“La diversidad cultural humana es enorme; la gama de prácticas culturales, creencias e idiomas que hablamos es enorme” Mark Pagel, cito a Pagel solo para recordar que en nuestra colaboración pasada hicimos un recuento de la historia de la Feria Internacional del Libro de Coahuila, poniéndola como ejemplo de una iniciativa que creció, se ha desarrollado y se consolida con éxito porque la sociedad a la que va dirigida tiene interés en su desarrollo y necesidad de las actividades y productos que ofrece; no solamente son libros, cómics, productos artesanales o gastronómicos, también se realizan actividades artísticas como conciertos, obras de teatro, exposiciones, presentaciones de libros, conferencias, mesas de opinión (consumo cultural), para cada actividad hay un público interesado que espera cada año, asiste, disfruta y se hace de una opinión acerca de la calidad de cada edición de la feria, abonando o restando posibilidades futuras de crecimiento, asistencia de público y en consecuencia de impacto social y económico.

En la pasada edición asistimos a la conferencia titulada Una Breve Historia de Modelos de Política Cultural impartida por la doctora Consuelo Sáizar. En ella, la destacada académica, editora y gestora cultural, explicó el desarrollo del modelo cultural de México, desde el siglo 16 hasta nuestros días, al final, ya cerca de las conclusiones, afirmó algo con lo que coincido plenamente: “Si el siglo 20 fue el siglo de la educación, el 21 será el de la Cultura”.
Argumentos no faltan, uno de los más importantes es el impacto económico que tiene la actividad cultural y su aportación al PIB que, según datos del despacho dedicado al análisis de la economía basada en la creatividad Nomismae Consulting que dirige el doctor en economía Ernesto Piedras, en México ha llegado a ser hasta del 7.4% en 2016, entre lo registrado por la economía formal y lo calculado en lo que llaman economía sombra (o informal).

Siguiendo con iniciativas culturales de éxito que también ejemplifican la importancia de la Cultura podemos mencionar a La Procesión del Silencio, que se realiza en el Pueblo Mágico de Viesca, inició en 2015 y su esquema de organización, que involucra a la instancia estatal de Cultura, la autoridad municipal y a la sociedad civil organizada (fieles católicos) ha logrado que tenga tal impacto que se volvió un proyecto transexenal en el que se ha llegado a registrar la visita de más de 10 mil personas.

Deja una importante derrama económica en la comunidad y estimula a ofrecer mejores servicios de todo tipo a los visitantes que provienen de varios municipios aledaños, principalmente de Torreón, pero también de lugares más apartados como Saltillo y Monterrey.

Al igual que la Feria, se volvió una necesidad para aquellos interesados en consumir cultura y, cada año, los participantes, prestadores de servicio y consumidores la esperan. Otros modelos de iniciativas culturales exitosas son: la producción vitivinícola (con festivales, catas y vendimias), La Orquesta Filarmónica del Desierto, el Paseo Colón, Museo Arocena y el Mercado de Mujeres Campesinas del Cañón de Jimulco, en Torreón, el Museo del Desierto, La Taberna El Cerdo de Babel y la FINA en Saltillo, por mencionar solo algunos, nos ocuparemos de ellos en la siguiente colaboración.
Baste decir por ahora que el panorama de la Cultura en Coahuila es tan extenso como importante y que vale la pena conocerlo, disfrutarlo y aprovechar las oportunidades que otorga para el desarrollo integral de nuestro estado.