El martes por la noche, a 40 días de la jornada electoral en Coahuila, Grupo Zócalo difundió en sus diferentes espacios informativos los resultados de la más reciente encuesta elaborada por Berumen y Asociados, para el medio de comunicación acerca de preferencias para la elección a Gobernador, entre otros tópicos relacionados.

Con 31 días efectivos de campaña todavía por transcurrir (considerando que a partir del domingo de cierre ya no hay eventos públicos, sino preparación de lo que acontecerá el 4 de junio) es decir, a la mitad del camino, el candidato de la Alianza Ciudadana por la Seguridad, encabeza la intención de voto con 41%, la cual sube hasta 48% descontando a indecisos y transformada ya en “voto efectivo”, contra 30% y 35% de Armando Guadiana por Morena respectivamente.

La diferencia entonces entre primer y segundo lugar es de 11 y 13 puntos porcentuales.

El ejercicio, cabe señalar, es competente y ha sido probado en otro momento, en específico la elección de ayuntamientos en 2021, donde Berumen acertó la mayoría de los municipios del estado sondeados también para Grupo Zócalo, incluso hasta los porcentajes de diferencia.

No es entonces un tema de aciertos o errores, como si se tratase de un juego de azar, sino de probabilidad estadística.

La recolección fue realizada en el domicilio de los entrevistados, “cara a cara”, con una metodología que arroja resultados sin sesgo partidista o ideológico: 100 secciones electorales de todo el estado seleccionadas proporcionalmente, dos manzanas elegidas aleatoriamente por cada una de ellas, y 10 viviendas particulares por manzana.

Naturalmente no todo mundo acepta resolver el cuestionario desde un dispositivo móvil y destinar unos minutos de su tiempo a ello, así que la tasa de rechazo fue del 33 por ciento.

Uno de cada tres interpelados, sin que esto afecte al resultado de la muestra, pues se tiene considerado un reemplazo por cada respuesta negativa. Hombres y mujeres mayores de edad con credencial para votar vigente, diverso nivel de escolaridad y distintas ocupaciones.

En la muestra existen “descubrimientos” importantes. Cito tres ejemplos:

El partido peor evaluado en Coahuila es el PAN, ya que 48% de los encuestados manifestó tener una opinión “mala o muy mala” de él.

En contraste, 60% de quienes contestaron la encuesta tiene una opinión “buena o muy buena” de Manolo Jiménez.

Y el desconocimiento de Ricardo Mejía entre la población alcanza 69%. Dicho de otra forma: solo 31% lo identifica o ha escuchado hablar de él. Para dimensionar: de junio 2022, fecha del primer sondeo levantado por Berumen también para Zócalo con el mismo objetivo, al actual de abril 2023, (10 meses después) Mejía Berdeja solo ha logrado elevar su conocimiento del 11% al 31% pese a la propaganda intensa y los actos anticipados de campaña.

Algunas voces, por ignorancia o para desacreditar de antemano un levantamiento de datos que no favorece a sus intereses, cuestionan cómo mil encuestas entre un universo de 2 millones 356 mil votantes pueden capturar la opinión representativa de una entidad. Sin embargo así sucede. Es demoscopia aplicada, no magia.

Generalmente, las encuestas son calificadas por los candidatos en función de la conveniencia o no de sus resultados. Desde aludir que quien paga manda para descalificar el ejercicio, hasta mencionar lugares comunes como “la mejor encuesta es el día de la elección” para negar su veracidad y neutralizar su influencia.

Cortita y al pie

Unos más arriba, otros más abajo, pero 14 sondeos nacionales considerados por la plataforma Polls (la misma que demostró su fiabilidad en seis elecciones de Gobernador durante 2022 para establecer probabilidad estadística mediante un “modelo bayesiano dinámico de agregación de resultados de encuestas publicadas”) coinciden en la ventaja de dos dígitos que observa Berúmen a favor del PRI-PAN-PRD en la entidad.

Según la metodología de Polls, combinar la opinión de distintas fuentes, en este caso encuestas, “produce típicamente estimaciones más confiables” que si escogieran solo una. Además permite hacer proyecciones.

La última y nos vamos

Por lo demás, como casi todo en comunicación, es un asunto de percepción: la cifra de encuestados que “no sabe” quién ganará la elección (28%) es superior a la suma de Guadiana (18%), Mejía (7%) y Lenin (2%) juntos. Manolo, en cambio, acapara 46 por ciento.