Saltillo, Coah.- El miedo se apoderó de Pamela el domingo a las 3:30 de la tarde, cuando salió a comprar un refresco a la tiendita de la esquina, en la colonia Gustavo Espinosa Mireles.

“Pues yo iba caminando y en la esquina vi que iba un carro, yo me paré, como iba a pasar…”, relató temerosamente la jovencita, tras decir que “sospeché con los dos de adelante, porque me estaban mirando, yo iba a salir corriendo hasta que vi que el señor de atrás se salió”.

Pamela tiene 13 años y reaccionó de inmediato, pensó que se la llevarían y jamás volvería a ver a su familia, por eso salió corriendo del lugar, no se esperó a ver qué pasaba o qué querían los sujetos que la interceptaron.

“Y ya no vi qué pasó porque me vine corriendo”, dijo.

Ella es de Durango, pero viajó a Saltillo para quedarse una temporada con su abuelo y sus tíos por los altos índices de Covid en su ciudad natal. Llegó para estar segura y se topó con esta experiencia traumática.

“Vine llorando, le vine a decir a mis tíos y a mi abuelito”.

Tras el llanto y la desesperación de la jovencita, sus familiares salieron en persecución del vehículo, hasta dar con él. Desgraciadamente la Policía no llegó a tiempo y escapó, aseguró don José, abuelo de Pamela.

“Al momento de localizarlo yo los choqué. Preguntaron qué por qué lo hacía y en ese rato llegó mi nieta y dijo: son ellos”, relató tras aclarar que “ellos solo dijeron, está seguro de que nosotros fuimos’ y tan así fue que lo reconocieron que se dieron a la fuga, yo los había chocado”.