Saltillo|Monclova|Piedras Negras|Acuña|Carbonífera|TorreónEdición Impresa
Empleados de Boeing habrían falsificado inspecciones al 787 Dreamliner; EU investiga Arrojan pintura roja al cuadro “El origen del mundo” de Courbet en un museo de Francia Acusan que incendios en Valle de Bravo son provocados ¿Qué pasó con el feminicida de Liliana Rivera Garza? hermana de Cristina, ganadora del Pulitzer Presidenciales gastan 602 mdp en dos meses de campaña: Xóchitl lidera en derroche

Zócalo

|

Clasificados

|

Información

< Clasificados

Clasificados

Gordura infantil es irreversible

Por Eric Pichardo

Publicado el martes, 16 de marzo del 2010 a las 15:00


Al menos 32 mil 782 niños saltillenses que estudian educación básica en escuelas públicas y privadas tienen problemas

Saltillo, Coah.- Al menos 32 mil 782 niños saltillenses que estudian educación básica en escuelas públicas y privadas tienen problemas de sobrepeso y obesidad según revela el 1er. Censo Nominal de Peso y Talla en población preescolar y escolar realizado por investigadores y especialistas en nutrición.

El conteo, único en su tipo en el estado y del que Zócalo Saltillo posee una copia, revela que estos pequeños de entre 3 y 14 años, representan el 30 por ciento de la población total de niños que cursan preescolar, primaria y secundaria en la ciudad.

Enfermedad crónico degenerativa

El estudio surgió de un Diplomado en Nutrición Clínica impartido por catedráticos de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), encabezados por el doctor Jesús Ángel Padilla Gámez, especialista en nutrición, quien asegura que la obesidad es una enfermedad crónico degenerativa, progresiva y potencialmente mortal que se hace acompañar de padecimientos que hoy por hoy ocupan los primeros lugares de muerte en nuestra entidad.

De acuerdo con el doctor Padilla, lo más grave es que el descuido en la alimentación de todos estos menores prácticamente está condenando su salud y reduciendo significativamente su esperanza de vida.

“Podemos decir con datos estadísticos muy bien sustentados –detalla el nutriólogo- que el 60 por ciento de los niños que tienen obesidad alrededor de los 10 años ya presentan un riesgo cardiovascular y también se puede decir que muchos niños en esas condiciones ya tienen alteraciones incipientes en la curva de tolerancia a la glucosa, esos niños ya tienen daño en todo su tejido vascular, daño que es irreversible, que no va a volver a la normalidad nunca”.

Y sentencia: “Tristemente con el estilo de vida que hoy estamos cabalgando nos encontramos que por primera vez en la historia de la humanidad, con la salvedad de las guerras, estas generaciones tendrán una esperanza de vida menor que las generaciones que les precedieron, en gran parte debido a los trastornos alimentarios, entre ellos la obesidad en primer lugar”.

Turno matutino mal alimentado

Aunque durante el Censo, apoyado por la Secretaría de Educación y Cultura, se tuvo acceso a información de peso, estatura, circunferencia de cintura – cadera e índice de masa corporal, de 113 mil 279 niños, este sólo incluyó a 111 mil 638 debido a que del resto no aportó la información completa. “De estos niños revisados, el 30 por ciento tuvo sobrepeso y obesidad, señala el doctor Padilla.

De acuerdo con el conteo, el mayor porcentaje de sobrepeso y obesidad se da entre los menores que van a la escuela por la mañana.

La estadística establece que son 26 mil 788 los niños que estudian en el turno matutino y que padecen estos problemas contra solo 5 mil 999 que asisten a la escuela por la tarde. “Estos menores –acota el médico- tienen hábitos alimentarios diferentes y también actividades físicas un poco más acordes con la salud”.

La teoría resulta hasta cierto punto simple para el especialista, “por la mañana, dice, es común que los niños no desayunen y lleven dinero a la escuela donde lo que predomina es la comida no nutritiva, alta en grasas y carbohidratos, pasan mucho tiempo sin comer y lo que comen no es parte de una alimentación balanceada.

“Los que asisten por la tarde generalmente comen en casa y eso aun y a pesar de lo que puedan comer en la escuela, resulta sumamente benéfico para los niños”.

