rústica de esta provincia cubierto con una manta y una lona y atado con eslingas.

La investigación, entonces en manos de los Mossos, confirmó la muerte violenta, aunque no se pudo identificar al fallecido.

Tres años después, en febrero de 2024, la investigación dio un giro radical cuando la hermana de la víctima explicó a los Mossos que un conocido del desaparecido había revelado a un familiar los nombres de las personas que lo habían matado.

Esta información permitió reactivar el caso justo cuando se acercaba el límite legal de los 20 años para su prescripción.

Gracias a una actualización de la base de datos del Centro Nacional de Desaparecidos y al cruce de perfiles genéticos, los investigadores confirmaron que los restos hallados correspondían al hombre desaparecido.

La Policía española y los Mossos constituyeron un equipo conjunto de investigación.

Al parecer, la expareja de la víctima y el hombre con el que mantenía una relación sentimental en ese momento le engañaron para que fuese a una finca aislada con la intención de asesinarlo con un arma blanca y quedarse con su empresa de extintores.

El cadáver fue enterrado a unos 700 metros de la vivienda de los supuestos autores.

Un equipo forense desplazado desde Madrid detectó lesiones en el húmero y costillas compatibles con heridas de arma blanca, confirmando la hipótesis del homicidio pese al deterioro de los restos.

La detenida ha ingresado en prisión provisional a la espera de juicio, según la Policía.