Redacción | Saltillo.- Las opciones de leche vegetal comenzaron como una alternativa para quienes llevan una dieta vegana, son intolerantes a la lactosa o padecen de alergias. Sin embargo, se han hecho cada vez más populares entre las personas que buscan cuidar su alimentación independientemente de su consumo de carne y/o lácteos. Aunque las opciones para consumir leche vegetal son muchas, una de las favoritas es la leche de avena gracias a sus propiedades nutricionales. ¿Ya la probaste?

Beneficios de la leche de avena
La avena es conocida como la reina de los cereales, así que no es sorpresa que sus beneficios nutricionales también se vean reflejados en esta bebida. Te dejamos algunos:

1. Aporta proteínas. La avena es el cereal que contiene más proteínas, por eso la leche de avena es una excelente opción para los licuados y snacks post-workout.

2. Previene el envejecimiento. Su alto contenido de antioxidantes ayuda a eliminar toxinas y protege contra el envejecimiento prematuro.

3. Ayuda a reducir el colesterol. La avena es una fuente rica en omega 3 y omega 6, que ayudan a controlar los niveles de colesterol. Por lo tanto, su consumo regular fomenta la salud cardiovascular.

4. Previene el estreñimiento. Su alto contenido de fibra facilita del tránsito intestinal. Además, reduce el riesgo de sufrir hemorroides y problemas intestinales.

5. Regula los niveles de azúcar en sangre. Gracias a su bajo nivel de glucemia, ayuda a nivelar los niveles de azúcar y reduce la demanda de insulina postprandial, según una investigación de la Universidad sueca de Lund. Esto facilita el proceso de absorción de los nutrientes y resulta saludable para quienes padecen diabetes.

Receta para preparar leche de avena casera
La leche de avena se prepara con avena entera o en copos, mezclados con agua y colados con un colador muy fino.
Ingredientes
1 taza de avena
3 tazas de agua
1 1/2 cucharadas de miel de maple
1 cucharada de extracto de vainilla
1/4 cucharadas de sal de mar
1/4 cucharadas de canela
Modo de preparación
1. Lava y escurre la avena. Coloca dentro de un recipiente y cubre con agua limpia. Déjala remojar toda la noche y escúrrela bien al día siguiente.
2. Vierte la avena a una licuadora con 3 tazas de agua. Para una consistencia menos espesa, agrega otra taza de agua.
3. Licua a baja velocidad y poco a poco ve subiendo.
4. Coloca un colador fino o un colador de tela sobre un tazón y vierte lo que licuamos poco a poco.
5. Cuando tengas toda la pulpa en el colador aprieta con ayuda de una cuchara para que salga toda la leche.
6. Puedes volver a licuar la leche si quieres y puedes pasar por el colador dos o tres veces más.
7. Ya que tengas la leche lista, agrega los demás ingredientes para endulzar y revuelve bien hasta que se integren todos.
8. Guarda en un envase de vidrio hermético y refrigerar. Durará de 4 a 5 días.
La leche de avena se puede usar de la misma manera que se usa la leche de vaca: en cafés, batidos y postres. Sin embargo, no se recomienda calentarla en la estufa ya que puede espesarse y cambiar de consistencia. ¡Prepara la tuya!