Saltillo, Coah.- Mientras haya alguien que atienda al otro sin esperar nada a cambio, que comparta el dolor de un niño con el brazo fracturado, que le ponga corazón a una sutura, que pida en silencio salvar la vida del atropellado, mientras eso pase, la humanidad tendrá esperanza. 

Y si hay un lugar en donde existe la bondad y la empatía, es en la Cruz Roja que este 8 de mayo celebra su día internacional. 

Lo más importante, el compromiso

Juan Carlos Rocha es el encargado de la coordinación de Socorros y Servicios de Ambulancia en la Cruz Roja Saltillo, cumplirá este año 21 años de servicio, y trata siempre de ponerse en el lugar de la persona herida. 

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Yo creo que lo más importante es el compromiso que tienen todos los voluntarios de la Cruz Roja por disminuir el dolor ajeno”, expresa, “para nosotros atender a personas que sufren algún problema médico, trauma en la calle, lesionados, enfermos, es algo complicado, pero todos tenemos el compromiso y la convicción de hacerlo por ayudar a las personas, ese es el principal objetivo y la mayor satisfacción”. 

Juan Carlos explica que, en promedio, atienden 900 emergencias al mes, es decir, unas 30 diarias, lo que los convierte en el servicio médico que cubre alrededor de 90% de las emergencias de ambulancia en la ciudad, y detalla que si el servicio no fuera gratuito, las personas tendrían que pagar 950 pesos por traslado. 

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Algo que sucede es que la gente dice: la Cruz Roja no llega, o se tardaron mucho, o no fueron, la realidad es que nosotros buscamos ir a todo, pero a veces sobrepasan las emergencias a la capacidad que tenemos para la atención, y la solución no es una ambulancia más, sino hay que hacer más eficiente el servicio de emergencias, concientizar a la ciudadanía de lo que es una emergencia”, apunta.

‘Todos son importantes’

Pero a pesar de las carencias o los inconvenientes, de las prisas y la sobredemanda, Juan Carlos se esmera por cada paciente que llega con él. 

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Cada persona que nosotros atendemos en la calle se vuelve importante para nosotros”, dice, “yo creo que lo que nos mueve es ayudar a los demás”. 

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Imagínate que a ti te esté pasando algo así, quisieras que la persona que vaya a atenderte te ayude y lo haga de la mejor manera, y esa empatía es lo que buscamos nosotros, tener esa empatía, ponerte en los zapatos del otro, y eso definitivamente te ayuda a que ayudes”. 

Amor a la profesión

Ofelia Aranda Sánchez es enfermera y tiene 18 años trabajando en la Cruz Roja, y a la pregunta sobre si ha menguado el entusiasmo por su labor por casi dos décadas de servicio, dice que al contrario, que se ha agrandado más. 

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Para mí, mi trabajo es muy gratificante, me gusta mucho ayudar a las personas, de hecho aquí me gusta trabajar siempre en equipo, y siempre busco la manera de seguir innovando”, comenta.

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Me tocó de un niño que llegó atropellado, se siente impotencia, mucha impotencia”, recuerda, “y lo más difícil es cuando una persona muere y tenemos que salir con el médico a dar la noticia a los familiares”.

Su compañera enfermera María Domínguez Guillén, tiene apenas 2 años de servicio, tiempo en el que ha aprendido grandes lecciones de vida. 

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Es una experiencia muy bonita, porque aprendes a agarrarle amor a las cosas, a trabajar simplemente para ayudar al ser humano que lo necesita, desde los que tienen más recursos a los que casi no tienen”, expresa. 

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Sí es muy muy bonito trabajar aquí porque aprendes a lidiar con todo tipo de pacientitos, pero también te pones en el lugar de ellos cuando se sienten mal, aprendes a controlarlos un poquito, aprendes de todo un poco, y es muy padre”. 

Ambas trabajan en el turno de la mañana, de 7 de la mañana a 2 de la tarde, tiempo en el que atienden a unas 20 o 25 personas con distintos padecimientos y necesidades, y aunque reconocen que a veces la gente no siente la misma empatía que ellas entregan, los comprenden: los pacientes llegan en su dolor.

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A veces no, porque para ellos todo es urgencia, entonces a lo mejor lo ven de otra manera, pero nosotros siempre tratamos de darle la mejor atención y calidad”, dice Ofelia.

¿Cómo nace?

Lo paradójico de esta noble institución es que nace en medio de una tragedia: en la batalla de Solferino, Italia, el banquero Henry Dunant, al observar los horrores de las armas, brindó apoyo a los heridos de ambos bandos para calmar su dolor y darles la oportunidad de salvar su vida, y en 1863 creó el Comité Internacional de Socorro a los Heridos, que con el tiempo se convirtió en el Comité Internacional de la Cruz Roja. 

Humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, servicio, unidad y universalidad, son los 7 principios de la Cruz Roja, y a pesar de las carencias, de la saturación de pacientes y del cansancio, los voluntarios se esfuerzan por cumplirlos a cabalidad.