Salud
Por Redacción
Publicado el miércoles, 20 de enero del 2021 a las 10:22
Zócalo | Saltillo
La lechuga es buenísima y rica en betacaroteno, pectina, fibra, lactucina y una gran variedad de vitaminas como, A, E, C, B1, B2 y B3, calcio, magnesio, potasio y sodio; es uno de los alimentos más saludables que existen y al ser un vegetal que se come crudo, no sufre el proceso de cocción, que muchas veces disminuye sus propiedades naturales.
Su origen
Es la protagonista del plato más ligero y sencillo del recetario: la ensalada. Tanto es así que cuando nos referimos a una ensalada, en realidad una mezcla de vegetales, el único ingrediente que se suele dar como seguro es este.
Otra cosa es de qué tipo de lechuga será o qué ingredientes la acompañarán… En cualquier caso se trata de uno de los vegetales más utilizados en la dieta cotidiana, del que sabemos más bien poco.
La lechuga (Lactuca sativa) pertenece a la familia de las asteráceas y se cultiva desde hace más de dos mil años. Por lo visto los romanos e incluso los griegos apreciaban ya sus virtudes y su sabor.
Los árabes en el siglo XI contaban con tratados que explicaban cómo plantar lechugas, e Isabel de Farnesio, casada con Felipe V, las usaba rellenas como guarnición en sus banquetes.
Parece que se cultivó por primera vez en la India, pero este es un tema controvertido. En cualquier caso hoy se cultiva en la mayoría de países de clima templado, pues resiste mejor las altas temperaturas que las bajas.

La lechuga es un analésico natural, sobre todo si tienes dolor muscular a causa de algún golpe.
Gracias a su alto contenido en hierro, la lechuga es un alimento que alivia el cansancio, la fatiga y la anemia.
La lechuga tiene una gran cantidad de antioxidantes, lo cual ayuda a retrasar el envejecimiento celular y mantener el organismo más sano.
¡No todo es caldo de pollo! La lechuga también es una muy buena solución para combatir los síntomas de gripe o resfriados al fortalecer las vías respiratorias. ¡Increíble!
Las abuelas empleaban la lechuga para darles un baño relajante a los bebés. ¿Lo sabías? Este vegetal es tranquilizante, muy bueno para los trastornos del sueño y ansiedad. Algunos de los remedios más comunes es mezclarla con manzana como excelente somnífero, ya que tiene efectos sedantes y tranquilizantes, logrando calmar los nervios, aliviar las palpitaciones y controlar los problemas de insomnio.
No es de extrañarse que la lechuga sea uno de los alimentos más recomendados por nutriólogos en todo el mundo, ya que aporta muy pocas calorías. Gracias a la fibra que contiene, se puede consumir en buenas cantidades logrando una sensación de saciedad al instante. Además, ayuda a bajar el colesterol y es ideal para personas con diabetes, pues ayuda a regular el nivel de azúcar en sangre.
Se ha demostrado que la lechuga previene la arteriosclerosis al activar la circulación y es un potente diurético, muy recomendable en caso de retención de líquidos. También, favorece el tránsito intestinal, evita las flatulencias, la inflamación abdominal y ayuda a una buena salud digestiva, evitando el estreñimiento. Previene enfermedades como las cataratas, accidentes cerebrovasculares, enfermedades cardíacas, cálculos renales y al ser una buena fuente de clorofila, vitamina K y ser rica en sales minerales, nos ayuda a mantener limpia la sangre.
La lechuga es un alimento súper económico y fácil de combinar para hacer platos bajos en calorías. Así que puedes incorporarla a tu dieta diaria ya sea en la comida o en la cena, cuando menos calorías necesitas consumir.
Comer lechuga en el embarazo es una manera natural de ingerir ácido fólico, el cual ayuda a prevenir la anemia durante la gestación. Comerla también tiene un efecto importante en la secreción de la hormona progesterona.
El magnesio que contiene la lechuga ayuda a la recuperación de los tejidos, los nervios orgánicos, el cerebro y los músculos. Acorta el tiempo de recuperación de las fibras musculares y acelera la recuperación de los músculos cansados

