Saltillo, Coah.- Rogelio Montemayor es una de esas voces críticas en este país que piden a gritos un golpe de timón para echar fuera al régimen. Y dice que sí es posible derrotar a Morena, pero acota, la única manera es por la vía de la sociedad civil, porque la clase política que ha gobernado en época reciente está muy desprestigiada y desvalorizada.

Habla de los gobiernos que se alejaron de la sociedad y que desviaron el verdadero sentido de gobernar porque terminan cayendo en las tentaciones de la corrupción. Se refiere al mandato de Andrés Manuel López Obrador en específico.

Montemayor, gobernó Coahuila entre 1993 y 1999 y producto de esa experiencia surgió la elaboración de un libro donde plasma sus memorias. Este libro fue presentado recientemente en la ciudad de Saltillo.

“ Estoy convencido de que el expresidente López Obrador realmente hizo lo que siempre quiso hacer, buscar el poder y el dinero. No precisamente ayudar a los pobres, ni beneficiarlos, por eso terminó brotando el tema del huachicol”, dice.

De tecnócrata a político, Rogelio Montemayor fue testigo de la decadencia del PRI hasta prácticamente su extinción.

En entrevista concedida a Grupo Zócalo, el exgobernador refiere a su renuncia al PRI, la cual, en resumidas cuentas obedece a la llegada de Alejandro Moreno, quien descarriló a su contrincante, el doctor José Narro Robles. “Era la única esperanza de reconstruir al partido e iniciar un proceso de cambio para recuperar la confianza de los electores”, apunta.

La gota que derramó el vaso fue cuando el Clúster de Energía de Coahuila fue contratado por el régimen de López Obrador para un estudio sobre riesgos sociales del Tren Maya en Campeche y a la hora de cobrar esos servicios los remitieron con el pagador “Alito” Moreno. “Está claro que ya estaba trabajando para ellos y dije ‘pues el PRI ya es de López Obrador’”.

Montemayor confiesa que a la muerte de Luis Donaldo Colosio hubo quienes le proponían construir una candidatura presidencial, pero se negó. “Decidí que no, pensé que no era para mí”.

¿Nunca se sintió presidencial?. “Nunca”. “No me sentí con los atributos para ocupar esa posición, aunque ya después viendo los que han venido me he dicho ‘¡carajo!, pues a mí me sobran porque veo los que han llegado y chin…’, pero no lo lamento, fue una decisión que tomé en ese momento”.

A 31 años de distancia, explica el exgobernador de Coahuila que Zedillo sustituyó a Colosio porque el presidente Salinas se quedó sin opciones. Aunque confiesa que pudo haber sido Pedro Aspe, sin embargo, fracasó el intento de Carlos Salinas por mover la fecha de la elección para abrir el abanico de candidatos, pero ningun partido, ni siquiera el PRI, quiso “jalar” para ello.

A esos 31 años de distancia, Montemayor sigue lamentando la muerte de su amigo Colosio, a quien presentó en uno de esos tantos días de trabajo técnico en la Secretaría de Programación, a quien luego llegó a ser Presidente de México, Carlos Salinas.

¿Doctor Montemayor, qué lo llevó a plasmar sus memorias en este libro?

Rogelio Montemayor: Este libro fue un proyecto que vine pensando por muchos años, y finalmente me decidí por varias razones, una por mi familia, esta trayectoria que narro en el libro y los años de gobierno obviamente exigieron sacrificar tiempos de la familia. Quería dejar de alguna forma un testimonio de qué andaba haciendo, esas horas y días que no pude convivir plenamente con la familia.

También lo hice por mis colaboradores, algunos ya han fallecido lamentablemente y quise también que sus familiares vieran lo que hicieron. Este no fue un trabajo personal, fue un trabajo de equipo, donde cada quien aportó mucho y estoy muy agradecido con ellos.