Sin ley que regule la chatarra

En un primer momento este estudio, apoyado y financiado por las autoridades educativas del estado, se tenía contemplado como plan piloto y punto de partida para poner en marcha políticas públicas encaminadas a abatir el alto índice de obesidad que existe en el estado.

A la fecha esto aun no ha sucedido, pese a que un alto porcentaje de adultos y niños en edad escolar tienen este problema.

Y es que a la fecha, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud, en todo el estado de cada 10 niños, son tres los que presentan sobrepeso u obesidad, “así que estamos hablando del 30 por ciento y en adultos es un poco más significativo porque de cada 10 estamos hablando de casi cinco que tienen este problema, explica el subsecretario de Salud, Francisco Elizondo.

Además, agrega el funcionario, gran parte del problema se presenta en los niños, es donde tenemos el mayor numero de casos que se han estado encuestando, y obviamente va ligado al tipo de alimentación que tienen y en las familias les demos a los menores.

Lo cierto es que la fecha no existen estrategias concretas o disposiciones legales que permitan regular lo que los niños comen en las escuelas. “Se ha estado batallando para echar a andar la ley que prohíba a las escuelas vender comida con alto contenido calórico, asegura Elizalde.

“La apuesta es a la concientización para que en unos 20 años nos libremos de este problema y otros como la insuficiencia cardiaca, hipertensión, enfermedades vasculares, diabetes, etc.”, concluye.

También en escuelas privadas

Un dato relevante en el censo del doctor Padilla da por sentado que los niños que estudian en escuelas privadas, proporcionalmente, tienen más problemas de sobrepeso y obesidad que los alumnos de escuelas públicas o de las urbano-marginales.

Y es que son el 34 por ciento los niños de colegios privados que presentan estos síntomas, lo cual representa una cifra de más de 6 mil menores. Mientras que las escuelas públicas presentan un 30 por ciento y las urbano-marginales sólo 27.

“Encontramos que los niños que estudian en las escuelas urbano marginales a marginadas tienen menos índice de obesidad que los que van a escuelas particulares y aunque el problema de peso bajo para la estatura y para la edad se da en un 7 por ciento de estos 111 mil niños y ese 7 por ciento se encuentra en la misma proporción que los niños que son de escuelas urbano marginales, urbanas y que son gubernamentales o públicas y en las escuelas particulares relata Jesús Padilla.

De los colegios privados que resultaron con mayor rango del problema, destacan el Instituto John Dewey, ubicado en la zona escolar 102, que registró con el 28 por ciento de sus alumnos de entre 3 y 14 años, con problemas de sobrepeso y obesidad.

También aparece en la lista el Instituto Vivir que tuvo un 27.6 por ciento del problema entre sus alumnos de la misma edad.

La edad peligrosa

Finalmente el estudio documenta que es entre los 8 y los 11 años que niños y niñas alcanzan el tope en la curva del sobrepeso. Sin embargo, es a los 10 años que se da el porcentaje más amplio de escolares con esta enfermedad pues el 38 por ciento de los varones, es decir 2 mil 578, estuvieron por encima de su peso normal.

“Hay un despegue en la casuística de obesidad a partir de los 10 años y que en niños menores de 12 años la incidencia es un poco mayor en hombres que en mujeres cosa que se invierte en la etapa adulta, después de los cambios hormonales”

Las niñas de esta edad también resultaron de las más obesas pues se registraron mil 968 casos, sólo por debajo de las niñas de 11 que fueron más de 2 mil.

Solución de fondo

De acuerdo con las autoridades sanitarias y los especialistas en nutrición, la solución a este grave problema de salud pública, no es simple, es de fondo y tiene que ver con la educación en casa, y el cambio en los patrones culturales de alimentación que a diario se fomentan en los niños.

“No es una situación que se pueda presentar muy simple sino que existen muchos factores que hacen que tengamos sedentarismo, ingesta de comidas no adecuadas, rápidas, que no poseen la cantidad de proteínas ni el valor adecuado de nutrientes, comenta el subsecretario Elizondo.

La opinión del doctor Padilla va en el mismo sentido pues asegura que “los retrasos culturales que no hemos tenido el atino de difundir para que podamos aprovechar toda la riqueza con la que contamos en cuestión de comida, de frutas, de vegetales nos han llevado a donde nos encontramos.

