Carlos Rodríguez | Edith Mendoza / Saltillo, Coah.- Tal como se había pronosticado, un vendaval azotó la zona serrana de Saltillo y Arteaga, pero llegó con tanta fuerza que se tornó mortal, al provocar el deceso de una mujer que viajaba con su pareja sobre una carretera vecinal en un vehículo todoterreno, el cual fue arrastrado por la corriente de un arroyo, que creció por la lluvia en los límites de Coahuila y Nuevo León.

La caída de lluvia y granizo en toda esta zona amainó los incendios que han consumido más de 3 mil hectáreas de árbol adulto y pastizal en Coahuila, principalmente en parte de las sierras de Arteaga y Saltillo, sin embargo, el fuego continúa vivo. El chubasco regaló una tregua a las decenas de hombres y mujeres combatientes que luchan desde hace más de diez días para sofocar la emergencia ambiental.

Además, a causa de la lluvia, se reportaron deslaves sobre la carretera interestatal 110 que comunica a Santiago Nuevo León, con Arteaga. La vialidad quedó bloqueada en su totalidad y en las próximas horas deberán ser removidas toneladas de roca y lodo para recuperar el flujo vehicular.

Según el meteorólogo José Martín Cortés existe potencial de lluvias nuevamente para hoy y se volverá a concentrar en la zona de la montaña, aunque eventualmente podría extenderse a la ciudad.

El accidente fatal ocurrió en el lugar conocido como La Jacinta, cerca de Cieneguilla, en los límites de Coahuila, donde el vehículo Jeep Patriot fue arrastrado por la corriente del arroyo. El esposo de la víctima alcanzó a salir antes de que la unidad fuera arrastrada y salvó su vida.

En un post de redes sociales, la combatiente Marisol Guerrero reportó: “hoy bajamos contentos. Se hizo la brecha hasta conectarla con la que había hecho la maquinaria”. Marisol, junto con Natalie Pineda, forman parte de un equipo de brigadistas voluntarios que se sumaron a la Guardia Nacional, la Sedena y Profauna, asignados a Sierra Hermosa.

“Cuando veníamos bajando nos granizó y el recibimiento de la gente con la comida y tanta atención nos hicieron sentir muy satisfechos, con mucha esperanza de que se liquide rápido”, narró.

Mucha gente nos pregunta qué rollo con nosotros. No recibimos pago por andar en esto. Qué necesidad. Pero lo hacemos porque amamos la sierra y porque nos llena el poder de ayudar un poco al medio ambiente”, dice.

Francisco Rodríguez es habitante de Sierra Hermosa, también es combatiente y lidera una de las cuadrillas abriendo brechas cortafuego.

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Este es el incendio más grande que nos ha tocado, nos ha dado buena guerra; sofocamos aquí y de repente se nos prende allá. Así andamos, de aquí para allá. (…) Una bendición bien grande que nos aplacó el incendio, de hecho para el puesto donde andaba yo, sofocó muchos humos que ya estaban queriendo prender otra vez, y la lluviecita nos ayudó a combatir más rápido los fuegos que tenía”, dijo.

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No podemos echar campanas a volar. Fue una lluvia, una mojadita que nos dio, pero esto es muy relativo. Al día siguiente tenemos temperaturas arriba de los 30 grados, se evapora la humedad que hay y otra vez tenemos material combustible suficiente para volver a iniciar el fuego… mañana a primera hora se tiene que volver a ascender para poder enfriar los puntos calientes que se encuentran en la cúspide de la montaña”, dijo Gabriel Urzúa, secretario del Ayuntamiento.

Tras la lluvia del lado de Arteaga se contabilizaron 12 deslaves. La zona es peligrosa en temporada de lluvias debido a la desertificación que presenta por el incendio del año pasado. En estos momentos 12 familias que habitan la comunidad San Rafael de los Montalvo quedaron incomunicadas.

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La maquinaria va a estar de forma permanente porque los deslaves van a continuar en temporada de lluvias, no hay vegetación que contenga el suelo y esto provoca deslaves”, señaló el alcalde Ramiro Durán

En su reporte del día, el gobernador Miguel Riquelme posteó en sus redes sociales que el incendio de Coyotera, en Carbonera, reporta 85% de control y 70% de liquidación; el de Llano Largo, en San Lorenzo, 100% de control y 98% de liquidación. En Santa Rosa, ejido Cuauhtémoc, hay 40% de control y 30% de liquidación, en tanto que el de Huachichil-Jagüey de Ferniza ya se reporta liquidado.