México, DF.- Una ola de indignación se ha desatado en todo México por la saña del narcotráfico contra la familia del infante de Marina Melquisedec Angulo Córdova, única baja de las fuerzas militares en el enfrentamiento, el miércoles de la semana pasada en Cuernavaca, en el que murieron el narcotraficante Arturo Beltrán Leyva y seis de sus cómplices.

Organizaciones civiles que integran el Movimiento Blanco (MB) condenaron el asesinato y consideraron que la ejecución es una amenaza a las familias de los integrantes de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico.

El mensaje que los grupos del crimen organizado están enviando es que, si los tocan, las represalias serán también contra sus familiares, aseguró José Antonio Ortega Sánchez, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.

En conferencia de prensa, hizo un reconocimiento a la Secretaría de Marina y calificó el operativo de la semana pasada en Cuernavaca, Morelos, donde fue abatido Arturo Beltrán Leyva, como “una acción de inteligencia ejemplar, limpia, en la que se actuó con todas las previsiones”.

“La mamá, los hermanos y la tía del heroico marino fueron despiadada e irracionalmente asesinados, y otros parientes del mismo también fueron heridos. El dolor embarga a la Armada, a las familias y a los mexicanos bien nacidos. La solidaridad nacional se siente”, dijo.

Ortega Sánchez también salió en defensa del Gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame, y de los militares destacamentados en esa entidad, negando que tengan nexos con el crimen organizado y cuestionando, en cambio, el desempeño del delegado de la PGR en la entidad, Mauricio Saad.

“Es indispensable remover e investigar, inmediatamente, al delegado de la PGR en Morelos, porque ha habido capturas de presuntos delincuentes, con evidencias, que se ponen a su disposición y por detalles que él sólo encuentra, los libera o ni siquiera los recibe; su compromiso no es con la sociedad”, afirmó.

El poder del narcotráfico no se basa sólo en las armas y en la violencia, sino que además tiene gran capacidad para corromper, amedrentar y amenazar a policías, agentes del Ministerio Público e incluso periodistas.

Sin probar sus afirmaciones, José Antonio Ortega aseguró que “hay periodistas como alguno de ‘El Universal’ (al que se negó a identificar) y otro de ‘Proceso’ (Ricardo Ravelo) que manipulan la información para confundir al público haciendo pensar que el Gobierno de Morelos y los militares están involucrados en el crimen organizado.

LOS DETENIDOS

Las autoridades del estado de Tabasco informaron de la detención de cuatro presuntos miembros del cártel de los Beltrán Leyva vinculados a la matanza. Las autoridades confirmaron también, sin dar más detalles, la implicación en el crimen de policías municipales de Tabasco.

En el escenario del crimen se recogieron decenas de casquillos de fusiles de asalto R-15 y AK-47. Los investigadores sospechan que el crimen pudo haber sido cometido por un grupo de poderosos sicarios, un cártel extremadamente violento, aliado de los Beltrán Leyva y asentado en Tabasco. El caso correrá a cargo de la Procuraduría General de la República, según anunció Fernando Gómez Mont, titular de la Secretaría de Gobernación.

Los analistas mexicanos cuestionan ahora si el Gobierno subestimó la reacción de los delincuentes y si la venganza se debe sólo a la muerte del capo del narcotráfico o fue desencadenada por la posterior manipulación de su cadáver, que fue fotografiado cubierto de billetes.

La opinión pública también se cuestiona en qué medida los medios de comunicación han contribuido a la tragedia al difundir nombres y fotografías de los familiares que participaron en el funeral del infante de Marina que fue sepultado apenas ocho horas antes de que en la medianoche del lunes un grupo de sicarios perpetrara la matanza.

ATAQUES A CIVILES

Hasta el 15 de septiembre de 2008 –cuando en plena festividad cívica de la Independencia mexicana grupos criminales lanzaron granadas contra el gentío reunido en una plaza de Morelia, Michoacán, causando la muerte de ocho personas–, los distintos cárteles se habían limitado a atacar a sus rivales y a las fuerzas de seguridad; pero nunca a la población civil.

Con los asesinatos de los familiares del infante de Marina, los mexicanos se preguntan si se están enfrentando ya a una amenaza de terrorismo indiscriminado. El Congreso y la Iglesia católica han instado al Gobierno del presidente Felipe Calderón a no bajar la guardia.

