Saltillo

Publicado el domingo, 28 de diciembre del 2025 a las 05:00
Saltillo, Coah.- La llamada cuesta de enero acecha con fuerza en los hogares coahuilenses. Luego de las celebraciones decembrinas —posadas, cenas familiares, intercambios y regalos— el inicio del año trae consigo pagos acumulados, deudas y un necesario reajuste en la economía familiar.
Frente a este panorama, trabajadores, comerciantes y familias coinciden en que el primer mes del año exige mesura, planeación y, para muchos, un refuerzo espiritual que ayude a atraer mejores tiempos económicos.
En colonias populares, mercados y zonas comerciales de la ciudad, el mensaje se repite: enero siempre cuesta. Para María Elena González, empleada administrativa de 42 años, el inicio del año representa un periodo de contención.
“En diciembre uno se emociona y gasta de más. Ya en enero nos sentamos a ver qué se debe y qué se puede recortar. Dejamos de salir y ajustamos el súper”, comentó.
El impacto económico posterior a las fiestas no distingue sectores. José Luis Ramírez, obrero de 35 años, aseguró que aprendió a combinar las tradiciones de Año Nuevo con una mayor conciencia financiera.
“ Yo sí creo en los rituales, pero también en no gastar en cosas innecesarias. El ritual te da ánimo, pero el dinero se cuida con disciplina. En lo personal sí hago mis rituales de Año Nuevo, pero también sé que si no me controlo, no hay milagro que alcance. Este año reduje compras y estoy pagando poco a poco lo que debo”, señaló.

Para muchos hogares, la cuesta de enero representa un periodo de reorganización que implica modificar hábitos, evitar compras impulsivas y priorizar pagos esenciales como renta, servicios y colegiaturas.
Crédito responsable para iniciar el año
De cara a este escenario, los trabajadores saltillenses han comenzado a reconfigurar sus finanzas personales mediante el uso responsable de créditos, principalmente a través del Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores (Fonacot), informó Héctor Martínez Valdés, director estatal del organismo.
De acuerdo con el funcionario, durante la temporada decembrina no se ha registrado un incremento atípico en las solicitudes de préstamos, sin embargo, la demanda se mantiene constante y dentro de los parámetros normales, con un promedio de 220 créditos autorizados diariamente en la capital del estado.
“
La afluencia no ha bajado, y eso se debe a que mucha gente busca capitalizarse nuevamente. La tendencia que estamos observando es que los trabajadores liquidan adeudos para renovar su crédito, o bien, solicitan uno nuevo para enfrentar compromisos financieros próximos”, explicó Martínez Valdés.
Contrario a la creencia de que los créditos de fin de año se destinan únicamente al consumo propio de las fiestas decembrinas, el titular de Fonacot en Coahuila destacó que una parte importante de los solicitantes actúa de manera previsora.

“ Hay de todo: personas que buscan un ingreso extra para las compras decembrinas, pero también trabajadores muy responsables que prefieren liquidar adeudos y llegar limpios al próximo año, listos para volver a capitalizarse”, señaló.
Laura Martínez, madre soltera y empleada de una tienda de autoservicio, aseguró que anticiparse será la clave para empezar con tranquilidad el 2026.
“Usaré el crédito para pagar la tarjeta y algunos servicios. Así enero no me pega tan fuerte. Y claro que compraré mis amuletos, pero también hice cuentas”, expresó.
Fe, planeación y esperanza
Para don Ernesto Salazar, jubilado de 63 años, la clave está en combinar todas las herramientas disponibles.
“Yo hago mis cuentas, gasto lo necesario y también hago mis rituales. No está de más pedir que el dinero rinda”, expresó.
Así, entre la disciplina financiera, el uso responsable del crédito y las tradiciones populares que se resisten a desaparecer, los trabajadores enfrentan una vez más la cuesta de enero, apostando no sólo a la fe o al financiamiento, sino a una mayor conciencia económica para sortear los retos que siempre llegan tras las fiestas decembrinas.
Valor especial
Uno de los artículos más solicitados es el tradicional borreguito de la abundancia, una figura decorativa que simboliza prosperidad y crecimiento económico.