También hubo otra motivación, estoy preocupado porque de unos años para acá, la percepción de la política se ha deteriorado, los políticos y la política en general se asocia a corrupción, a impunidad, y quise dejar testimonio de que es posible y necesario revalorar la política como un ejercicio de servir a la comunidad.

En su libro, deja muy en claro cómo en la conducción de su gobierno tuvo mucho que ver el vínculo entre sociedad y Gobierno. Muchos gobiernos terminan por alejarse de la sociedad y caen en las tentaciones de la corrupción.

Montemayor: Definitivamente. Yo menciono en el libro mi experiencia: cuando uno aspira a un cargo de esta naturaleza, la justificación válida debe ser que realmente busques hacer algo por mejorar las condiciones de la comunidad, servir y no que sea un afán de poder, o simplemente porque ya me toca. Eso, a final de cuentas es lo que nos ha traído este desprestigio, muchos de los que han llegado a cargos piensan más en acumular poder o en servirse del poder con fines personales y lo único que hacen es degradar la política; la política no debe ser eso, porque cuando la gente confía en alguien para un cargo de elección popular espera que sea alguien responsable con el poder que se le otorga.

Incluso hay quienes terminan sus mandatos y quieren seguir manipulando, mantener un poder tras el trono. ¿No es así?

Montemayor: Así es, como ahora que estamos viviendo una experiencia igual y creo que es un caso realmente patológico, de afán de poder. Estoy convencido de que el expresidente López Obrador realmente hizo lo que quiso siempre, y no fue precisamente ayudar a los pobres, ni beneficiar a nadie, buscó poder y dinero. Solo así se explica todo lo que está brotando ahora como es el tema del huachicol.

Yo no sé si se va a investigar o no, pero sí recomiendo a los partidos de oposición que deben pedir fiscales independientes porque es la única manera en que se puede llegar a fondo y que caiga quien caiga.

Todos estos desvíos de recursos son indicios de que se dejaron de atender cuestiones fundamentales como la educación, la salud, el medioambiente, la infraestructura. Por ejemplo, hoy vengo por carretera y la verdad, nuestra infraestructura federal está muy deteriorada.

Por cierto, la 57 es una carretera que le tocó construir a usted.

Montemayor: Sí, pero ya pasaron 30 años, y no le han dado una “manita”. El tránsito ferroviario también está congestionado y apuestan por hacer un tren de pasajeros.

En la carretera Monterrey–Saltillo más del 70% son cargas. ¿Qué necesitamos entonces?, pues ampliar la capacidad de carga, para que eso se desfogue por otro medio. Y referente a ese tren de pasajeros, ¿quién lo va a usar? pues no sé, a lo mejor habrá algo de usuarios que quieran usar tren, pero yo siento que si estamos metiendo otro tren vamos a terminar subsidiandolo por muchísimos años, si es que se llega a realizar, porque las finanzas públicas, como yo las veo, no tienen el suficiente margen para una obra de esa magnitud.

La Monterrey–Saltillo está convertida en un bulevar entre dos capitales.

Montemayor: Sí, yo la uso mucho, y siempre están congestionadas las dos, la libre y la de cuota. Están llenas y mayormente es tráfico de carga. Necesitamos aliviar la carga, hay que hacer más eficiente el ferrocarril existente, por ejemplo, el que va a Piedras Negras, ya está al tope. Hay tramos donde no hay doble vía y eso limita el flujo, hay que construir una doble vía para que haya más fluidez y duplicar la capacidad de carga.

Doctor, es evidente que el país se está metiendo en un bache. ¿Hay condiciones para salir de esto?

Montemayor: Híjole, esa es la gran incógnita. Eventualmente vamos a salir adelante, porque México es más grande que sus gobernantes y sus problemas. Nos va a llevar una generación recomponer toda la destrucción que ocurrió en el sexenio anterior y la que está sucediendo todavía.