LA MARINA MEXICANA INVESTIGARÁ ASESINATOS

Será un grupo especial de inteligencia de la Secretaría de Marina de México (Semar) el encargado de investigar y dar con el paradero de los asesinos de cuatro familiares del marino Melquisedet Angulo Córdova, quien cayó en el operativo que terminó con la muerte del capo de la droga Arturo Beltrán Leyva, denominado “El Jefe de Jefes”.

El equipo se coordinará con la Procuraduría General de la República (PGR), señaló “La Jornada”.

La Armada mexicana había revelado el domingo pasado la identidad del militar muerto en el operativo contra Beltrán Leyva, especificando que le sobrevivían tres hijos radicados en Tabasco.

La institución, luego del funeral, levantó el operativo de vigilancia que se había montado para proteger a la familia de occiso.

Después del ataque registrado contra la familia de Angulo Córdova, nuevamente militares acudieron a resguardar la casa.

De acuerdo con las primeras pesquisas, las sospechas apuntan a que los crímenes fueron una venganza de sicarios vinculados al cártel de los Beltrán Leyva.

Producto de los hechos, se ha reforzado la seguridad de las instalaciones de la Secretaría de Marina por el temor a un atentado.

MUERE OTRO FAMILIAR DE INFANTE DE LA MARINA

Paraíso, Tabasco.- Se eleva a cinco el número de víctimas que como un acto de venganza fueran asesinadas a manos de un grupo armado.

Esta mañana murió otra de las hermanas de Melquisedec Angulo Córdova, el marino abatido durante el operativo en contra de Arturo Beltrán Leyva.

Miraldelly Angulo Córdova, de 24 años de edad, permanecía en estado delicado luego de recibir varios impactos de bala, por lo que falleció en el hospital.

Con esta muerte se elevan a cinco las víctimas que como un acto de venganza fueran asesinadas a manos de un grupo armado la madrugada de ayer.

‘FOTOS NO; YA VEN LO QUE PASÓ’

Paraíso, Tabasco.- Milenio El comando de sicarios irrumpió a la medianoche en la parcela donde nació y vivió Melquisedet Angulo antes de irse a la Armada de México. Tras destruir el zaguán de la casa, los sicarios dispararon primero en 10 ocasiones al cuerpo a Josefa Angulo Flores, una mujer de 46 años de edad, tía del marino caído, quien atendía una papelería en este pueblo asentado a la orilla del mar.

Los sicarios avanzaron y descargaron siete balazos de AR-15 contra Yolidabey Angulo Córdova, joven de 21 años, morena, delgada y bajita de estatura, que horas antes había encabezado los funerales de su hermano mayor, despedido con honores por el presidente Calderón por su participación en el operativo contra Arturo Beltrán Leyva.

El comando continuó el asalto armado. Irma Córdova, la madre de Melquisedet, según la autopsia, sólo recibió un balazo. Pero a corta distancia, en la sien.

Los otros dos hermanos del marino, Benito y Miraldelly, no se toparon de frente con los asesinos de su familia; pero también fueron heridos. A Benito, de 27 años, le entró una bala por la axila y murió seis horas después en un hospital. La otra hermana, de 24, también terminó por sucumbir.

El ejido Quintín Arauz, donde está la parcela de los Angulo Córdova, es una ranchería a la orilla de la carretera que da la bienvenida a Paraíso, un pueblo de la costa del golfo donde los oficios de petrolero, marino y pescador son destino habitual de los jóvenes.

La parcela en la que sucedió la matanza está dividida con postes de un metro de altura y rejas con púas. Dentro hay tres edificaciones principales, una a medio terminar.

La familia Angulo Córdova dormía en la tercera edificación, cuyas paredes están pintadas de rosa y amarillo, además de tener artesanías de barro colgando en los cimientos.

En la entrada principal, justo por donde incursionó el comando, hay árboles de plátano, ciruela y papaya, así como un montículo de 20 sillas, bolsas negras con basura y una lona que se había usado por la tarde para cubrir del sol a quienes velaban a Melquisedet.

Poco antes de que el comando entrara a la casa, los lugareños de Paraíso habían asistido a los funerales más imponentes en su historia. De la casa de Melquisedet al cementerio municipal, bloqueando el paso de la carretera, cerca de 200 deudos y amigos caminaron un kilómetro y medio detrás del ataúd del marino, llevado por cuatro compañeros de armas y escoltado por otros ocho miembros de la Armada que caminaban a los lados, con paso marcial.

