Internacional
Publicado el lunes, 3 de noviembre del 2025 a las 20:50
Washington, D.C.– Una propuesta del gobierno de Donald Trump busca cambiar drásticamente la política migratoria estadounidense al requerir la recopilación de ADN y datos biométricos ampliados de prácticamente todos los solicitantes de beneficios y de cualquier persona sujeta a deportación, sin importar su edad.
La norma, publicada este lunes en el Registro Federal por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), otorgaría al gobierno la potestad de recabar información que va más allá de las tradicionales huellas dactilares y fotografías, incluyendo:
– ADN (material genético).
– Imágenes faciales y oculares.
– Potenciales datos de voz y firmas manuscritas.
La medida representa una ampliación radical del alcance de la vigilancia biométrica, eliminando la restricción que actualmente exime de esta toma de datos a menores de 14 años y mayores de 79.
La nueva política aplicaría a una amplia gama de individuos que interactúan con el sistema migratorio:
– Todos los solicitantes de beneficios migratorios, incluyendo peticionarios y patrocinadores.
– Todos los extranjeros inadmisibles y expuestos a ser deportados, sin excepción de edad.
” Eliminaría los límites de edad y amplía la recopilación de datos biométricos, que antes se limitaban a huellas dactilares, firma y fotografía, a incluir también datos oculares, potencialmente de voz e incluso ADN”, explicó a Newsweek Morgan Bailey, exalto funcionario del DHS.
El DHS justifica la iniciativa como un esfuerzo para fortalecer la seguridad nacional, combatir la trata de personas y prevenir el fraude. Sin embargo, la inclusión del ADN introduce una nueva dimensión de polémica.
El texto oficial especifica que la recolección de material genético se utilizaría para:
1. Confirmar alegaciones de parentesco genético.
2. Proporcionar “pruebas de sexo biológico cuando sea relevante” para ciertas solicitudes.
Además, la norma implicaría que cualquier extranjero con un beneficio migratorio aprobado podría ser obligado a proporcionar datos biométricos de forma continua, “a menos que se le conceda la ciudadanía estadounidense”.
La iniciativa se suma a otros esfuerzos de la administración Trump por endurecer el control migratorio.
Un grupo de demócratas, liderados por el senador Ed Markey, expresó su alarma por el uso de tecnologías de reconocimiento facial, enviando una carta al director de ICE. Los legisladores exigieron el cese inmediato del uso de la aplicación móvil Mobile Fortify, advirtiendo sobre los “graves riesgos para la privacidad y las libertades civiles” que implica el uso extendido de la tecnología biométrica.
La propuesta estará abierta a un período de consulta pública de 60 días antes de que el DHS tome una decisión final sobre su implementación.
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