Un país para desarrollarse requiere del concurso de todos sus habitantes, sumar esfuerzos de todos, porque los problemas de una sociedad son tan grandes que rebasan la capacidad de cualquier estado nacional.

Por ejemplo, la migración, el problema de la droga, el crimen organizado, el calentamiento global. Todos esos problemas rebasan la capacidad. Se necesita que todos empujemos. El problema es que cada vez el Gobierno ha ido acumulando más poder en la Federación, ha ido centralizando, de manera que los estados se vuelven cada vez más irrelevantes porque el Gobierno les ha quitado facultades.

Se han convertido en gerencias prácticamente.

Montemayor: Sí. A mí, por ejemplo, me tocó recibir la educación, me tocó consolidarla y recibir la operación y responsabilidad del sector salud también.

Me preocupa también que tengamos un Poder Judicial muy cuestionable por incapacidad, si vemos los currículos hay mucha gente improvisada y eso hace dudar de quienes van a impartir justicia. No sabemos a quién van a hacerle caso, si a las leyes o a quien los impulsó para llegar ahí, esto es gravísimo, como gravisima es la reforma que se discute en la Cámara para limitar el derecho de amparo, que en México es la mejor garantía que tenemos de defensa frente a los abusos de autoridad y atropello de los derechos humanos.

Ante esta situación es para que saliéramos todos a la calle a protestar porque nos afecta a todos.

Desapareció la institución encargada de regular los monopolios, se eliminó también el acceso a la información de todos los casos de corrupción del sexenio anterior.

De todos los temas oscuros de corrupción, ahora quién va a dar la información si se están negando muchas cosas, se están reservando todo y entonces ya nadie puede saber qué pasó con el Tren Maya, por ejemplo, porque es información que está reservada dizque por seguridad nacional, igual pasa con la refinería Dos Bocas.

El hecho de que lo haya el construido el Ejército o la Marina o alguna organización militar no le da la característica de seguridad nacional, o sea ¿por qué lo esconden?.

Todo esta opacidad limíta el estímulo para invertir este año y el que viene y los siguientes 6 años no vamos a crecer. Entonces no se van a generar suficientes empleos para casi millón de jóvenes que cada año ingresan a la fuerza de trabajo y no les va a alcanzar con los programas sociales para atemperarlo, porque ya no hay dinero, el presupuesto está a tope y el déficit que estamos teniendo con el nivel de deuda del país es preocupante. A mí me tocó vivir la crisis de 1982-1983 y fue terrible por el problema de la deuda. No deseo que se vuelva a repetir una situación como esa.

Sin oposición en estos momentos, ¿habría alguna puerta de salida, una oportunidad de cambio para redireccionar el destino del país?

Montemayor: No pierdo las esperanzas, aunque los partidos, sobre todo el PRI, están en una muy mala situación, y bien ganada porque tuvimos liderazgos lamentables.

Pero en la militancia hay gente muy valiosa, hay priistas muy valiosos, lamentablemente en sus dirigencias pues han quedado a deber y se ha perdido el sentido transformador que dio origen al PRI y a los partidos que le antecedieron tambien.

Pienso que el cambio va a venir desde la ciudadanía, yo le apuesto a la sociedad civil que está padeciendo los problemas, que está desesperada y que se manifestó en la campaña del 2024, aunque el resultado no fue lo que dicen las cifras oficiales. En cualquier ciudad metropolitana se veían colas y colas de personas que fueron a votar, y no lo hicieron por el Gobierno, ni por la 4T.

Votarían por el movimiento, por Xóchitl, pero no votaron por Claudia, ¿qué pasó entonces?, pues no hubo representantes de partidos en las casillas, ni del PAN ni del PRI ni de los propios candidatos y entonces hicieron lo que quisieron.

Luis Donaldo Colosio Riojas, creó la fundación Diana Laura, ¿qué podemos esperar de este movimiento?

