Parras de la Fuente, Coah.- Desde lo lejos, al aproximarnos al pueblo mágico, se puede ver en lo alto de un cerro una pequeña capilla, donde se encuentra el Santo Madero. Bien dicen los lugareños que Parras está, bajo el cuidado de la cruz del Santo Madero.

Sobre el cerro Sombreretillo, construida en 1880, la pequeña edificación se ha convertido en un ícono parrense, como hablar de la uva y el vino, nadie se va del lugar sin subir el cerro y conocer la capilla. Donde desde el mirador que recientemente se construyó, se puede observar entre distintas tonalidades de verde lo que es el pueblo.

Esta pieza data del año de 1868, ha sido venerada por generaciones y a pesar de la migración que existe en Parras, creyentes de la Cruz, viajan desde lejanas ciudades para seguir visitándola, siguiendo las tradiciones y las raíces de las familias lugareñas.

“Yo ya no vivo aquí desde que me casé, pero siempre que se puede estoy aquí (…) desde pequeña venía con mi familia y es algo que siempre va hacer que regrese, ya hasta mi esposo que no es de aquí, siente la necesidad de venir”, comentó Martha Castillo, quien desde hace 20 años vive en la ciudad de Monterrey.

Así como ella son diversas las familias que se ven subir el cerro para ir a la capilla, incluso personas adultas que representa un gran esfuerzo la subida. También, en épocas de feria en Parras es común ver a jóvenes hasta visitando el Santo Madero.

“Venimos de Colima porque nos recomendaron el lugar y está muy bonito (…) cada ciudad tiene su patrón y sus creencia, en el caso de aquí, es llamativo que esté en la cima de un cerro, con una vista impresionante”, comentó Natalia Villaseñor, quien vino acompañada de sus compañeros de la universidad.

Lo que ya también, desde hace unos años a la fecha se ha vuelto toda una tradición, es que en las faldas del cerro, niños se dedican a contar la historia del Santo Madero y a vender recuerdo hechos a mano, de una representación del cerro con la capilla.

Esto ya representa una fuente de ingreso para algunas familias, porque mientras los hijos cuentas la historia con 20 pesos, los padres hacen las representaciones y las madres los venden desde 15 pesos.

Cada primer domingo de mes, se oficia una misa en la capilla, aunque solo puedan acceder alrededor de 40 personas, y los demás tengan que estar afuera. Así como existen celebraciones a los patronos de los pueblos o las imágenes religiosas representativas en cada ciudad, en Santo Madero tiene su fiesta.

Cada 3 de marzo es la fiesta del Santo, donde grupos danzantes como los matachines, vienen a bailar en su honor y subir el cerro, así como miles de creyentes de varios Estados de la República.

El Santo Madero, representa gran parte del corazón de Parras “el pueblo mágico coahuilense”, que por generaciones ha traído milagros que se van quedando en las fotografías o colguijes que la gente va dejando en la capilla. Este santo también significa un reto, para todo aquel que decida subir el cerro y conocer su capilla.