Internacional
Publicado el lunes, 15 de diciembre del 2025 a las 17:07
San Pedro Sula, Honduras.– Desde hace tres meses, Kimberlyn Menjivar vive un tormento a cientos de millas de distancia de su hijo, un ciudadano estadounidense de tan solo seis meses.
Un control de rutina para obtener su permiso de trabajo se convirtió en una detención migratoria, una deportación acelerada y la dolorosa separación de su familia en Estados Unidos.
El pasado 29 de septiembre, Menjivar, de 22 años, fue separada de su bebé y, poco después, fue expulsada a Honduras, el país del que huyó en 2021 buscando escapar de la persecución y el acoso sexual de las pandillas.
La joven madre denuncia que, a pesar de haber firmado documentos solicitando ser deportada junto con su hijo, las autoridades migratorias hicieron caso omiso a su petición y la enviaron sola. Ahora, desde Honduras, libra una batalla legal para regresar con su hijo o, en el peor de los casos, lograr llevar al menor a su país de origen.
La travesía de Menjivar comenzó en 2021 cuando cruzó la frontera cerca de Eagle Pass, Texas, junto a su hermano menor. Ambos se entregaron a las autoridades argumentando huir de la violencia de las Maras.
Tras ser liberados bajo la administración Biden y ser entregados a su padre como tutor, un juez de inmigración ordenó su expulsión el 12 de octubre de 2022.
Sin embargo, aquí comienza el nudo de su caso. Según Kelly Clark, abogada de la firma Heinz Law y representante legal de Kimberlyn, el padre de la joven nunca dio seguimiento al proceso migratorio de sus hijos. Posteriormente, el padre fue detenido, acusado de abuso sexual y deportado.
En medio de estos problemas familiares, y sin acceso a la correspondencia de su padre, Kimberlyn Menjivar asegura que nunca conoció la orden de deportación en su contra.
A los 20 años, la hondureña tomó las riendas de su caso, buscando una visa juvenil a través de una abogada en Minnesota. Logró conseguir dos empleos y, en 2024, se mudó con su pareja. En marzo de 2025 nació su hijo.
El punto de inflexión llegó en septiembre pasado. Su abogada la contactó para notificarle que su visa juvenil y permiso de trabajo habían sido aprobados, y que solo debía presentarse a las oficinas de inmigración en Minnesota para la toma de huellas dactilares.
Menjivar condujo más de cuatro horas con su pareja y su bebé. Al llegar, la situación escaló rápidamente. La joven relata que, tras una revisión, una oficial le preguntó si el niño que estaba afuera era su bebé y si lo estaba amamantando.
” “En cuanto le dije que no, le hizo una señal a los agentes y me pidieron que me levantara, me esposaron y me sacaron del edificio”, recuerda.
Menjivar fue detenida y llevada a una prisión en el condado de Kandiyohi, donde permaneció hasta el 17 de noviembre, fecha de su deportación.
Durante los casi dos meses que estuvo detenida, la joven solo pudo realizar dos videollamadas con su bebé, debido a las altas tarifas de comunicación. A pesar de querer firmar su deportación para reunirse con su hijo, su abogada la persuadió de luchar por su caso legalmente.
No obstante, una semana antes de su audiencia de apelación, fue deportada a Honduras en un largo viaje que la llevó a Nebraska y Louisiana antes de aterrizar en San Pedro Sula.
Menjivar es enfática: las autoridades estadounidenses ignoraron sus deseos de no separarse de su hijo.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) niega la versión de la madre. En un correo enviado a Univision Noticias, la subsecretaria Tricia McLaughlin afirmó:
” “ICE no separa a las familias. […] Menjivar decidió no cooperar con el ICE en la deportación del niño, por lo que este fue entregado al cuidado de su padre”.
La abogada Clark, sin embargo, desmiente esta versión, asegurando que su clienta expresó en todo momento querer ser deportada junto con su hijo. El caso de Menjivar no es aislado, ya que un informe de la Comisión de Mujeres Refugiadas documenta al menos otros tres casos de hondureñas deportadas sin sus hijos.
Ahora, con su bebé de nueve meses al cuidado de su padre, quien enfrenta problemas económicos, Kimberlyn Menjivar tiene un futuro incierto.
” “Yo solo quiero estar con mi bebé. Lo extraño mucho”, concluye, buscando desesperadamente la reunificación familiar.
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