Montemayor: Mire yo creo que es muy loable, es una buena iniciativa, pero siento que más allá de los intentos que se hagan desde personas que están en el ámbito político, tiene que haber una reacción de empresarios, sindicatos y profesionistas porque realmente es muy serio lo que está pasando en México, el daño que se le está haciendo al país es mucho.

Con la transparencia los gobiernos estaban obligados a informar, a rendir cuentas, pero ahorita cada vez es menos, hay un retroceso. Entonces, ojalá que logremos articular esa y todas las fundaciones y organizaciones civiles que existen y que son muchas. Yo tuve la oportunidad de participar en la campaña del 2023 con el actuual gobernador de Coahuila y después con Xóchitl, y me di cuenta de la gran cantidad de organismos que hay, es impresionante pero hay que articularlos y convencerlos. Para mí esa es la clave en esta elección que viene del Congreso en el 2027, y logremos que se respete el voto.

En uno de los capítulos del libro usted dice, “yo no le entendía a la política y sigo sin hacerlo”, pero está dando los puntos claves para salvar a México de esta catástrofe.

Montemayor: Lo que pasa es que yo tengo una formación que me permite entender un problema y pensar en una solución. No soy un político en el estricto sentido, pues a veces digo todo como tal. No tengo filtro en la cabeza, y pues no siempre cae bien decir las cosas como son.

Es sumamente complejo, de la experiencia que tuve como funcionario federal, diputado y senador vi a muchas gentes haciendo política porque verdaderamente creían en el servicio. Pero ahora cada vez veo menos y la gente que tomó el poder ene ste país, está porque quiere hacer negocio, quieren tener poder con un propósito: hacerse más ricos, ganar popularidad, pero no para resolver problemas.

En su libro también menciona que se hizo de un gabinete, pero de expertos, no propiamente de amigos, ¿se puede gobernar sin amigos?.

Montemayor: Soy un convencido de que en una tarea de gobierno o incluso en una empresa tienes que enfrentar necesidades, problemas, retos y dar soluciones.

De nada sirve rodearte con puros amigos, si los amigos no saben lo que tú necesitas, hay una paradoja, o un teorema que se llama “la sabiduría de la masa” y que dice que cuando tienes un grupo de gentes que reúne 2 características, básicamente uno, que tengan un buen nivel de información y sepan de los temas, y dos, que sean autónomos en las decisiones que se tomen, van a ser superiores a la decisión que puede tomar el más inteligente de ese grupo. Entonces tener puros -“sí señor, sí señor”-, no te sirve nada, porque te van a decir lo que tú estás pensando, pero no te cuestionan ni te fuerzan a pensar más, a pensar mejor, o buscar otros ángulos para elaborar una política pública.

El presidente Carlos Salinas dijo en alguna de sus entrevistas que encaró muchas traiciones dentro de su Gabinete, precisamente porque algunos de sus colaboradores se creían muy superiores a él. ¿Llegó a estar en una situación similar como gobernador?

Montemayor: Yo tenía claro que había varios de ellos muy superiores a mí en su tema, pero logré mantener su respeto. El nivel de cumplimiento de todos ellos obviamente variaba de uno a otro.

Quizá pudieron haberse desviado en algo de algunos de ellos, esas cosas a veces no te das cuenta pero yo tenía una manera de trabajar que me permitía balancear el tiempo que dedicas a pensar, a cómo resolver o cómo hacer una política pública y cómo evaluarla para corregir lo que sea necesario y seguir avanzando.

La dinámica social es muy viva y cambia, y de repente surgen cosas inesperadas y hay que abordarlas, entonces hacíamos una reunión a la semana, bajo la regla de que una reunión que dura más de 2 horas no sirve para nada, porque nada más estás perdiendo el tiempo.

¿Le quedó algo pendiente por hacer?,

Montemayor: En la tarea de gobernar siempre quedan pendientes, hubo muchas cosas que hicimos que me hubiera gustado poder consolidar mejor institucionalmente.

