Coahuila
Por Eric Pichardo
Publicado el sábado, 7 de mayo del 2011 a las 17:57
Enviado | Guadalajara Jal.- Basta sólo con asomarse por el cristal que mantiene aislado a su hijo Chuy en la Unidad de Quemados del Centro Médico de Occidente, para que Rosalba esté a punto de romper en llanto.
“Mucho tiempo le estuve diciendo que no y que no, pero pues imagínese usted, aquí no tenemos otra suerte. Aquí en la mina o en la vagancia. Desde chiquillos pues no entienden y ya ve. Gracias a Dios, Chuy aún está con nosotros”.
Y es que de acuerdo con la madre del único sobreviviente de la explosión del pasado martes en un pocito artesanal de extracción de carbón, la suerte para miles de coahuilenses que habitan la Región Carbonífera del estado está echada.
“Estaba terco él, quería pues su dinero, sus 900 pesos, porque pos ya traía novia y la escuela no le gustaba. Dijo que ya no iba a ir y pues lo llevaba a la fuerza, pero se salía y decía que el carbón y el carbón”.
“Y pues de repente pues se metió, y que no digan que no estaba registrado porque yo tengo los recibos, los sobres con su nombre donde le pagaban. Tenía apenas 15 días y pasa esto, donde pues no se tiene protección, no se tiene nada, y como le digo, qué más hacemos”.
De acuerdo con doña Rosalba las condiciones en los “pocitos” de carbón son tan difíciles y precarias que a veces no hay ni cómo medir el gas.
“Hay carencias de todo. Él casi no me contaba, su papá antes cuando aún no nos separábamos también era ganchero igual que Chuy, y decía que no tenían ni cómo medir el gas. No hay nada. Con decirle que me decían que hasta con un cerillo prendido le tanteaban al gas”.
Y es que en esta región no parece haber más que este destino, pues los sueldos en las únicas tres empresas para los operarios no rebasa muchas veces ni los 700 pesos.
“Y aparte pues lo hacen a uno trabajar casi las 12 horas, pues así quién va a querer. Pues todos al carbón, como sea le entra uno”. Aun cuando se ha dicho que Jesús Fernando Lara, único sobreviviente de la explosión en el “pocito” del ejido Sabinas tiene 15 años, lo cierto es que tiene catorce.
“Apenas va a cumplir sus 15 el día 20. Es más ya estaba ahorrando de su sueldo porque quería hacer una fiesta ahí en la casa. Me preguntaba ‘qué me vas a hacer de comida amá’, y pos con qué, señor. Le dije si acaso invitaremos unos amiguillos, pero éste ya llevaba como 15, siempre ha sido muy fiestero, muy inquieto”.
Sin embargo y a pesar de lo alentador de los pronósticos, Rosalba prefiere esperar con cautela los comentarios de los especialistas que aseguran que Jesús Fernando ya pasó el peligro.
Durante la tarde del viernes los especialistas, encabezados por el doctor Marcelo Castillero, le realizaban una limpieza especial para retirar de su rostro y ojos pedazos incrustados de piedra.
“Pues nos dijeron que va muy bien. Él se siente muy bien. A cada rato me dice que ya se quiere ir y que ya se quiere ir, pero pues es mejor esperar. Yo le digo: “Ten paciencia, te quieres regresar caminando”, asegura la joven madre de sólo 32 años mientras suelta una sonrisa, la única en varias horas.
LLORA POR SU BRAZO
“Cuando llegamos aquí los médicos me dijeron que no le fuera a decir que le habían cortado su brazo, sino hasta que él sólo se diera cuenta y pues así le hicimos.
”Mucho tiempo me quedé pensando, pero pues me agarró de sorpresa. Aunque se me hace que se ha comportado muy bien, lo ha tomado con calma porque un día despertó y pues así muy bien me pregunto ‘oye mamá, ya viste que no tengo el brazo’.
“Pero de repente ayer se soltó a llorar por su brazo, que qué iba a hacer y pues uno nomás le dice que le eche ganas, que hay que salir adelante”, finalizó la madre del menor.
EL 20 CUMPLE 15
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