CUSTODIA MILITAR

Dos camiones blindados, uno adelante y otro detrás, completaban la ceremonia luctuosa que paralizó al pueblo, al igual que lo hizo ayer zozobra generada por la matanza sucedida en las horas siguientes.

Durante el entierro varias personas tomaron la palabra, pidiendo a sus familiares más cercanos recordarlo con alegría, pues había fallecido en cumplimiento de su deber, tal y como había dicho a unos reporteros la madre de Melquisedet. Encima de la modesta cripta –compartida con su abuelo– quedaron más de una docena de coronas y ramos de flores frescas. Al centro, una bandera de México creada con hojas de plátano verde y flores silvestres blancas y rojas.

La parcela de los Angulo Córdova era custodiada ayer por ocho miembros de las Fuerzas Armadas. Los pobladores, aunque se acercan a mirar la casa, a escudriñarla, advierten a la menor provocación: “Yo no sé nada. Ni se me acerque, joven”. Tienen mucho miedo. Unos pájaros enjaulados y un perro que ladra entre los soldados en guardia son el único ruido que le queda ahora a este sitio del ejido Quintín Arauz.

Por la colonia petrolera del pueblo, cerca de la calle Carlos Romero Deschamps, un modesto templo de la Iglesia adventista –de la cual son miembros los Angulo Córdova– era custodiado por casi 20 marinos mientras se velaban los restos de la mamá, tía y hermanos de Melquisedet. Entre los familiares del marino caído había malestar con la prensa.

Uno de ellos, joven y de brazos fornidos, decía amablemente: “Les vamos a pedir que no tomen fotos de los presentes. Por esas fotos y por la publicidad que hicieron de Melquisedet ya vieron lo que sucedió”.

Sepultan a las víctimas

Villahermosa, Tab.- Notimexn Los cuerpos de los cuatro familiares del marino Melquisedet Angulo Córdova, quienes fueron ultimados ayer en Paraíso, fueron inhumados esta tarde en esa localidad, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.

Los familiares y amigos que asistieron al sepelio, pasaron por revisión a cargo de personal de la Armada de México, los cuales se encargaron de la seguridad en el cementerio.

Durante el trayecto del cortejo fúnebre, la vigilancia fue reforzada por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal.

La madrugada de ayer fueron asesinados, Irma Córdova Pérez, sus hijos Benito y Yolidabey Angulo Córdova, así como Josefa Angulo Flores, en su casa ubicada en la ranchería Quintín Arauz.

La primera era madre de Melquisedet Angulo, quien murió durante el enfrentamiento contra el narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, el 16 de diciembre en Cuernavaca, Morelos; los otros dos eran hermanos y una tía.

Apenas la tarde del 21 de diciembre se habían realizado las exequias del propio tercer contramaestre de la Armada de México, en el mismo lugar.

El entierro ocurrió horas después que la Procuraduría General de Justicia (PGJ) presentó a cuatro presuntos implicados en el multihomicidio.

Homenaje a marino exhibió a familia

México, DF.- El Universal La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) pidió que se esclarezcan las razones por las cuales no se preservaron los datos personales del marino Melquisedet Angulo Córdova y en un acto público se exhibiera a sus familiares, quienes horas después fueron asesinados por sicarios en su domicilio en Tabasco.

En un comunicado el organismo lamentó en estos términos la ejecución de la madre, dos hermanos y una tía del marino que perdió la vida durante el operativo en el que fue abatido el miércoles pasado el narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, en Morelos.

El organismo indicó que “la discreción y confidencialidad son fundamentales para la preservación de la vida en el desempeño de tareas de alto riesgo, como son los operativos militares en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado”.

Destacó que “la rendición de honores a quien resultó víctima mortal en un enfrentamiento en la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada exhibió a sus familiares, quienes fueron víctimas de la delincuencia”.

Frente a este escenario la CNDH indicó que “es necesario que se esclarezca por qué no se preservaron los datos personales del marino Melquisedet Angulo Córdova”.

Se indicó que “ante estos hechos, el reconocimiento constitucional del derecho a la protección de los datos personales ha generado dudas razonables sobre su aplicación en nuestro país”.

Sin embargo, para la CNDH es urgente que la legislación mexicana cuente con leyes secundarias sobre el derecho a la privacidad, que correspondan a la protección establecida en la Constitución.