La historia de la música norteña en Saltillo está ligada a la traída a México por la inmigración europea, pero con una particularidad: su origen y desarrollo dentro de un estilo diferente, así nacen los grupos norteños o regionales de México, cuya lista es casi inacabable, su “capital mundial” es General Terán, Nuevo León, por la gran cantidad de agrupaciones que de ahí surgieron y fueron pioneros Los Alegres de Terán, un dueto, bajo sexto y acordeón formado por Tomás Ortiz y Eugenio Abrego.

Ellos no sólo dispersaron la música norteña por los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, sino que apoyaron y promovieron a grupos que posteriormente sembrarían la semilla y fueron muy famosos, ¿ejemplos?, hay muchos. La industria discográfica de Estados Unidos le sirvió de plataforma a Los Alegres de Terán para difundir sus éxitos a través de la radio.

Siguiendo esa secuela, hubo en Saltillo a mediados de los 60 del siglo pasado, populares conjuntos norteños, uno de ellos Los Fabulosos Cinco, integrado por los hermanos Macario, Leobardo y Jaime Aldape, así como Juan Hernández y Jesús García, quienes se iniciaron en “el talón”, como suelen decir los músicos al empeño de andar de cantina en cantina ofreciendo sus servicios.

De un bar precisamente surgió al estrellato Mario Saucedo, figura indiscutible representativa de la música norteña, nativo de Saltillo, él también “taloneaba”. Los Fabulosos Cinco lo acompañaron por más de 13 años, hasta que el cantante falleció a temprana edad. Grabaron varios de los éxitos de Saucedo, para la marca DLV de don Basilio Villarreal, gran promotor de la música norteña con sede en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.

Los hermanos Aldapa y el grupo acompañaron a Mario Saucedo en sus presentaciones por el país y Estados Unidos, donde en algunas entidades tenían mucha aceptación, principalmente en Illinois, Texas y California.

Más de 60 años se dedicaron a la música Los Fabulosos Cinco y compitieron con otros grupos locales en ese mismo trajín, de ir recorriendo cantinas para ganarse la vida, entre otros grupos, Los Pescadores del Bravo, de Benito Lomas, donde laboran los hermanos Zenón y Salomón, así como el cantante Mario Saucedo.

Ellos como otros conjuntos tenían “su área de lanzamiento” en la cantina, el Bar Saltillo, en la esquina de Armillita y presidente Cárdenas, donde por mucho tiempo se reunían los fara-fara para para ofrecer sus servicios.

Otro  conjunto era el de Los Canario, entre otros fueron Toño Leija, que fue el primer acordeonista de los mayores éxitos de Mario Saucedo. Los Hermanos Muñiz, en cuyo grupo tocaba el saxofón un extraordinario músico, a quien apodaban “El Colchas”, famoso en varios estados, por su estilo tan impecable de ejecutar el instrumento y creo que los pioneros entre los grupos norteños Los Hermanos Guillermo.

Hubo otra agrupación igual de original, Los Huracanes de Saltillo, integrado por Ricardo Romero, Ramón Hernández, los hermanos Isidoro y Antonio Celestino, así como el cantante Juan Manuel Saucedo, que tuvo una efímera vida.

Qué coincidencia, todos originarios del barrio cuna de la ciudad, incluso algunos de los miembros de Los Fabulosos Cinco radican a espaldas de la antigua iglesia del Santo Cristo de la Capilla del Ojo de Agua.