Coahuila
Por Enrique Ramírez
Publicado el sábado, 19 de abril del 2014 a las 14:03
Sabinas, Coah.- Con fervor y pasión religiosa vivió la grey católica ayer por la mañana el Vía Crucis viviente 2014 en la Parroquia de San Martín de Porres en la colonia Sarabia.
El Vía Crucis representado por jóvenes de la alvernia juvenil de la parroquia de San Martín, inició a las 10 de la mañana con la presentación de Jesús ante Herodes, quien conjuntamente con los miembros del Sanedrín, lo llevaron de la casa de Caifás al Petrorio.
El Vía Crucis es una devoción centrada en los misterios dolorosos de Cristo, que se meditan y contemplan caminando y deteniéndose en las estaciones que, del Pretorio al Calvario, representan episodios más notables de la Pasión.
En la primera estación, Jesús es condenado a muerte, para condenar a Jesús y ante la presión amenazante del pueblo, se pronunció la sentencia que le reclamaban y les entregó a Jesús, después de azotarlo, para que fuera crucificado.
Cuantos temas para la reflexión nos ofrecen los padecimientos soportados por Jesús, desde el Huerto de los Olivos hasta su condena a muerte, abandonado de los suyos, negación de Pedro, flagelación, corona de espinas, vejaciones y depresión sin medida y todo por amor a nosotros, por nuestra conversión y salvación.
El peso de la cruz es excesivo para las mermadas fuerzas de Jesús, convertido en espectáculo de la chusma y de sus enemigos, no obstante, se abraza a su patíbulo deseoso de cumplir hasta el final de la voluntad del Padre.
Jesús, cae por primera vez en la tercera estación, agotadas las fuerzas por la sangre perdida en la flagelación, debilitado por la acerbidad de los sufrimientos físicos y morales que le infligieron aquella noche, apenas pudo dar algunos pasos y pronto cayó por el En la cuarta estación, Jesús, se encuentra con su madre en su camino hacia el calvario, quien no se aparta de su Hijo, quien a su vez la ha visto entre la muchedumbre, María acompaña a Jesús en su sacrificio y va asumiendo su misión de corredentora.
En la quinta estación, Jesús, es ayudado por el Cirineo, quien ha venido a ser la imagen viviente de los discípulos de Jesús, que toman su cruz y le siguen.
En la sexta estación, el profeta Isaías dice, no tenía apariencia ni presencia, lo vimos y no tenía aspecto que pudiésemos estimar, entonces una mujer del pueblo, Verónica de nombre, se abrió paso entre la muchedumbre llevando un lienzo con el que limpió piadosamente el rostro de Jesús.
En la séptima estación, Jesús cae por segunda vez, nada tiene de extraño que Jesús cayera si se tiene en cuenta como había sido castigado desde la noche En la octava estación, Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén, dice el Evangelista San Lucas, que Jesús, camino del Calvario, lo seguía una gran multitud del pueblo y unas mujeres se dolían y se lamentaban por Él.
Jesús volviéndose a ellas les dijo, Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad más bien por vosotras, por vuestros hijos.
En la novena estación, Jesús cae por tercera vez y sin arrestos ya para levantarse, las condiciones en que venía y la continua subida lo habían dejado sin aliento.
En la décima estación, Jesús es despojado de sus vestiduras antes de crucificar le dieron de beber vino mezclado con mirra, era una piadosa costumbre de los judíos para amortiguar la sensibilidad del que iba a ser ajusticiado.
Sin cuidado ni delicadeza, los soldados despojaron de sus ropas, incluidas las que estaban pegadas en la carne viva, y, después de la crucifixión, se las En la undécima estación, Jesús es clavado en En la undécima estación, Jesús muere en la cruz, transcurrieron tres largas horas que fueron de mortal agonía para Jesús y de altísimas enseñanzas para nosotros, después de esto, nos dice el mismo evangelista, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, dijo, tengo sed, tomó el vingre que le acercaron y añadió: Todo está cumplido, e inclinando la cabeza entregó En la decimotercera estación, Jesús es bajado de la cruz y puesto en los brazos de su madre, en esta escena conmovedora, imagen de amor y de dolor, expresión de la piedad y ternura de una madre que contempla, siente y llora las llagas de su hijo martirizado. Una lanza había atravesado el costado de Cristo y la espada que anunciara Simeón acabó de atravesar el alma de María.
Decimocuarta estación, Jesús es sepultado, luego de que José de Arimatea y Nicodemo, tomaron el cuerpo de Jesús de los brazos de María y lo envolvieron en una sábana limpia que José había comprado.
En la decimoquinta estación, Jesús, resucita de entre los muertos.
Pasado el sábado, María Magdalena y otras piadosas mujeres fueron muy de madrugada al sepulcro, llegadas allí observaron que la piedra había sido removida.
En los planes salvificos de Dios, la pasión y muerte de Jesús no tenían como meta y destino el sepulcro, sino la resurrección, en la que definitivamente la vida vence a la muerte, la gracia al pecado, el amor al odio.
peso de la cruz.
anterior.
repartieron.
la cruz.
el espíritu.
Más sobre esta sección Más en Coahuila
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 1 dia
Hace 2 dias
Hace 2 dias
Hace 2 dias
Hace 2 dias