Ciudad de México.- En el Senado de la República, el titular de la PGR, Raúl Cervantes Andrade, advirtió que algunos legisladores y políticos han utilizado su nombre y sus “supuestas” aspiraciones como Fiscal General, para frenar leyes que mejoren la impartición de la justicia.

El Procurador General de la República subrayó entonces que “yo no tengo ninguna aspiración, fuera de servir con honorabilidad, en cualquier capacidad, pública o privada, a mi país”.

Al cumplir un año al frente de la dependencia, admitió que la creación de la Fiscalía General de la Nación se ha centrado en un debate político y mediático con posiciones muy encontradas.

Dijo que construir esa instancia para la impartición de justicia, fue ideada como una institución que trabaje con eficacia e imparcialidad en la persecución de delitos y deje de ser representante del Ejecutivo Federal.

Aseguró que la Fiscalía General de la Nación es una decisión correcta para que en plena autonomía, los fiscales o Ministerios Públicos decidan si procede o no el ejercicio de la acción penal, y sean los que impulsen las políticas públicas en materia de criminalidad.

Advirtió que se tiene que avanzar con más rapidez y eficiencia en un nuevo esquema que asegure mejores resultados en el combate a la delincuencia y dejar atrás la impunidad, pues dijo que no se trata de personas, se trata de construir mejores instituciones.

Destacó que lo que ha puesto a prueba las instituciones, es el complejo esquema para corromper funcionarios, obtener contratos públicos de manera indebida y luego tratar de esconder el dinero mal habido en paraísos fiscales.

“Ahí están los casos de varios ex-gobernadores que, sin distingo partidista, ahora enfrentan a la justicia mexicana por los abusos y excesos que cometieron con recursos públicos. Alcaldes que pactaron con la delincuencia, también han sido procesados”, dijo.

Señaló que lo anterior, coloca al país en la antesala y necesidad de implementar un nuevo modelo de arquitectura institucional en materia de procuración de justicia, funcional y útil para satisfacer las necesidades del México actual.

Explicó que hoy se trabaja con herramientas y con una mentalidad del siglo pasado, cuando se enfrentan tramas de corrupción de talla internacional al amparo de recovecos del sistema financiero mundial; terrorismo y contrabando internacional de armas.