Las manifestaciones se llevaron a cabo tras la oración musulmana de los viernes, poco después de las explosiones que funcionarios estadounidenses presentaron como la respuesta israelí a los drones y misiles disparados por la República Islámica contra el territorio israelí el sábado pasado.
Las explosiones se produjeron en la zona de la ciudad histórica de Ispahán durante la madrugada y muchos iraníes se enteraron de ellas al despertar, sobre todo por las redes sociales. Así y todo, no parecían dispuestos a cambiar sus planes para el día de descanso semanal.
“ Iremos al parque. Todo está como antes, es una mañana de viernes normal”, afirmó Bahar, de 24 años, animadora de un centro educativo en Teherán, contactada por la AFP.
La mujer dijo que se enteró de las explosiones por la llamada de un amigo que vivía en el extranjero.
Las autoridades y los medios estatales restaron importancia a las explosiones, no reportaron daños ni heridos y afirmaron que estaban relacionadas con la destrucción por la defensa antiaérea de “objetos sospechosos” que volaban cerca de una base militar.
La guerra, “destructiva” para todos
Este “incidente” no fue mencionado por el presidente Ebrahim Raisi en el discurso que pronunció durante una gira por una provincia del noreste.
El tráfico aéreo, suspendido tras las explosiones, se restableció rápidamente, y varios aeropuertos restablecieron sus operaciones tras un breve cierre.
Mohsen, un taxista de Teherán, no oculta su temor a que la actual tensión degenere en un conflicto abierto entre Irán e Israel, dos potencias regionales.
“ La guerra es destructiva. No sólo para nosotros, sino para todo el mundo”, afirma este hombre, de 60 años.
“Estoy en contra de la guerra. No podemos estar satisfechos con la muerte de personas, ya sean iraníes, israelíes o de Gaza”, afirma parte Behruz, un bombero jubilado, de 71 años, al referirse a la guerra en referencia a la mortífera guerra que enfrenta desde hace más de seis meses a Israel con el movimiento islamista Hamás en la Franja de Gaza.
El ataque del sábado fue el primero lanzado directamente desde Irán contra Israel, en respuesta al bombardeo del consulado iraní en Damasco, atribuido al Estado hebreo, ocurrido el 1 de abril y que mató a siete miembros de la Guardia Revolucionaria iraní, dos de ellos generales.
“ Pero para Alí, un trabajador de 48 años, “si Israel quiere atacar a Irán, nuestro deber es defenderlo con valentía, porque Israel no tiene derecho a interferir en nuestro país”.
En Teherán y en varias ciudades las manifestaciones reunieron a algunos miles de partidarios del gobierno.
“Muerte a Israel”, “Muerte a Estados Unidos”, “Muerte a Gran Bretaña”, “Muerte a Francia”, gritaron los manifestantes que marchaban en el centro de la capital, informó un periodista de la AFP.
Ondeando banderas iraníes, palestinas o del movimiento chiita libanés, los participantes corearon los lemas antioccidentales usuales desde el advenimiento de la República Islámica en 1979.