Ciudad de México.- Existen diversos espacios en la CDMX que son sumamente importantes debido a lo que albergan, sobre todo cuando se trata de lugares donde se encuentran documentos delicados que tienen relación con la identidad de la ciudadanía; a un costado se encuentra un edificio donde se ubican los nombrados Portales de los Evangelistas.

Así sucede en la Plaza de Santo Domingo, ubicada al norponiente del Centro Histórico de la Ciudad de México, en la alcaldía Cuauhtémoc; se trata de una plaza pública delimitada con la calle Belisario Domínguez al norte; la calle República de Brasil, al oriente, y la calle República de Cuba, al sur.

Historia de la Plaza de Santo Domingo 

Se piensa que dicha plaza se ubica sobre lo que fue la casa de Cuauhtémoc donde durante la repartición de la ciudad por los conquistadores españoles, quedó libre de construcción; tal como sucedió con los Dominicos a quienes se les asignó un espacio ubicado al norte del Centro Histórico de la CDMX, hoy conocido como Templo de Santo Domingo.

Fue en el siglo XIX que se establecieron los escribanos o “evangelistas” como los llama el pueblo, quienes se dedicaban a escribir cartas para quienes no sabían hacerlo; utilizaban plumas de ave, papel, escritorio y dos asientos para este tipo de labor y con el tiempo implementaron el uso de máquinas de escribir mecánicas.

Falsificación de credenciales

Pero ahora en este lugar predominan grupos y establecimientos de impresores quienes laboran para eventos sociales, tesis, comprobantes fiscales, títulos, cédulas profesionales y hasta identificaciones falsas; es decir, cualquier tipo de documentos oficiales falsificados.

Recientemente el youtuber conocido como Yulay, visitó este sitio en donde comprobó que este tipo de actividades se realizan con bastante frecuencia y normalidad, donde incluso le revelaron que le llegan a vender identificaciones oficiales falsas a menores de edad; con uso de impresoras especiales, plástico específico y réplica de sellos es que crean estas credenciales.

Con información de El Heraldo de México