Sociedad
Por
Aleida Valero
Publicado el jueves, 13 de agosto del 2009 a las 14:05
Parras de la Fuente, Coah.- Aproximadamente a dos kilómetros hacia el poniente del centro, en lo alto de los cerros de Parras, se encuentra enclavada la Antigua Hacienda de Perote, rodeada en su mayoría de uva Leinor, originaria de la región, y el aroma de las bodegas vitivinícolas hacen de este lugar un paraíso del romance.
Con más de 400 años de existencia, la Antigua Hacienda de Perote alberga en su interior una de las tradiciones más arraigadas de Parras de la Fuente, la elaboración de vino con un proceso heredado de generación en generación que da a su producto la sensación de haber sido hecho en casa.
Como hotel hace sentir a los visitantes como hacendados importantes con lugares como la cueva de los murciélagos, que sirve como reserva natural, sin embargo el atractivo principal que logra transportar a las personas varios siglos atrás son las bodegas.
Ubicadas en el casco de la hacienda, las bodegas es donde comienza la tradición con la molienda de la uva en los meses de julio y agosto, que más tarde sale al mercado convertida en exquisitos vinos y aguardientes.
Antiguas Bodegas de Perote, encabezadas por Ignacio Chacón, a cargo de la empresa desde 1992, ofrece entre sus vinos:
» El Oporto elaborado con uva roja con nuez y con un añejamiento de dos años y medio a tres años.
Tinto Dulce elaborado con uva roja pura y tres años de añejamiento.
» Jerez dulce, se produce con uva roja y permanece de dos años y medio a tres en añejamiento; en esta bebida se conservan las semillas que son molidas para darle el toque especial y se recomienda usar el jerez en ponches.
» Moscatel se elabora con uva blanca con añejamiento de dos y medio a tres años; se recomienda como aperitivo.
» Sotol blanco y reposado, proviene del agave natural variando en su añejamiento.
» Brandy Coñac y Brandy tipo Español son vinos secos.
» Parrense blanco es aguardiente neutro, con esta bebida se pueden preparar margaritas, piñas coladas o clamatos.
Durante el recorrido por las bodegas de Perote abiertas al público por la 64 Feria de la Uva se puede apreciar el molino manual, que era utilizado hace más de 100 años, que ahora ha sido reemplazado por molinos eléctricos, de los que el zumo es transportado a la etapa de fermentación en contenedores de cemento de ocho toneladas de uva cada uno y que mantienen baja la temperatura durante 11 días.
Al término de este periodo, con bombas estratégicamente colocadas debajo de los contenedores, se extrae el jugo y es llevado al área de añejamiento, que a diferencia de las grandes empresas modernizadas, en Bodegas de Perote aún es en barricas de madera en donde reposa alrededor de un año.
En este momento se dividen los barriles para hacer la preparación según el tipo de vino que se pretenda elaborar y se vuelve a colocar en las barricas dejándolo reposar alrededor de tres años en los casos del tinto, el oporto, el jerez y el moscatel, y dos años para los brandis y aguardientes.
Con el vino ya listo, el último paso antes de la comercialización es el embotellamiento, en donde la maquinaria que impresionantemente es muy pequeña tiene la capacidad para llenar mil 200 botellas en ocho horas, dejando para culminar una muy agradable y recomendable visita una exquisita cata de los vinos producidos al norte de nuestro país y a sólo dos horas de la ciudad de Saltillo.
Con una experiencia que realmente no se puede perder, la 64 Feria de la Uva y del Vino de Parras 2009 continuará hasta el 23 de agosto, así que ya no hay nada que pensar para lanzarse a conocer las tradiciones de nuestra región.
Notas Relacionadas
Más sobre esta sección Más en Sociedad