Monterrey.-Hay tantas costumbres en la historia de las mujeres que, si se analizan bien debajo de la óptica de la perspectiva de género, saldría a relucir la cultura patriarcal que les ha impuesto un rol y una opresión que no les corresponde.

Así se manifiesta en Mujeres en la Historia / Historia de las Mujeres. Una Exposición con Perspectiva de Género, que abrió ayer el Museo del Noreste.

Con la asesoría de Mariana Gabarrot, especialista en temas de género y feminismo del Tec de Monterrey, la exhibición muestra más de 300 objetos y artículos de la vida cotidiana del acervo de 3 Museos.

Al inicio de la exhibición, el público encontrará una serie de láminas que explican la diferencia entre sexo y género, también los estereotipos y roles que culturalmente se les ha asignado a las personas.

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Esto es para empezar a problematizar cómo esas expectativas sociales se traducen en estereotipos históricos, que los hombres no lloran, que las mujeres son débiles, estas generalizaciones que son sociales. Luego buscamos explicar cómo estos estereotipos han derivado en una división en donde lo femenino se encuentra siempre en lo privado y lo público usualmente es un espacio masculino. Eso nos va a explicar cómo vamos a ver en la exposición objetos de vida cotidiana y relativos al espacio privado que usualmente no se ve en exposiciones sin esa perspectiva de género”.

La exposición se divide por temas: La Aristocracia, La Vida Cotidiana y la Costumbre, La Idealización y sus Paradojas, Los Medios de Comunicación, La Expansión de la Educación, El Trabajo, Las Inercias del Siglo 19, Participación Política y La Agenda Política.

Montados en escenarios, los objetos están acompañados de cédulas con apuntes que cuestionan las dinámicas sociales y patriarcales.

Por ejemplo, se muestra un vestido de viuda del siglo 19, que era la forma en que la mujer comunicaba la muerte de su pareja. Para los viudos, sin embargo, no existía un símbolo o costumbre similar.

También se recrea un salón de clase para hablar sobre las maestras, profesión en la que predominan las mujeres.

En otra de las vitrinas se reúnen electrodomésticos y utensilios del hogar de inicios del siglo 20 para reflexionar sobre las labores domésticas.

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No estamos mostrando estos objetos de trabajo doméstico porque a la mujer le corresponda, que es usualmente el prejuicio machista. Sino para valorar ese trabajo, sin el cual no habría ningún tipo de productividad económica”, comentó Gabarrot.

Además, hay recetarios antiguos que lograron reunir entre allegadas del museo, y un apartado dedicado a la moda.