Internacional
Por Sin Embargo
Publicado el miércoles, 24 de junio del 2015 a las 03:19
Ciudad de México.- El tiroteo en Charleston ha reavivado el debate sobre un símbolo que divide a Estados Unidos desde su Guerra Civil (1861-1865): la bandera confederada, historia e identidad para unos y emblema racista para otros.
La controvertida enseña de los estados secesionistas ondea en el Capitolio de Carolina del Sur desde 1962, izada al calor del resurgir que vivió como símbolo político a partir de los años 50 en pleno movimiento por los derechos civiles.
El debate sobre este controvertido emblema se causó a partir de la masacre en una iglesia de Charleston, en el que un joven racista mató a nueve afroamericanos. Ahora es un asunto incómodo para los aspirantes republicanos, que se han posicionado con extrema cautela sobre este asunto para no enfadar al votante blanco conservador del estado, y para el Parlamento en Carolina del Sur que ondea la bandera desde hace 15 años.
Centenares de ciudadanos marcharon el sábado en Charleston y en la capital del estado, Columbia, para pedir a la Gobernadora Nikki Haley que retire la bandera del Capitolio, un debate que los legisladores no abordarán hasta que haya pasado un tiempo de duelo tras el suceso. En tanto, la republicana declaró hoy que, si los legisladores no toman la iniciativa, ella misma convocará una sesión parlamentaria especial para abordar este asunto, “habrá un tiempo para el debate y el tiempo para la acción llegará pronto”, subrayó.
En un emotivo discurso, Haley hizo equilibrios entre el recuerdo del valor sentimental que tiene la bandera para muchos en Carolina del Sur y el mensaje de que la enseña debe abandonar el Capitolio por respeto a los que se sienten ofendidos por su presencia.
“Esta bandera, a pesar de ser parte integral de nuestro pasado, no representa el futuro de nuestro gran estado”, señaló Haley, nativo-americana y primera gobernadora no blanca del estado.
Así mismo, el Gobernador de Virginia, Terry McAuliffe, anunció hoy que su estado retirará la controvertida imagen de la bandera confederada de todas las matrículas de vehículos emitidas en el territorio, por considerarla un símbolo “divisivo y dañino”.
“Aunque aquí la bandera no está izada en la plaza del Capitolio (estatal), ha sido objeto de una controversia considerable, y divide a muchos de nuestros habitantes. Incluso mostrarla en las matrículas emitidas por el estado es, en mi opinión, innecesariamente divisivo y dañino para demasiados ciudadanos”, añadió el gobernador demócrata.
El debate sobre la bandera confederada no ha llegado solo a Carolina del Sur y a Virginia, sino también a otros estados del sur, donde aún persisten el uso de ese emblema que adoptaron los estados secesionistas -y favorables a la esclavitud- de la Confederación frente a la Uniónen la Guerra Civil del país. Sin embargo, tiendas de autoservicio, como Walmart, también se han visto envueltas en la polémica, por lo que anunciaron que dejaran de vender el emblema.
“No queremos vender productos que pongan a nadie en una situación incómoda”, dijo hoy el presidente y consejero delegado de Walmart, Doug McMillon, en declaraciones a la cadena de televisión CNN un día después de anunciar que retirarán la controvertida enseña.
Por su parte, el portal de subastas eBay anunció hoy que también prohibirá la venta de la bandera confederada y de otros objetos relacionados por haberse convertido en un “símbolo de división y de racismo”.
La Casa Blanca ha reiterado en los últimos días que la posición del Presidente Barack Obama, es que “la bandera confederada debe arriarse y guardarse en un museo, que es adonde pertenece”, según su portavoz, Josh Earnest. Para algunos estadounidenses, esa bandera simboliza parte de la historia e identidad de su estado, mientras que para otros se trata de un emblema racista.
amg
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