Saltillo.- Un duro golpe a la economía familiar es el que han sufrido durante lo que va del actual sexenio de Felipe Calderón miles de coahuilenses que en tan sólo cuatro años han perdido más del 45% de su poder para adquirir los alimentos indispensables.

Esto sin tomar en cuenta los incrementos en algunos servicios básicos y el alza mensual a la gasolina, que en conjunto han ido en detrimento del nivel de vida de los trabajadores.

De acuerdo con estimaciones realizadas por Zócalo, de diciembre de 2006 a noviembre de 2010 el costo de la Canasta Alimenticia Recomendable (CAR) se ha disparado más de un 104% mientras que el salario mínimo sólo se ha incrementado un 19 por ciento.

A la fecha, según el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la UNAM, la CAR tiene un valor de 165.15 pesos, mientras que el salario mínimo para la zona “C”, donde se ubica Coahuila, apenas alcanza los 56.70 pesos.

De acuerdo con los investigadores Javier Lozano Tovar, Mariana Juárez Martínez y Jaime Vázquez, la situación se ha tornado tan grave, que en estos cuatro años se ha registrado una caída en las condiciones de vida de los trabajadores similar a la sufrida en la llamada década perdida.

APENAS PARA MAL COMER

Según cálculos elaborados por Zócalo, en Coahuila un trabajador que perciba un salario mínimo diario no completaría ni para comprar el 33% de la canasta básica.

O bien, teniendo en cuenta precios promedio al día de hoy en Saltillo, apenas alcanzaría para comprar un kilo de tortilla, un kilo de huevo, un kilo de frijol y unas cuatro piezas de pan blanco.

Ello significa, aseguran los especialistas de la UNAM, que las familias trabajadoras en México hoy pueden adquirir 39% menos alimentos que al inicio del actual gobierno, pues sólo por mencionar algunos ejemplos del 1 de diciembre del 2006 al 1 de noviembre de 2010, el precio del aceite aumentó 125.02%, el kilogramo de azúcar 131 y el kilogramo de frijol 219.04 por ciento.

De acuerdo con las previsiones de los catedráticos universitarios, de continuar la tendencia en la pérdida del poder adquisitivo, el salario mínimo presentaría una pérdida histórica mayor a la registrada en el sexenio de Ernesto Zedillo, que fue de 51.1%, y podría alcanzar 62% de pérdida del poder adquisitivo, la mayor caída desde los años 40 del siglo pasado.