¿Cómo qué?

Montemayor: Por ejemplo en Procuraduría se logró hacer una gran transformación y terminamos haciendo una nueva ley, pero a final de cuentas no logramos consolidar el servicio profesional de carrera, que era el paso que teníamos que dar para que ya no dependiera de un gobierno sino caminara sola con mejora continua, y prueba es que hemos visto cómo se ha ido deteriorando la procuración de justicia, y Coahuila no es la excepción.

¿Nos puede hablar de su relación y su cercanía con el licenciado Salinas de Gortari?

Montemayor: Lo conocí cuando ingresé a trabajar en el servicio público federal en 1977 en la Secretaría de Hacienda. Entré en abril de ese año a la Dirección General de Crédito y el presidente López Portillo había despedido al secretario de Hacienda y al de Programación por desacuerdos. Carlos trabajaba en una dircción de una de esas secretarías con don Miguel de la Madrid. Habían ocurrido varios cambios y como jefe Carlos Salinas, me invita a que me sume con él. Eventualmente no pude aceptar porque mi director general, el licenciado Jesús Silva Herzog no permitió que me fuera, pero yo tampoco quería salir peleado de ahí.

Días después Salinas, había sido nombrado Director General de Planeación Hacendaria y ahí empecé a trabajar con él, fueron años de muchísimo trabajo con el licenciado De la Madrid; en Programación y Presupuesto nos tocó hacer el Plan Global de Desarrollo que significó una experiencia brutal, pues una de mis áreas principales del doctorado era precisamente la planeación y era lo que yo buscaba.

De ahí se derivó una amistad e hicimos muchas cosas juntos, fui subsecretario y luego presidente del Inegi, ya después me invita a participar en la campaña. Fui candidato a diputado federal por mi distrito y luego me invitó a venirme al programa de Solidaridad a Coahuila, eventualmente senador y finalmente Gobernador.

La amistad la conservamos. Tuve una experiencia a raíz del asesinato de Colosio. Detienen al hermano del expresidente Salinas y nos enteramos de la noticia en una cena con el presidente Zedillo. Salinas me tocó solo un año como presidente, yo era amigo de los dos. Yo necesitaba poner las cartas sobre la mesa, busqué Zedillo y le dije -mira yo soy amigo de Carlos Salinas, fui amigo de Colosio, y no soy una persona que niega los amigos pero soy una persona que respeta las instituciones entonces dime si hay algún problema contigo desde ahorita-.

¿Eso fue al inicio de su gobierno?,

Montemayor: No, fue a los pocos días de esa cena donde nos notificó que había metido a la cárcel al hermano del presidente Salinas. Cuando salgo de esa reunión me tienen una conferencia de prensa organizada por ellos y me preguntan de eso, yo me dije: vaya, qué casualidad que se les ocurre preguntar y se los vuelvo a decir en público, que yo no tengo problema en reconocer mis amistades.

¿ Era una coartada entonces?

Montemayor: Pues no sé qué fue, yo creo que querían ver si yo renegaba o no sé que les haya motivado, porque la verdad no le vi sentido a esa conferencia.

Muchas veces fui y nunca me organizaban conferencia de prensa, nomás en esta ocasión. No sé, él sabrá o quien era su secretario particular sabrán cuál fue la motivación.

Contesté lo mismo que le había dicho al presidente, sí es una amistad y la conservamos. Obviamente pues las circunstancias de cada quien son diferentes, ya no hay el contacto regular (con Salinas) como lo hubo, pero pues el afecto sigue, y de cuando en cuando, cuando puedo, lo he ido a visitar o lo he visto en algún otro país porque desde López Obrador ya no viene para México.
Yo lo respeto, lo admiro mucho y estoy muy agradecido, verdad, porque pues sí tuve muchas oportunidades y creo que cumplí la parte que me tocaba.

Continúa en edición de mañana.