Acuña, Coah.- “Érika Violeta, al igual que muchas otras mujeres, se suma a la larga lista de familias que exigen justicia tras la muerte de un ser querido, muerte que se pudo haber evitado”, estas fueron las palabras expresadas por uno de los familiares directos de Érika Violeta, quien perdió la vida en voraz incendio registrado la madrugada del viernes en su domicilio.

En entrevista concedida a este medio, informó que en el 2020, Érika Violeta ya estaba harta de la conducta de su pareja Ricardo “N”, por lo que se separó de él, sin embargo, él seguía amenazándola e intimidándola para que regresara.

La adicción de su pareja al “cristal” fue una de las causas por las que Érika decidió poner fin a su relación, pues con ello lo único que buscaba era poner a salvo a sus hijos Servando y Ana Paola de 22 y 14 años, su amor de madre fue tan grande que dio su vida para ponerlos a salvo, ya que fue ella quien les despertó al momento de ver cómo su vivienda era consumida por las llamas.

Los familiares de la víctima temen por su vida, es por ello que exigen un castigo ejemplar para el responsable de éste que es el primer feminicidio del año.

De acuerdo con los datos que se han dado a conocer por parte de las autoridades, son un promedio de 25 denuncias las que por semana se presentan en el municipio de Acuña relacionadas con la violencia que se ejerce en contra de la mujer y la familia.

Desde hace ya más de 5 años Acuña se ha caracterizado por ser uno de los municipios con más altos índices de violencia hacia la mujer, así lo ha expresado en reiteradas ocasiones la presidenta de Opciones Dignas, Mayela Chávez Burciaga, quien destacó que al año son más de 30 mujeres las que son canalizadas al refugio temporal para garantizar su protección y evitar que las mismas se conviertan en una estadística más de feminicidio.

Fue durante el 2020 cuando se reportó la más alta tasa de feminicidios en el municipio de Acuña, periodo durante el cual fueron un total de 4 mujeres las que perdieron la vida a manos de su pareja o expareja, otra más fue rescatada gracias al apoyo de los vecinos.

La solidaridad de la mujer acuñense se ha hecho presente con la familia de Érika Violeta, el grito y la exigencia es que se haga justicia, en esta frontera ninguna mujer está de más, todas son indispensables, todas son necesarias para mantener la estabilidad en el núcleo de toda sociedad, que es la familia.