Negocios
Publicado el domingo, 16 de noviembre del 2025 a las 04:00
Saltillo, Coah.- El Buen Fin volvió a encender la euforia comercial en la ciudad. Desde los grandes centros comerciales hasta el primer cuadro, Saltillo vivió un fin de semana que dejó tiendas saturadas, pasillos repletos y un flujo de compradores que prácticamente tomó cada rincón donde hubiera una oferta visible.
En plazas como Galerías, Plaza Real, Sendero Sur y Nogalar, las primeras horas del día iniciaron con estacionamientos casi llenos y negocios operando a máxima capacidad. Las tiendas departamentales y de electrónicos fueron las más buscadas: pantallas, celulares, línea blanca, ropa y calzado salieron de los anaqueles con una velocidad que no se veía desde el último fin de año. Los descuentos —en algunos casos superiores al 50 por ciento— encendieron la fiebre de compra y mantuvieron largas filas durante toda la jornada.
El Centro Histórico, sin embargo, fue el punto más caliente. Calles como Juárez, Aldama, Victoria y Allende lucieron abarrotadas de personas que se movían en oleadas constantes entre zapaterías, boutiques, tiendas de tecnología y comercios tradicionales. Los negocios pequeños también vivieron su propio “boom”, con vitrinas repletas y compradores que entraban uno tras otro sin dar tregua a los empleados.
Ante la enorme afluencia, la Policía Municipal desplegó operativos pedestres en los cruces más transitados del primer cuadro, así como en las inmediaciones de tiendas departamentales y centros comerciales. Elementos de Proximidad y de Tránsito realizaron recorridos permanentes para salvaguardar a los consumidores, evitar incidentes y agilizar el movimiento de peatones en zonas críticas. El patrullaje se reforzó a pie para facilitar la respuesta ante cualquier emergencia y mantener presencia visible entre el mar de compradores.
Los agentes también apoyaron en la regulación del tráfico vehicular, que se vio retado por la alta concentración de visitantes, muchos provenientes de municipios cercanos como Ramos Arizpe y Arteaga. Pese al flujo intenso, los operativos permitieron mantener el orden y asegurar que la experiencia de compra transcurriera con relativa fluidez.
Con tiendas llenas a más no poder, calles rebosantes y un ambiente de consumo que tomó la ciudad por completo, El Buen Fin volvió a demostrar el peso económico y social que tiene para Saltillo. Un fin de semana en el que el comercio local se movió con fuerza… y la gente también.
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