Saltillo.- “Fue un gran abuelo (…) Lo último que platiqué con él fue de cómo estaba, me dijo que estaba muy mal, pero que me quería mucho, y yo le dije lo mismo, le di un besito y un abrazo”, dijo Andrea Aguillón Toscano, una de los 12 nietos con quienes Don Armando Aguillón, compartió inolvidables momentos.

Quizá entre los recuerdos que harán más llevadera su partida, serán los de aquellos momentos “al salir a caminar de su mano, ir a la tienda y jugar con él a la trae, a las pelotas, a las comidas, a brincar la cuerda…”.

Nacido el 4 de mayo de 1939 en Las Encinas, Coahuila, población ubicada rumbo a Monclova, disfrutaba compartir con cada integrante de su familia, forjó el carácter de los funcionarios estatales David Aguillón Rosales, Jefe de Gabinete de Gobierno del Estado y Gabriel Aguillón Rosales, magistrado presidente de la sala civil y Familiar del Tribunal Superior de Justicia de Coahuila, así como el de Ana María, Hugo Armando, Carlos Mauricio y Víctor Enoc Aguillón Rosales, con quienes tuvo la dicha de compartir su legado y ser abuelo de 12 nietos.

Trabajo durante 40 años como obrero en CINSA, un hombre que supo forjarse a sí mismo en una vida de esfuerzo. Su hijo David Aguillón fue quien durante la misa, agradeció el apoyo recibido, y destacó que recordarán a su padre por ese ejemplo de valores y reconoció la templanza con la que sacó adelante a cada miembro de su familia.

Rubén Moreira Valdez, Gobernador del Estado de Coahuila, también acompañó a la familia durante estos momentos de duelo.

Como jubilado, se entregó a la fe, formado parte de un grupo de oración en el Santuario de Guadalupe, sitio donde ayer se llevó a cabo la ceremonia para pedir por su eterno descanso.

Siempre cercano a su esposa Marianita Rosales, apenas el 2011 fueron sus bodas de oro, cuando alcanzaron los 50 años, en una vida que comparten desde la adolescencia.

Fue velado ayer durante la mañana en las capillas Renacimiento de Funerales Martínez, a donde acudieron decenas de familiares, amigos, miembros del Poder Judicial, del Gabinete del Estado, del Ayuntamiento, de la Policía Federal, y representantes de los diversos miembros de los medios de comunicación, quienes brindaron sus condolencias a los deudos.

Miembro de una familia muy numerosa, y poseedor del carisma de alguien que disfruta ayudando a quienes lo necesitan, la llegada de personas lamentando la pérdida, fue constante.

Él mismo preparaba algunos de los alimentos que compartirían en las reuniones familiares como en Navidad, y se aseguraba de que no faltaran los dulces para los más pequeños.