De vender sus cultivos en el mercado de Torreón hace casi 40 años, pasaron a empacar y exportar chiles, tomate y cebolla a los Estados Unidos desde hace más de 15 años. No fue de la noche a la mañana, el trabajo constante y el levantarse en momentos complicados para avanzar fueron clave para mantener su calidad de exportación.
Los ingredientes del pico de gallo tienen una vida en anaquel de 15 días para mantener su calidad. Sale del campo un lunes, llega el miércoles para empacar en cajas y se manda a Texas, y de ahí a Nueva York, Chicago o a Carolina del Sur, todo en menos de una semana.
“En cinco días pasa del campo mexicano a varias tiendas mexicanas en Texas, Nueva York, Chicago o Carolina del Sur”, palabras de Miguel Ángel Arreola García, que junto a su gemelo Daniel buscaron colocar su producto fuera de la región hasta cruzar la frontera.
“ Es un negocio familiar que empezaron mi papá y mi hermano (qepd) y luego le seguimos los demás hermanos. Empezaron sembrando chile, tomate, sandías y melones. Ellos mismos sacaban el producto en una pick up a Torreón o al mercado, luego a Monterrey o a Saltillo”, compartió don Miguel.
“ Después mi hermano Daniel y yo conocimos a un señor que nos presentó clientes de fuera de La Laguna, clientes Puebla, de Guadalajara, de Chihuahua. Hubo un momento que empezamos fuerte pero luego nos fue mal. Empezamos desde cero como empleados y ahora sí con el pie derecho, ya teníamos la experiencia”.
Como clientes, por más de 25 años surtieron de sus frutos a supermercados de la talla de Soriana, Smart o Alsuper, en tanto, la calidad que ofrecían tenía para llegar más lejos.
“ Hace 15 años unos amigos de Estados Unidos nos dijeron que mandáramos para allá. Antes era más fácil exportar y había mucha facilidad de trabajo, mucha más que hoy”, explica el comerciante lagunero.
Tanto Miguel como Daniel desde pequeños tenían el ADN emprendedor, al salir de la escuela solían ayudar a su casa vendiendo algunas cosas, ya fuera aguas frescas en el salón de fiestas de Villa Juárez o empezar la compra de chiles en el mercado Alianza para venderlos en las calles.
“ Veíamos que mi apá batallaba para vender la mercancía o algunos compradores no le pagaban. Salimos del Cbtis 4 de Lerdo y seguimos en el comercio. Nunca pensamos que podríamos llegar a exportar, es algo que se aprende conforme pasa el tiempo trabajando, aunque no tengamos estudios vimos lo mejor para nuestra familia”.
Riesgo de aranceles
Actualmente para exportar se requieren de otros requisitos como la certificación de las huertas, del empaque, del producto y hasta de las cajas y tarimas en las que será transportado el producto.
“ Duramos tres años para certificar el empaque. Lo que llega allá debe ir perfecto. Te checa la aduana mexicana y luego la americana, si encuentran la mínima irregularidad y te regresan todo. Exportar no es fácil. Antes se podía empacar en el campo y ahora no, todo está regulado y debe ir bien certificado”.
Respecto a la posibilidad de la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a productos exportados desde México y Canadá, el empresario lagunero considera que los principales afectados serían los consumidores que residen en la unión americana, sobre todo el pueblo mexicano, seguido de ellos como parte de la cadena de producción.
“ Si nosotros mandamos el producto a Estados Unidos con el 25 por ciento de los aranceles, automáticamente se tendrá que vender más caro allá. En Estados Unidos la crisis con los mexicanos está muy dura porque los paisanos en las últimas semanas tienen miedo a salir a sus trabajos y a las tiendas”.
“ Los clientes que nos compraban un camión cada tres días y ahorita ni en la semana lo agarran. Ahorita los que no tienen papeles no están yendo al campo a trabajar. La economía de EU también se verá afectada por el migrante que consume, como ejemplo los bailes y jaripeos hay casi puro mexicano, es obvio que les pegará en el bolsillo”.
Miguel Ángel Arreola recuerda que en la primera administración de Trump se les impuso hasta un 20 por ciento de aranceles a sus productos, lo cual duró entre cinco o seis meses.
“ Lo que pasó esa vez es que subió también un 20 por ciento el producto también en EU y lo supimos manejar. Pero si se aplica el 25 nos pegará a todos, hasta el que cultiva, el que vende y el que consume”.
Aún así, bajo las marcas San Agustín y la de Doña Ricarda, asegura que seguirán con las exportaciones de chile poblano, chile jalapeño, tomate, cebolla y tomatillo, ya que esperan que todo sea pasajero o que no se lleguen a aplicar tales impuestos.
El empresario Arreola García afirmó que actualmente luchan con los precios de los productos debido a que están por debajo de lo esperado por las bajas ventas en México y también en Estados Unidos.
“ El agricultor está manejando los precios muy baratos, es mal precio para el agricultor y para el vendedor, creemos que hay una crisis en México y EU porque hay pocas ventas. Por ejemplo, si hace un año teníamos la caja de tomate a 20 dólares hoy está a ocho o siete dólares”.
Explicó que el producto llega al empaque de Villa Juárez provenientes de campos de Sinaloa, Aguascalientes, Tamaulipas para mandar solamente lo que es de calidad de exportación, como ejemplo el tomate, mandan puro XL y XXL, en color 2, 3 y 4.
Aranceles no son crisis
Respecto a la incertidumbre que dejan las amenazas arancelarias del mandatario americano, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria y la Transformación (CANACINTRA), Pablo García Chacón compartió que la unión entre las empresas y cámaras empresariales junto con las autoridades será la base para que la incertidumbre sea pasajera.
“ Estamos pasando situaciones de incertidumbres, de retos, donde nuestro país se llenó de expectativas, de dudas y zozobras. Es un momento que nos hace reflexionar, un momento que tenemos que cambiar el pensamiento, un momento de estar más unidos que nunca, es momento de cerrar filas”, expresó en su toma de protesta como nuevo presidente del organismo.
“ Es tiempo de retos pero es más de incertidumbre. Hay que distinguir lo que son expectativas y lo que son realidades, pero estamos confiados en que esto puede ser pasajero, no es una crisis como lo fue la pandemia, que estuvimos encerrados seis meses y salimos adelante. Estos son retos que tenemos que tomar en cuenta para trabajar diferente”, añadió.
Por su parte, Mariano Serna, presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Torreón (CANACO), consideró que México carece de un proyecto de nación bien establecido, al grado de que más de la mitad del PIB nacional depende de las exportaciones a Estados Unidos aunado a que el mercado interno no está fortalecido.
Recordó que casi un 85 por ciento de las exportaciones mexicanas son hacia Estados Unidos, además esto representa más del 70 por ciento del PIB (Producto interno bruto) nacional, lo cual consideró que se puede contrarrestar con un buen consumo interno, mismo que no es fuerte.
“ No tenemos un proyecto de nación porque cada seis años nos reinventamos. Si las exportaciones que hacemos a Estados Unidos representan más de un 70 por ciento del PIB, entonces lo que hacen los industriales con una exportación es lo que nos mantiene a los mexicanos, pero nuestro consumo interno no está fortalecido”, comentó en su oportunidad para el programa Cambios del Canal 6 de Multimedios.