Saltillo, Coah.- La educación superior en Coahuila está rebasada: hoy están registradas 165 universidades privadas en el estado que atienden a más de 50 mil estudiantes.

Tan sólo en Saltillo hay 64 institutos particulares incorporados a la Universidad Autónoma de Coahuila y a la Secretaría de Educación, que ofrecen licenciaturas e ingenierías a miles de jóvenes que tienen que pagar más de 100 mil pesos por cursar una carrera de 3 años.

Sí, pero sin evaluación…

Y aunque la mayoría de estas universidades cuentan con el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE), ninguna está obligada a que sus egresados presenten el Examen General para el Egreso de la Licenciatura (EGEL), que es el instrumento de evaluación que determina si los graduados cuentan con los conocimientos y las habilidades que se consideran indispensables al término de su formación académica.

Pero no tienen otra opción, pues el sistema público está saturado: la Secretaría de Educación tiene a más de 113 mil alumnos matriculados en nivel superior, y la UAdeC más de 30 mil, lo que significa que 35% de los estudiantes de Coahuila tienen que recurrir a una institución privada.

Calidad educativa

Jesús Alberto Montalvo, director de Planeación de la Autónoma de Coahuila, encargado de otorgar las incorporaciones, asegura que nunca se había dado este boom de universidades privadas, por lo que la Ley General de Educación Superior ya creó el Sistema de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior, SEAES, para normar este fenómeno, pero aún no se aplica de forma obligatoria para todas las instituciones.

Explica que al no haber un examen de admisión para los alumnos, un proceso de selección para los docentes, ni programas educativos evaluados, la calidad de la educación disminuye exponencialmente.

“ No está probado que un programa educativo de 3 años transforme a un bachiller en un profesional de la educación superior con calidad y con las competencias, con los conocimientos y habilidades necesarias que requieren los empleadores”, afirma.

De ser así, añade, estas universidades obligarían a sus egresados a presentar el EGEL, como lo hacen las instituciones públicas, y su cuerpo académico pertenecería al Sistema Nacional de Investigadores.

Gana la necesidad…

Pero a la preocupación le gana la necesidad: alguien tiene que atender la gran demanda de jóvenes que desean estudiar una licenciatura, porque de ponerse estrictos y cerrar las instituciones que no cumplan con el mínimo de calidad, ¿a dónde irían?

“ Hoy lo que nos lleva a garantizar que estamos egresando profesionales con los conocimientos mínimos necesarios es a través de la medición de un organismo externo, si una universidad dice ‘yo estoy haciendo bien las cosas’, pues evalúa a una generación de egresados a través del EGEL del Ceneval; si más de 69% lo acredita, es que tú estás dentro de la media nacional de acreditación de un programa educativo; si está por debajo, algo se tiene que ajustar; pero si estás por debajo de un indicador de 45% de acreditación, algo está muy mal en la universidad”, apunta.

Incorporadas

Licenciaturas a bajo costo, en menos tiempo y con validez oficial, son algunas de las promesas que ofrecen los Centros educativos incorporados a Sedu y a la UAdeC, quienes solicitan requisitos como acta constitutiva de la Asociación o Patronato de la Escuela, reglamento interno, inventario de recursos humanos, un estudio de justificación de la demanda educativa, programas de estudio, perfiles profesionales, y cubrir la cuota anual de incorporación, entre otros.

Actualmente, la Universidad Autónoma de Coahuila tiene 51 universidades privadas incorporadas, de las cuales 23 están en Saltillo, Ramos Arizpe y Parras; 21 en Torreón, Francisco I. Madero y Matamoros; y 7 en Monclova, Frontera, Sabinas, Palaú, Nueva Rosita, Nava y Piedras Negras.

Y según los registros de la Sedu, de las 114 incorporadas, 43 están en Saltillo, 37 en Torreón, 13 en Monclova, 5 en Piedras Negras, y el resto en Acuña, Ramos Arizpe, Sabinas, Parras, Arteaga, Castaños, Cuatro Ciénegas, Matamoros, Nueva Rosita y San Pedro.

“ Nosotros tenemos un manual de procedimientos de auditoría, que la Dirección de Planeación ejecuta periódicamente y de manera aleatoria, o incluso por alguna queja que pueda existir por alguno de los usuarios, que es conveniente decirle a la sociedad que si tienen alguna queja con mucho gusto podemos atenderla, y hacemos esa auditoría, y si no cumple con la operacionalización de estos programas, como lo hace la Autónoma de Coahuila, entonces se le puede llegar en el último extremo a quitar la incorporación”, subraya Montalvo.