Monclova, Coah.- Ha tomado auge el interés por el consumo de productos orgánicos y cuidado del medio ambiente, por lo cual, la Secretaría del Medio Ambiente llevará a cabo una plática sobre huertos biointensivos y en contenedores, para socios de la Canacintra y público en general.

El modelo de huertos biointensivos surge como una necesidad para dar respuesta a la demanda de alimentos sanos para una población que está en crecimiento y como una forma de solucionar el problema del deterioro del suelo, de acuerdo a expertos de SEMA.

Norma Alicia Cruz Sánchez, directora de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, externó que buscan dar opciones de una autoproducción de cultivos sanos y que, a corto plazo, puede convertirse en un negocio familiar.

Sabe que estos huertos biointensivos pueden ser acondicionados en áreas pequeñas en el propio hogar, en una parte del jardín, ya que no requieren de mucho espacio, ni fertilizantes o químicos que alteren la composición de las frutas y verduras.

“Es un sistema de producción basado en la utilización de insumos locales, sin maquinaria ni fertilizantes o insecticidas comerciales, para evitar daños al ambiente y la salud, una agricultura viable en pequeños espacios”, destacó.

La plática es gratuita con la expositora Irene Tapia Cedillo, de la Secretaría de Medio Ambiente el día 17 de mayo en las instalaciones de la Canacintra a las 11:00 horas.

El objetivo es promover la autosuficiencia alimentaria mediante la producción de alimentos sin la utilización de agentes químicos que afectan el sustrato y, específicamente, formar grupos de promotores que difundan el programa de huertos biointensivos en los municipios.

Implementar huertos biointensivos demostrativos en las diferentes regiones del Estado para la producción orgánica e intensiva de alimentos sin emplear maquinaria ni químicos. Tales huertos tienen un impacto social a mediano plazo ya que mejora la base alimenticia y nutricional de las familia, promueve la salud con una alimentación libre de químicos y estimula la organización interna de la familia para la atención del huerto.

En lo económico, rescata una cultura productiva, impulsa un comercio local, a mediano plazo la producción de alimentos ofrece un ahorro económico en el gasto familiar y da opción de vender los excedentes o los productos que resulten de su transformación.