Actualmente encontramos lechuga todo el año, pero su momento óptimo empieza en primavera y en algunas variedades se alarga todo el verano.
Aunque en nuestro país la tomamos básicamente cruda, también puede utilizarse para elaborar cremas y sopas. Incluso salteada o hervida resulta sabrosa. La ventaja de comerla cruda es que sin cocción conserva mejor sus propiedades nutricionales.
La lechuga despliega sus virtudes en mil y una ensaladas. También puede emplearse como ingrediente de bocadillos, pitas, crêpes o burritos.
Además da mucho juego para elaborar cremas vegetales, tortillas, rehogados, salteados y algunas variedades, como las pequeñas y acogolladas, pueden cocinarse enteras a la plancha, al vapor o braseadas.
Sus hojas se pueden rellenar de arroz, carne o pescado, simplemente escaldando o friendo las hojas enteras.
Aunque su aporte nutricional es considerable, no siempre llega íntegro a la mesa. Tener en cuenta los siguientes puntos es imprescindible si se desea aprovecharlo al máximo:
Cuando se consume la lechuga fresca hay que emplear aliños ligeros para las variedades de hojas tiernas, como la lechuga francesa, muy suave; la iceberg, muy refrescante y crujiente y aliños más consistentes para las lechugas de hojas más carnosas y rizadas, como los cogollos de Tudela, la lollo rosso o la hoja de roble, la romana, la maravilla o la batavia, y condimentarlas justo antes de servirlas en la mesa para que no pierdan su frescura.

La lechuga está presente todo el año en los mercados, lo que permite obtenerla fresca.
Las lechugas de primavera y verano suelen ser más ricas en nutrientes que las de otoño e invierno, debido a un mayor influjo solar. Conviene escoger las de tonalidades más oscuras, ya que son más nutritivas.
Como la lechuga tiene un gran contenido en agua suele ser muy perecedera, por lo que conviene comprarla justo antes de su consumo y en cantidades que no suponga tener que almacenarlas por más de una semana, que es lo máximo que suele conservarse en el refrigerador.
Y lo mejor de todo es que no sólo es saludable, sino que es deliciosa combinada con otros alimentos.
18 Calorías aporta apenas por 100 gr de parte comestible.
264 Mg de potasio contiene por cada 10 gramos de lechuga

En una ollita derrite la mantequilla a fuego bajo, agrega la salsa picante de alitas, el vinagre de manzana, la paprika, el ajo en polvo, la cebolla en polvo, sal y pimienta e incorpora; cocina por 5 minutos o hasta que la salsa comience a burbujear.
Añade los camarones, cocina por 10 minutos más y retira del fuego.
Coloca dos hojas de Lechuga Francesa una sobre otra, para simular una tortilla. Agrega los camarones búfalo, acompaña con cebolla morada, cilantro, jocoque y limón.
Decora con cebolla morada y hojas de cilantro. Puedes acompañar tus tacos con un poco de jocoque y limón.
Si no quieres utilizar mantequilla puedes sustituirla por aceite de canola, la única diferencia es que el sabor cambiará sutilmente.

Para el relleno, en un bowl mezcla la carne molida, la cebolla cambray, el jengibre, la zanahoria, la calabaza, el pimiento morrón, los bits de brócoli Eva®, la nuez de la india, el ajo, el vinagre de arroz, la salsa de soya, el aceite de ajonjolí, el azúcar mascabado, la fécula de maíz y el caldo de res; sazona con sal y pimienta hasta integrar por completo.
En una cacerola a fuego bajo calienta el aceite de ajonjolí y cocina la mezcla anterior tapada por 15 minutos, o hasta que la carne esté cocida. Enfría y reserva.
Para la salsa, mezcla la salsa de soya, el aceite de ajonjolí, el chile serrano y el cebollín. Reserva.
Coloca una hoja de lechuga Eva® Mini Romaine, agrega el relleno de carne molida y coloca otra hoja de lechuga Eva® Mini Romaine encima, amarra con ayuda de una pieza de cebollín. Acomoda en un plato extendido. Decora con ajonjolí negro y ajonjolí garapiñado y acompaña con la salsa de soya.
Sirve en un plato extendido, decora con ajonjolí negro y blanco; acompaña con salsa de soya.
Si a la hora de amarrar la lechuga con el cebollín éste se rompe, déjalo remojando unos minutos en agua caliente, para que sea más flexible.

