Según un informe, dijo que Louis tenía un dolor “significativo y persistente” que le llevó a recibir altas dosis de analgésicos como el fentanilo y la morfina.

En una audiencia del Departamento de Servicios Humanos, la Dra. Megan Repp, una de las médicas de atención primaria de Louis, dijo que comenzó a preocuparse por el niño durante las primeras tres o cuatro visitas porque las afirmaciones de dolor y los síntomas no coincidían con lo que estaba viendo.

Añadió que en un momento no se esperaba que Louis sobreviviera, pero cuando milagrosamente lo hizo, Kristy dijo que “hizo un mal trabajo al morir“.

Los Kristy y esposo perdieron la custodia de Louis en 2019 después de que un tribunal escuchó que ella había tergiversado a los médicos sobre su condición médica.

En la audiencia de custodia se dijo que Kristy sufría de síndrome de Munchausen por poder, un trastorno en el que los cuidadores “dañan intencionalmente o describen síntomas inexistentes en sus hijos para llamar la atención de la familia de alguien que está enfermo”.

Después de que Louis fue retirado de su cuidado, pudo comer y caminar solo a pesar de haber usado una silla de ruedas y un tubo de alimentación durante meses.