Arte

Publicado el miércoles, 1 de octubre del 2025 a las 04:05
Saltillo, Coah.- “Me parece que yo no tengo una imaginación muy poderosa”, dice la escritora colombiana Pilar Quintana, y añade que “para crear necesito la base de la realidad”. Un suceso que, pasado por el filtro de la ficción, produzca literatura.
Así le sucedió en Noche Negra (Alfaguara, 2025), su libro más reciente en el que cuenta la historia de Rosa, una mujer que enamorada de su pareja Gene, acepta irse a vivir a la selva caribeña. En una cabaña alejados de todo, aunque por azares del destino termina estando ella frente a la oscuridad forestal, ante el silencio del mundo y el ruido invasivo de la fauna selvática. Un sonido que poco a poco llama su animal primigenio.
Eso, apunta Quintana, le sucedió a ella, en cierto sentido hace algunos años, aunque apunta que “no es autobiográfica, ni siquiera autoficcional”, sino que se pregunta “¿dónde encuentro la base para la creación? En la propia experiencia. Pero no necesariamente narro lo que me pasó, sino lo que no me pasó, pero hubiera querido que me pasara. Lo que tenía miedo de que me pasara. Lo que no quería que me pasara. Algo que se parece a lo que me pasó, pero está completamente distorsionado. O algo que le pasó a algo que vi, a algo que me contaron. Ahí empieza el trabajo de transformación” de la vida en literatura, dice la autora que se presentará en la Feria Internacional del Libro de Monterrey.
Es ahí, en el cruce de vida y ficción, de naturaleza y civilización en la que Rosa, se encuentra consigo misma. Se habla y se escucha en un descenso íntimo hacia lo primitivo, hacia el más hondo corazón de las tinieblas.
Eso, porque Noche Negra es una obra que obedece a una tradición literaria que la cruza con obras como la de Joseph Conrad, o la novela La Vorágine, del también colombiano José Eustacio Rivera. Para Quintana, esa conexión se abarca en la presencia voraz de la selva, pero sobre todo en la revelación de la intimidad personal que ofrece el espacio y hace que Rosa se pregunte “¿Qué pasa cuando salimos de la ciudad y nos vamos a la selva? ¿Qué pasa cuando no necesitamos vivir con las normas de la civilización que nos enseñaron desde chiquitos y podemos conectarnos con nuestro animal primario, con el animal primario que somos? ¿Qué pasa cuando estamos en un lugar donde no necesitamos vestirnos ni actuar de cierta manera para ser aceptados? ¿Cuándo podemos dar rienda suelta al animal que tenemos dentro?
“
Eso era exactamente lo que yo quería buscar. ¿Qué pasa cuando estamos en el silencio? Que no es el silencio completo porque está el ruido de la selva y el ruido del mar, pero hay un silencio de la sociedad. Rosa se queda sin amigos alrededor porque los que están son presencias amenazantes. No tiene radio, no tiene televisión, no tiene teléfono, no tiene reloj, no tiene ni siquiera un espejo en su casa. ¿Qué le pasa a Rosa cuando está completamente sola, a oscuras y en silencio? Pues tiene que escucharse a sí misma, se descubre y se conecta”, explicó la escritora a Zócalo.
Pero esa selva del Caribe colombiano no es sólo el escenario de esta novela, sino también es el espacio en el que sucede La Perra, novela con la que Quintana ganó el Premio Alfaguara, y algunos otros cuentos que ha escrito.
Ello hace de ese trozo de tierra salvaje “un microcosmos” en el que se mezcla “la experiencia de haber vivido nueve años en una cabaña así”, pero también “la observación, la lectura, las conversaciones con las amigas y con los amigos” un proceso lento que terminará convirtiéndose en una historia con personajes que se mueven por ese mundo preguntándose quiénes son, qué hacen ahí y por qué. Preguntas que, quizá como sucede en esta novela, sólo tienen como respuesta la negra boca de la noche.
Agéndalo:
Noche Negra
De Pilar Quintana
En Feria Internacional del Libro de Monterrey
Martes 14 de octubre
19:00 horas
Cintermex
Entrada libre
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