Saltillo|Monclova|Piedras Negras|Acuña|Carbonífera|TorreónEdición Impresa
Estrategia en La Laguna es prioridad: Godoy; logra modelo coahuilense blindaje Arman encuentro Manolo Jiménez y Harfuch, acuerdan coordinación Encontrarán fanáticos tarifas altas en hoteles; pone a prueba Mundial también a restaurantes en Saltillo Nombran a saltillense David Boone como fiscal especializado en nueva FGR de Ernestina ¡Tendrá México rivales a modo!, inaugura tri ante Sudáfrica

Zócalo

|

     

Opinión

|

Información

< Opinión

 

Coahuila

Fue tu mamá

Por Jorge A. Meléndez

Hace 2 horas

PERIODISTA: ¿Sabe el presidente Trump el significado de Budapest? En 1994 Rusia prometió, en Budapest, que no invadiría Ucrania si esta se deshacía de las armas nucleares que había heredado cuando se desbandó la URSS. ¿No se da cuenta de que Ucrania puede objetar esta sede? ¿Quién sugirió Budapest?

KAROLINE LEAVITT, SECRETARIA DE PRENSA DE LA CASA BLANCA: Fue tu mamá.

PERIODISTA: ¿Esto te parece gracioso?

K. LEAVITT: Es gracioso que tú te consideres un periodista. Eres un improvisado izquierdoso al que nadie toma en serio. Incluidos tus colegas en los medios, simplemente no te lo dicen de frente. Deja de mandarme tus preguntas “bullshit”, “sin ingenio y sesgadas”.

PERIODISTA: ¿Ya te sientes mejor? Puedes ahora contestar la pregunta. Por favor y gracias.

Aunque no lo creas, este es un intercambio reciente entre un periodista del Huffington Post y Karoline Leavitt, la secretaria de Prensa y vocera de Donaldo J. Trump.

Es una locura, porque francamente es una buena pregunta: incluye contexto, es interesante y profundiza sobre un aspecto relevante. Es una buena pregunta que merecería una respuesta seria.

Pero no.

La actitud no sorprende porque el Gobierno de Trump (como el de muchos gobiernos populistas, ¿verdad, doctora?) trata a cualquier cuestionamiento como un ataque de los enemigos de “Make America Great Again” o de “la 4ª transformación de México” o del eslogan que sea.

También es lógica la virulencia de la respuesta.

Aquí lo hemos dicho muchas veces: el tono del líder marca el tono de la organización. Y sobre todo cuando el jefazo es poderoso e implacable, tal como el actual ocupante de la oficina oval de la Casa Blanca.

Entonces es 100% lógico que Leavitt responda así porque sabe que Donaldo lo va a aplaudir. Sabe que Mr. Orange verá en ese “fue tu mamá” el mejor halago que puede recibir un narcisista: que lo imiten.

Pero no voy a quedarme sólo en comentarios y un análisis de cosas que serían mejor tratadas por especialistas en trastornos mentales.

Porque esto, bueno, quizá no tan exagerado, le puede pasar a cualquiera. Todos estamos expuestos a responder equivocadamente cuando lo hacemos presas de emociones fuertes, como el enojo.

Un fenómeno que se exacerba en la comunicación digital.

En inglés esto tiene un término: “flaming”, la tendencia a perder la etiqueta en la comunicación al usar el email (o mensajes digitales, WhatsApp, por ejemplo) en lugar de una llamada o charla en persona.

El “flaming” tiene un nombre en la sicología: “el efecto des-inhibidor online”. Estudios indican los factores que lo pueden provocar, como el anonimato, el ser invisible físicamente, el rezago entre envío y retroalimentación, el sentimiento exagerado de valía por estar solo frente a la pantalla y la falta de una figura de autoridad en el mundo on-line.

Este efecto des-inhibidor puede ser benigno -perder la timidez- o tóxico, el “flaming”.

¿Cómo evitarlo? Aquí te van algunos consejos del consultor Michael Hyatt: no copiar a “todo mundo” en la comunicación, escribir corto y conciso, ajustarse a los temas relevantes, no apresurar la respuesta, cuidar el tono, no comunicar para criticar, no contestar enojado (cuenta hasta 10, por Dios), no copiar a los jefes para presionar, no escribir todo en MAYÚSCULAS (equivale a gritar) y cuidar ortografía y sintaxis.

Excelentes, seguro te sirven.

Cierro con una reflexión: no todos los mensajes son iguales. No es lo mismo un diálogo de WhatsApp con amigos que una propuesta clave en una negociación que lleva meses.

Entonces, debemos cuidar mucho más las comunicaciones claves.

Dos consejos prácticos:

1. No las apresures. Déjalas madurar. La prisa siempre es mala compañía y debe ser la última opción.

2. Relee una y otra vez. Edita, ajusta, corrige, perfecciona.

La práctica siempre hace al maestro y una buena respuesta siempre minimiza el riesgo de que luego te regañe tu mamá.

O tu jefe. O de que fracase tu encomienda.

Posdata. Y hablando de sicopatías, qué triste ver que el tiempo no cura los odios de AMLO. Pues sí, no es una gripa. Puro pleito, qué fea forma de enfrentar la vida, ¿no crees?

 

En pocas palabras…

“Lo más importante al comunicar es escuchar lo que no se dice”.

Peter Drucker, gurú estadounidense.

 

Más sobre esta sección Más en Coahuila

Hace 2 horas

Pase directo

Hace 2 horas

Un nuevo Consejo Empresarial

Hace 2 horas

Ideología, expectativa y frustración