Cd. De México
Por El Gráfico
Publicado el martes, 13 de abril del 2021 a las 22:47
Ciudad de México.- Para Estefanía no hubo dinero para el medicamento que sosegara la esquizofrenia. La pandemia dejó sin empleo a su familia y a ella la condenó a morir tras arrojarse del tercer piso del edificio donde vivía.
Logró vivir 32 años con el trastorno mental. Y es que los medicamentos que su madre le compraba, la ayudaban a controlar las alucinaciones.
Sin embargo, la crisis atribuida al Covid provocó que el dinero ya no fuera suficiente.
Desde hace unos días, Estefanía dio las primeras señales de alerta. Alejandra asegura que Estefanía escuchaba una voz que le decía que Dios la llamaba y que pronto se convertiría en ángel.
Las señales de alarma fueron muchas, pero en esa casa de la colonia San Rafael, en la alcaldía Cuauhtémoc, no hubo ayuda económica ni psiquiátrica.
El domingo, la madre de Estefanía salió a buscar trabajo, pero al anochecer recibió una llamada del hospital en la que le informaron que su hija había muerto.
Horas antes, Estefanía escuchó la voz que la hizo arrojarse del tercer piso del edificio 20 de la calle Antonio Castillo.
Paramédicos que llegaron al lugar hallaron a Estefanía con una herida grave, pero aún con vida. Pero al llegar al hospital, no resistió el golpe en la cabeza y murió.
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