Ciudad de México.- Si los Oscar han tenido un crítico severo durante los últimos años, ha sido Donald Trump. El ahora presidente de los Estados Unidos no se perdía la transmisión por nada del mundo y tampoco se contenía en lo más mínimo.

Pero, resulta que este año, casualmente, será la excepción, pues la primera dama, Melania Trump, decidió tener su primer baile en la Casa Blanca esa misma noche, como lo comunicó Sean Spicer, Secretario de Prensa de la Casa Blanca.

“Evidentemente por conflictos de agenda, no los podrán ver”, afirmó.

Por ende, si hubiera alguien del gabinete, o algún gobernador que quería disfrutar de la 89 ceremonia de los Oscar, se tendrá que quedar con las ganas, o verla más tarde. “La primera dama ha invertido mucho tiempo en este evento que seguramente será magnífico”, aseguró Spicer. “Recibirán a los gobernadores de la nación en la capital del país… el presidente y la primera dama estarán centrados en eso el domingo por la noche”.

Lo cierto es que, dentro de todo lo que le disgustaba cada ceremonia, cada año inundaba su Twitter con insultos, opiniones e ideas de cómo deberían mejorar los Oscar. Incluso, a unos meses de anunciar su candidatura, Trump expuso sus verdadera opinión de México en 2015, tras los múltiples premios que se llevó Birdman, película dirigida por el mexicano Alejandro González Iñárritu.