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Pon a trabajar tu ‘capital erótico’

  Por Redacción

Publicado el viernes, 20 de julio del 2012 a las 16:00


Se trata de un conjunto de facetas que puede redundar en beneficio de su vida sexual, laboral y social 

CNN | México, DF.- Madonna lo tiene. También George Clooney, Tina Turner y Robert Redford. Estas celebridades ciertamente son bien parecidas, pero también poseen lo que la socióloga Catherine Hakim ha llamado “capital erótico”, un término que describe un cierto je ne sais quoi que incluye, pero no se limita, al atractivo sexual.

Explota tu capital erótico, sugiere Hakim en su reciente libro del mismo nombre y tendrás el potencial no sólo de tener una pareja, sino también de salir adelante en el trabajo y en la sociedad.

Los sociólogos y economistas han reconocido desde hace tiempo tres principales tipos de capital: social, económico y cultural. Tu capital depende de los ingresos y los recursos que puedas usar potencialmente como ganancia, aunque eso signifique hacer más dinero o más amigos. Pero estamos negando un cuarto tipo de capital importante, argumenta Hakim. Por su definición, el capital erótico es más que sólo verse bien y tiene seis facetas principales:

1. Belleza
2. Atractivo sexual
3. Habilidad/atractivo social
4. Dinamismo
5. Estilo
6. Capacidad sexual

Aunque una de estas características puede hacerte hermoso o divertido o alegre, necesitas el grupo completo para maximizar el capital erótico. Y no tienes que haber nacido con él, porque el capital erótico se cultiva y se aprende, por lo que tiene mucho que ver con tu autoestima.

Aunque lo tengas, puede ser que no lo estés capitalizando. Hakim dice que las mujeres tienen más capital erótico que los hombres, por lo tanto deberían de explotarlo más. Ella basa esta idea, en parte, en estudios que sugieren que la libido del hombre es mayor que la de las mujeres. “El interés de los hombres por una actividad sexual y entretenimiento erótico de todos tipos excede mucho más el interés de las mujeres en el sexo”, escribe Hakim.

En esta línea de pensamiento, el sexo tiene un valor en el mercado, y las mujeres tienen el potencial para nivelar su habilidad para cumplir con las demandas de los hombres.

Como se ha dicho anteriormente acerca de la libido masculina, hay muchísimas parejas en las que la mujer quiere más sexo, pero tiene que lidiar con una pareja masculina que tiene un impulso sexual bajo. Y como lo deja claro el reciente frenesí por la trilogía erótica “Cincuenta Sombras de Grey”, las mujeres tienen un apetito voraz por el entretenimiento sexual.

Al mismo tiempo, vivimos en una cultura que gira cada vez más alrededor del sexo. Muchas mujeres ya sienten que tienen que competir con las estrellas porno, strippers, e incluso los videos sexuales de celebridades para llamar la atención de los hombres. ¿Estamos sugiriendo que la sociedad necesita más de esto?

Así como todavía existe el sexismo, lo mismo sucede con el “apariencismo”. La gente considerada atractiva, sin importar su género, tiende a ser tratada más favorablemente que sus contrapartes menos atractivas. En su libro “La Belleza Paga: ¿Por qué las Personas Atractivas son más Exitosas?”, el economista Daniel Hamermesh argumenta que los hombres de buen ver ganan aproximadamente 17% más dinero que los hombres que no lo son, mientras que las mujeres atractivas ganan un 12% más.

Mientras la mayoría responderá que la “discriminación por apariencia” es un aspecto de mal gusto de nuestra sociedad que deberíamos tratar de superar, Hakim sostiene que el capital erótico ha sido ignorado, en gran parte, porque “lo tienen principalmente las mujeres, y las ciencias sociales generalmente han dejado pasar o desacreditado a las mujeres cuando se enfocan en las actividades, valores e intereses masculinos”.

Sin embargo ella culpa a los feministas por negarse la oportunidad de explotar el capital erótico femenino; la teoría feminista, dice ella, anima a las mujeres a elegir entre usar su apariencia o usar su inteligencia para ser exitosa. Según escribe Anna North en su blog Jezbel, “El punto es que ese capital erótico se refiere a la percepción que tienen los demás acerca de las mujeres, en lugar de que sea acerca de las cosas que las propias mujeres pueden hacer o adquirir. Esa es la razón principal por la que no es un poder real, porque cuando tu influencia está basada en el deseo de alguien más, él es quien realmente tiene el control”.

Las strippers, estrellas porno, meseras y hasta las geishas dependen económicamente de su habilidad de tomar ventaja de su poder erótico haciéndose atractivas para los hombres. Pero el capital erótico también puede tener efectos más sutiles. ¿Quien de nosotros, hombre o mujer, no ha descubierto que una sonrisa y un poco de coqueteo inocente puede tener el don de abrir puertas, ya sea tener una mejor mesa en un restaurante, un aumento en el trabajo o asegurar una segunda cita?

Y el capital erótico no sólo es del dominio de las mujeres. “Ahora los hombres necesitan desarrollar también su capital erótico”, admite Hakim. “Ya le dedican más tiempo y dinero a su apariencia, van al gimnasio para tener un cuerpo atractivo, gastan más en ropa de moda y en productos de belleza, y usan peinados más variados”.

Probablemente ya se dieron cuenta de que valerse un poco de su capital erótico no le hace daño a nadie. Al contrario, las mujeres estarán encantadas de compartir el poder.

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