Corta los corazones de lechuga rústicos Eva® por la mitad. Agrega aceite de oliva y sal.
Calienta muy bien un sartén parrilla a fuego alto, y parrilla los corazones por ambos lados alrededor de 5 a 7 minutos o hasta que se marquen. Reserva.
Para el relleno, en un sartén a fuego medio calienta la mantequilla y cocina el echalote unos minutos. Agrega el jitomate, los camarones, el chile habanero y las especias. Cocina alrededor de 5 minutos o hasta que se integren los sabores. Sazona con sal y pimienta. Reserva.
Para la vinagreta, en un bowl integra el vinagre con el jugo de naranja, la mostaza, el azúcar, las semillas de chile, la sal y la pimienta. Agrega el aceite de oliva en forma de hilo hasta emulsionar por completo. Reserva.
Sirve los corazones parrillados con un poco de camarones encima. Agrega la vinagreta y decora con aros de chile guajillo y perejil frito.
Sirve los corazones en un plato extendido, coloca encima el relleno de camarones y acompaña con la vinagreta.
Cuando parrilles los corazones intenta no moverlos, para que queden bien marcados y se vean más bonitos.

Precalienta el horno a 180°C.
Calienta un sartén a fuego medio con el aceite de coco y cocina el ajo y la cebolla hasta que queden de color transparente. Agrega las setas, las espinacas y la Lechuga mini romaine Eva®. Cocina 5 minutos o hasta que estén suaves. Sazona y reserva.
En el mismo sartén agrega los huevos y sazona. Hornea durante 5 minutos o hasta que esté bien cocida la clara. Retira del horno.
Baña con salsa verde. Sirve y disfruta.
Sirve los huevos a la mesa directamente de la cazuela este toque es muy hogareño.
Cuando los huevos estén al horno tápalos para que se cocinen más rápido.

Calienta en una sartén a fuego medio el aceite de coco y sella las pechugas de pollo, previamente sazonadas. Agrega las hojas de albahaca y las finas hierbas, agrega los jitomates cherry, sazona a tu gusto.
Tapa la preparación y cocina durante 10 minutos a fuego bajo. Retira la pechuga y corta en tiras. Reserva.
Calienta el agua en una ollita hasta que hierva. Agrega la Lechuga Italiana Eva® junto con las hojas de perejil y blanquea 2 minutos. Retira y sumerge en agua con hielos. Exprime las hojas y reserva.
Licúa las hojas blanqueadas con los piñones, la almendra, el aceite de oliva y el ajo. Sazona y Reserva. Calienta un sartén a fuego medio agrega los espaguetis de calabaza y el pesto. Cocina hasta que se mezcle, retira del sartén y sirve junto con la preparación del pollo con los cherrys.
Decora el platillo con jitomatitos cherry y hojitas de albahaca frescas.
Blanquear es el mejor método de cocción para cocinar las verduras de hoja y conserven un color bonito.

En un bowl mezcla los portobellos con el aceite de oliva, el vinagre balsámico, el ajo, la cebolla en polvo y la sal. Marina 20 minutos.
Calienta un sartén parrilla a fuego medio y cocina los portobellos hasta que estén suaves.
Para el puré, procesa en un procesador para alimentos el aguacate con el cilantro, la Lechuga Mini Francesa Eva®, el jugo de limón, la sal y la pimienta. Mientras se procesa agrega en forma de hilo el aceite de oliva y continúa hasta obtener un puré terso. Reserva.
Calienta las tortillas de maíz en un comal y arma los tacos colocando un poco de puré de lechuga, portobello, lechuga mini francesa Eva® picada, cebolla morada y trocitos de aguacate.
Repite el paso anterior, pero en vez de usar tortilla utiliza una hoja de Lechuga Mini Francesa como base.
Sirve los portobellos sobre la tortilla, cubre con la salsa y decora con cubitos de aguacate y cebolla morada.
Agrega un toque de jengibre fresco a la marinada de portobello y dale un toque único.

Precalienta el horno a 180°C.
En una sartén de hierro fundido, calienta la mantequilla a fuego medio. Agrega la cebolla y cocina hasta que esté transparente. Añade el ajo y cocina un minuto.
Incorpora los camarones y la lechuga mini romaine Eva® y cocina 5 minutos. Sazona con la sal, la pimienta y las semillas de chile. Agrega los quesos y deja que se fundan, mezcla.
Hornea 10 minutos en el horno para terminar de gratinar los quesos.
Sirve con las tostadas de pan pita.

Licúa todos los ingredientes en la licuadora hasta tener una mezcla homogénea.
Sirve en un vaso y decora con almendras fileteadas.
Agrega un poquito de leche si no lo quieres tan espeso.
Notas Relacionadas
Más sobre esta sección Más en Salud