Estamos acostumbrados a ver de lejos las constantes guerras y guerrillas en el Medio Oriente, como algo lejano a México, sin embargo, en esta ocasión, el conflicto pudiera tener un impacto económico inmediato para nuestros bolsillos, ya que se involucra a la nación iraní, que no sólo es un proveedor importante de petróleo, sino que domina el llamado estrecho de Ormuz, que es un canal marítimo por donde transitan los barcos que surten el crudo de Medio Oriente hacia Asia.
El cierre de este canal, por decisión de Irán, sofocaría los precios del petróleo en el mercado internacional derivando en un aumento significativo del precio del barril, actualmente está en $77 (Brent) y analistas estiman pudiera llegar hasta $120 o $150 dólares, lo cual es un aumento alarmante de casi el 100%, lo que implicaría un aumento de la gasolina en un 60% en el peor de los casos.
En México, importamos la mitad de la gasolina que consumimos, por lo que esa gasolina importada de Estados Unidos, estaría sujeta al impacto en el precio internacional. Y si aumenta la gasolina aumenta todo, por lo que la inflación podría dispararse, aunado a una devaluación del peso que encarecería aún más la gasolina importada. Si el conflicto es pasajero y la logística del petróleo no se ve afectada, pasaríamos por un episodio más de ver la guerra desde lejos, pero si la guerra perdura y se ve afectada la logística petrolera, nos podría llevar a escenarios de una recesión.
En resumen: Si aumenta la gasolina significativamente, aumenta el dólar, aumenta la inflación, aumentan las tasas de interés (para contener la inflación), y la inversión extranjera disminuye, por lo que disminuye el empleo. A México nos llevaría a un escenario de estanflación con miras a recesión económica.
La decisión de Estados Unidos de involucrarse o no en el conflicto, será tomada en un par de semanas según lo dijo Donald Trump, mi opinión es que estarán esperando si Israel puede controlar la situación y dar un golpe duro contra Irán, a fin de obligarlo a negociar un acuerdo nuclear que lleve a la paz. Pero si eso no sucede, y el país persa sigue en la pelea e impacta a Israel, como lo ha hecho en los últimos días, Israel buscará a su hermano mayor que lo defienda.
Si decide hacerlo, Estados Unidos pudiera intervenir de manera indirecta, proveyendo misiles, logística, recursos, como lo venía haciendo con Ucrania. Esto sería preocupante ya que, podría llevar a que otras potencias enemigas de Occidente apoyen de igual manera a Irán, “guerras proxy” les llaman, como paso en Vietnam, Corea, Afganistán o Ucrania.
A Rusia le conviene que Estados Unidos abra otro frente porque así descuida Ucrania, además que un cierre del estrecho de Ormuz obligaría a que más países árabes les compren petróleo a ellos, y a un precio más alto. Sin embargo, Putin ha sido moderado en decir que Rusia no se involucraría en este conflicto.
Si no se controla a tiempo el conflicto Irán-Israel, puede traer consecuencias económicas para el mundo entero, la buena noticia es que la diplomacia aún tiene espacio para evitar una catástrofe mayor, veremos en dos semanas.
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