Primaria pública estatal ‘Miguel López’: un caso grave

De acuerdo con el Censo Nominal de Peso y Talla en preescolar y escolar fueron analizadas todas las escuelas publicas y privadas de la ciudad, sin embargo, un caso aparte lo representa la escuela primaria pública estatal “Miguel López” que en el turno matutino tiene al menos un 42.8 por ciento de sus alumnos con problemas de sobrepeso y obesidad.

A pesar de ello y de acuerdo con la directora del plantel desde hace dos años, la profesora Ma. Eugenia Dávila, a la fecha no existe un programa establecido o al menos una estrategia que permita controlar este problema entre los menores.

“No tenemos nada establecido, la verdad, a lo mejor es por el cambio constante de la dirección en la escuela”, asegura.

Lo peor es que la situación parece estar encaminada a los mismos resultados pues de acuerdo con estimaciones de las autoridades de este plantel a la fecha existen en promedio tres o hasta cuatro niños en cada uno de los 20 grupos que presentan esta enfermedad.

La facilidad para los padres

“Aquí la gran desventaja de los niños es que sus padres trabajan y a veces el tiempo, la facilidad, les dan el dinero para que compren las frituras que es lo que les gusta a los niños y aquí pues les vendemos”

A la fecha la escuela primaria Miguel López ha tratado de mover a los vendedores ambulantes que se ubican alrededor del plantel, sin embargo, los esfuerzos han sido en vano.

“Tenemos muchos problemas con los ambulantes que venden comida afuera de la escuela, esta misma semana detectamos que tenemos dos puestos más aquí cerca, ya hablamos incluso con los agentes viales pero no hicieron nada”.

Christopher, de 7 años padece obesidad

Christopher es un niño que a sus 7 años ya ha experimentado en carne propia la discriminación por problemas de sobrepeso.

Y es que hace sólo unos meses pesaba 66 kilos lo cual lo hacía objeto de burlas y rechazo en la escuela lo que ya le ocasionaba problemas psicológicos que incluso le hacían pensar en ya no ir a la escuela.

“Se burlaban de mí en la escuela –relata avergonzado- y me decían que era muy gordo, obeso, panzón, cara de peso completo, todas esas cosas era lo que me decían…me alejaba de ellos y como quiera me molestaban… ya no quería ir a la escuela”.

De acuerdo con la madre del pequeño, la situación era tan seria que vivieron desesperados mucho tiempo debido a que en la escuela no se les brindaba el apoyo hasta que acudieron a los campamentos del DIF.

“Nosotros somos los que empezamos a darles los malos hábitos aparte que ya lo traen genéticamente, que los tamales, las hamburguesas, los burritos, las tortillas de harina y hasta que uno no ve el problema dice ‘ah caray me estoy yendo mal’, cuenta Leticia, la mamá del pequeño.

Ahora este menor se ha sometido a un régimen estricto de alimentación que lo ha llevado a conseguir un peso de 58 kilos con todo y sacrificio. “Ya no como hamburguesas, ni papitas, ni refresco, dice.

Los padres de este menor, que ha recibido atención integral y ha recobrado las ganas de estudiar, dicen haber aprendido la lección: “Desgraciadamente los papas nomás les damos el dinero y ellos compran lo que quieren, porque en las tienditas hay fruta pero también están las papitas, refrescos se van más los niños por eso, entonces yo diría que quiten las tienditas o nosotros quitarles el dinero”, concluye la señora Leticia.

Les dan dinero y compran frituras

“Tenemos de todo –detalla- los niños que les dan nomás el dinero, niños que traen el lonche y los que traen el desayuno y dinero para comprar, lo que sí, es que la mínima parte es la que trae desayuno de la casa, son lonches, taquitos, sándwich, la mayoría lo compra aquí”. A la fecha y según lo comentó la propia Ma. Eugenia Dávila nadie le ha informado sobre la situación del tema en esta escuela, lo que es más, dice, no existe normatividad alguna para regular lo que se vende en la cooperativa escolar.

Notas Relacionadas

5 autos escondidos en las películas de Disney de los 2000

Hace 1 dia

Se espera récord de alta temperatura en Coahuila

Hace 3 dias

Alerta Policía Cibernética por fraude y acoso de niños a través de videojuegos en línea

Hace 5 dias

Más sobre esta sección Más en Clasificados