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Grupo Zócalo
Publicado el lunes, 6 de octubre del 2025 a las 04:10
Ciudad de México.- Carlos Slim, el hombre más rico de México, proviene de una familia con tradición emprendedora. Todo comenzó con su padre, Julián Slim, quien emigró a México hace más de 100 años desde Líbano y cuyas enseñanzas le llevaron a convertirse en el empresario que es actualmente.
Ya en México, don Julián Slim Haddad fundó La Estrella de Oriente, empresa que constituyó como una sociedad mercantil junto con su hermanos José. Ambos eligieron ese nombre como un homenaje a su origen libanés.
Para iniciar el negocio, La Estrella de Oriente contó con un capital inicial de 25 mil 800 pesos, aportado en partes iguales por ambos socios.
Se trataba de una mercería ubicada en la calle Capuchinas, que actualmente es Venustiano Carranza, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Para 1921, la Estrella de Oriente ya tenía un inventario valorado en más de 100 mil dólares y Julián Slim había adquirido 11 propiedades en la zona. Se estima que el valor actual de la tienda estaría en más de 7 millones de dólares, mientras que el de los inmuebles rondaría los 28 millones.
Durante el auge del negocio, Julián Slim adquirió más de 11 propiedades en la zona. Fue también uno de los primeros lugares donde Carlos Slim se involucró en los negocios, al trabajar junto a su padre.
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Tenía 6 años y veía en qué iba a trabajar, porque no iba a atender clientes, pero ahí hacía algo”, recordó el dueño de Telmex, Telcel y otras empresas en un entrevista con el pódcast Cracks, conducido por Oso Trava.
Carlos Slim, quien es el socio más importante de Pemex actualmente, conserva un profundo aprecio por ese negocio familiar y lo considera “un gran acierto”. Por eso, destacó la dedicación con la que su padre lo gestionaba e incluso cómo imponía un reglamento estricto a sus empleados para asegurar su buen funcionamiento.
Sin embargo, el negocio cerró en agosto de 1929, el año de la Gran Depresión, cuando ocurrió el cierre de los mercados.
A pesar de esto, Julián Slim incursionó en otros negocios y se incorporó a la Cámara Nacional de Comercio, lo que sirvió como ejemplo para orientar el futuro de sus hijos, incluido Carlos Slim, quien se convirtió en el hombre más rico de México.
En 1926, Julián Slim contrajo matrimonio con Linda Helú, nacida en Parral, Chihuahua, e hija de inmigrantes libaneses que también habían echado raíces en México. Su padre, José Helú, introdujo la primera imprenta en árabe al país y fundó una revista para la comunidad libanesa.
Juntos tuvieron seis hijos: Nour, Alma, Julián, José, Carlos y Linda. Carlos Slim describió su relación con su padre como “excelente” y recordó una infancia feliz, marcada por la educación y los valores que le inculcó.
¿Cuáles fueron las enseñanzas?
Gracias a su inteligencia y tenacidad, Julian Slim se convirtió en un empresario que inculcó a sus hijos valores y conocimiento para el trabajo.
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Para él era importante que fuéramos a la escuela, pero eso incluía la formación con principios y valores, que eran inamovibles, firmes”, recordó el ingeniero Carlos Slim.
En ese contexto, desde niño, Carlos Slim tuvo sus primeras enseñanzas empresariales, ya que su padre les daba a cada uno de sus hijos una libreta de ahorros junto con su ‘domingo’. “Yo había aprendido muchas cosas de mi papá, por ejemplo, nos hacía llevar una libreta para tener el control de nuestros domingos y los gastos”, explicó.
Como parte de los negocios de su padre, otra de las labores de Carlos Slim era ayudar en el cobro de recibos de algunos de los inmuebles que tenía.
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Yo tenía que llevar el control de los recibos. Me pagaba 20 o 25 pesos al mes por hacerlo, y me decía que si los taconeaba, mi sueldo se iba a reducir con cada error”, contó entre risas.
Promotor del consumo nacional
Julián Slim no sólo fue un exitoso comerciante, sino también un activo defensor de los derechos de los inmigrantes libaneses. Como presidente de la Cámara Libanesa de Comercio por casi 20 años, lideró la defensa de sus compatriotas cuando la política migratoria mexicana se tornó hostil en 1927.
En los años 30, participó activamente en la Campaña Nacionalista que impulsaba el consumo de productos mexicanos bajo el lema: “Consuma lo que el país produce”. La campaña no costó un peso al gobierno: las cámaras de comercio (entre ellas, la que presidía Slim) absorbieron los gastos.
Así fueron las primeras inversiones de Carlos Slim
El ejemplo y las enseñanzas de su padre impulsaron a Carlos Slim a realizar sus primeras inversiones desde muy joven. A los 12 años, cuando su madre, Linda Helú, lo enviaba al banco a cambiar cheques, comenzó a interesarse por el mundo financiero.
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Me hice amigo de la cajera y le pregunté: ‘¿Oye, cómo puedo sacar una chequera?’. Con un depósito de 500 pesos, obtuve la mía. No la usaba mucho, pero llegué a un acuerdo con mi mamá: Ella me daba el cheque de la colegiatura y yo retiraba el dinero para pagarla”, relató.
A los 12 años, Carlos Slim compró sus primeras acciones en el Banco Nacional de México y un año después la tragedia golpearía a la familia. En 1953, Julián Slim Haddad falleció repentinamente a los 65 años, cuando el hoy dueño de Grupo Carso tenía apenas 13 años.
Esa experiencia marcó el inicio de su camino como inversionista. Pronto comenzó a comprar acciones y a manejar su propio dinero. A los 15 años ya elaboraba sus propios balances financieros, con activos y pasivos incluidos.
Slim, ingeniero egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), consideró que recibió una educación “excelente” de sus padres, no solo en conocimientos, sino en valores fundamentales para la vida y los negocios.
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