De acuerdo con los vendedores, se recomienda colocarlo en la entrada del hogar o del negocio para “abrir los caminos del dinero”.
“ El borreguito se vende mucho porque representa que siempre hay algo que comer y que el trabajo no falta”, explicó Mary. “Muchos lo compran después de gastar en diciembre, con la esperanza de que el año se acomode”.
Además de los amuletos, las limpias energéticas son uno de los rituales más solicitados. Juan, comerciante del mercado, detalló que estas prácticas buscan eliminar la “mala racha” del año anterior.
Las limpias suelen acompañarse de veladoras verdes, monedas, sahumerios y lociones específicas para el dinero.
De acuerdo con los comerciantes, estas prácticas no sustituyen el trabajo ni el ahorro, pero ayudan a fortalecer la confianza de quienes las realizan.

Cifras que reflejan confianza… tradiciones que dan tranquilidad
Durante diciembre, Fonacot ha colocado 166 millones de pesos únicamente en Saltillo, con más de 5 mil créditos otorgados en lo que va del mes.
A nivel anual, el organismo superó su meta, alcanzando 3 mil 676 millones de pesos colocados, por encima de los 3 mil 400 millones proyectados.
El monto promedio de los créditos oscila entre los 31 mil y 32 mil pesos, lo que refleja tanto una percepción salarial estable como el acceso a financiamientos con tasas de interés bajas, al tratarse de una institución gubernamental.
Prioridades
Los vendedores coinciden en que las prioridades de la clientela han cambiado.
Antes vendíamos más cosas para el amor, ahora casi todos preguntan por estabilidad económica”, comentó una comerciante. “El amor puede esperar, pero los recibos no”, añadió entre risas.
Incluso jóvenes y familias completas acuden al pasillo de las hierbas en busca de alternativas espirituales para enfrentar la incertidumbre económica que caracteriza los primeros meses del año.

Testimonios
“
La gente pide limpias con ruda, albahaca, pirul y esencias especiales. Dicen que quieren empezar de cero, sin deudas ni problemas”, expresó Juan, comerciante.
“ El ritual te da ánimo, pero el dinero se cuida con disciplina. En lo personal, sí hago mis rituales de Año Nuevo, pero también sé que si no me controlo, no hay milagro que alcance”, señaló José Luis Romero, obrero.
“ Mucha gente busca capitalizarse nuevamente. La tendencia que estamos observando es que los trabajadores liquidan adeudos para renovar su crédito, o bien, solicitan uno nuevo para enfrentar compromisos financieros próximos”, explicó Héctor Martínez Valdés, director estatal del Fonacot.
La colocación de créditos se mantiene constante y dentro de los parámetros normales, con un promedio de 220 créditos autorizados diariamente en la capital del estado.
La afluencia no ha bajado, y eso se debe a que mucha gente busca capitalizarse nuevamente”, explicó Martínez Valdés.
Contrario a la creencia de que los créditos de fin de año se destinan únicamente al consumo propio de las fiestas decembrinas, el titular de Fonacot en Coahuila destacó que una parte importante de los solicitantes actúa de manera previsora.

“ Hay de todo: personas que buscan un ingreso extra para las compras decembrinas, pero también trabajadores muy responsables que prefieren liquidar adeudos y llegar limpios al próximo año, listos para volver a capitalizarse”, señaló.
Laura Martínez, madre soltera y empleada de una tienda de autoservicio, aseguró que anticiparse será la clave para empezar con tranquilidad el 2026.
“ Usaré el crédito para pagar la tarjeta y algunos servicios. Así enero no me pega tan fuerte. Y claro que compraré mis amuletos, pero también hice cuentas”, expresó.
Fe, planeación y esperanza
Para don Ernesto Salazar, jubilado de 63 años, la clave está en combinar todas las herramientas disponibles.
“Yo hago mis cuentas, gasto lo necesario y también hago mis rituales. No está de más pedir que el dinero rinda”, expresó.
Así, entre la disciplina financiera, el uso responsable del crédito y las tradiciones populares que se resisten a desaparecer, los trabajadores enfrentan una vez más la cuesta de enero, apostando no solo a la fe o al financiamiento, sino a una mayor conciencia económica para sortear los retos que siempre llegan tras las fiestas decembrinas.

Cruce de perspectivas
Más allá de los números y la planeación financiera, la cuesta de enero también se enfrenta desde lo simbólico.
En el pasillo de las hierbas del Mercado Damián Carmona, ubicado en la Zona Centro de Saltillo, los comerciantes aseguran que cada inicio de año se incrementa la afluencia de personas que buscan rituales para atraer dinero, estabilidad y trabajo.
“ Este es nuestro mejor momento del año”, comentó Rosa María, comerciante con más de 20 años en el pasillo. “La gente llega preocupada, preguntando qué puede hacer para que el dinero rinda, para que no falte el trabajo o para pagar deudas”, señaló.
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